El Chevrolet Orlando es un monovolumen de siete plazas, dos delante, tres en medio y dos detrás. Llegó al mercado en 2011. Se puede elegir entre un motor de gasolina de 141 CV y dos Diesel de 131 y 163 CV. Está en venta desde 16 780 € (todos los precios).

El habitáculo es amplio pero no tan versátil como el de la mayoría de monovolúmenes de similares características, principalmente porque las posibilidades de la configuración del interior son menores que las habituales. Tampoco puede llevar algunos elementos de equipamiento que sí están disponibles en la mayor parte de sus alternativas, como por ejemplo, los faros de xenón, una cámara trasera para facilitar las maniobras o un sistema de entretenimiento audiovisual para los pasajeros traseros.

Estas carencias tienen reflejo en el precio, aspecto en el que es claramente mejor que su competencia y que está más próximo al de los monovolúmenes que son más pequeños —como el Renault Grand Scénic— que a los que miden más o menos como él (4,65 m) —por ejemplo un Renault Espace—.

Así, es posible adquirir un Orlando desde 16 780 € —con motor de gasolina—, un precio claramente inferior al de modelos como el Mazda5, el Renault Grand Scénic, el Opel Zafira Tourer o el Citroën Grand C4 Picasso, todos con motores de gasolina de 130 a 160 CV (listado comparativo). Si se limita la búsqueda a los que tienen motor Diesel de potencia similar, ocurre lo mismo: la diferencia de precio es notable (listado comparativo).

Entre las desventajas funcionales del Orlando están que la segunda fila no tiene tres asientos individuales y que la plaza central es como la de un turismo normal: su banqueta es estrecha y tiene un relleno duro de espuma que recoge muy poco el cuerpo. Tampoco es posible mover sobre un carril esta fila de asientos para modificar el espacio para las piernas. Sí se puede modificar la inclinación de los respaldos.

De cara a viajar con niños se echan en falta elementos como las cortinillas para protegerles del sol y la no disponibilidad de asientos infantiles integrados en los asientos. Por la anchura disponible, el Orlando es un coche adecuado para llevar tres sillitas en la segunda fila pero la del medio no podrá ir sujeta con anclajes Isofix porque carece de ellos.

Con los asientos de la tercera fila recogidos, el maletero es pequeño si lo comparamos con el de sus alternativas, tan sólo el del Mazda5 (que tiene una carrocería más corta) es menor. Es pequeño porque tiene muy poca altura desde su piso hasta la cortinilla que lo cubre. Naturalmente esta cortinilla se puede retirar y, así, cargar objetos hasta el techo, pero es algo desaconsejable porque en este coche no hay ningún anclaje previsto para colocar una red que separe a los ocupantes de la carga. Con siete plazas la capacidad del maletero es de tan sólo 89 litros (más información en las impresiones del interior).

Hay tres niveles de equipamiento: «LT» «LT+» y «LTZ». La versión Diesel de 163 CV sólo está disponible con el «LTZ» mientras que el otro Diesel no puede tener ese nivel de equipamiento y sí los otros dos. El gasolina se puede adquirir con cualquiera de ellos. Las versiones más asequibles («LT») no pueden tener elementos prácticos como programador de velocidad, climatizador, conexión automática de luces y limpiaparabrisas, navegador o sistema manos libres Bluetooth para teléfonos móviles (fichas de equipamiento).

Algunas impresiones de conducción

Hemos probado con detenimiento la versión 2.0 Diesel de 163 CV. Con este motor las prestaciones y el consumo son buenos (más información en las impresiones de conducción). La versión con motor de gasolina de 141 CV no nos parece una alternativa recomendable frente a la Diesel de mayor potencia salvo por la gran diferencia de precio a su favor, unos 4700 €. La Diesel de 131 CV cuesta 1120 € más que la de gasolina.

No hemos probado el Diesel de 131 CV para ver que diferencia de prestaciones hay con el de 163 CV. Según los datos proporcionados por Chevrolet, acelerando de 0 a 100 km/h sólo hay 0,3 segundos de diferencia. El consumo homologado es el mismo (6,0 l/100 km).

El Chevrolet Orlando tiene una suspensión un poco dura y seca, algo poco frecuente en vehículos de este tipo que suelen llevar una blanda que aísla bien a los ocupantes del estado del piso. Esta sensación la hemos tenido tanto en una unidad con llanta de 16 pulgadas y neumáticos de medidas 215/60 como en una de 17 pulgadas con neumáticos 225/50 —el flanco del primero mide 129 milímetros, mientras que en el segundo hay 113 milímetros de goma— (más información en las impresiones de conducción).

Todos los motores son de cuatro cilindros y la tracción es mediante las ruedas delanteras. El motor de gasolina lleva de serie cambio manual de cinco velocidades, mientras que los Diesel tienen uno de seis relaciones. Opcionalmente se puede adquirir una transmisión automática de seis marchas en la versión de gasolina y en la Diesel de mayor potencia.

Precio del seguro y otros detalles

Contratar un seguro a todo riesgo para un Orlando 2.0 Diesel de 163 CV, cambio manual y nivel de equipamiento «LTZ», que se comercializa desde 21 450 €, tiene un coste mínimo de 572 € con la compañía Direct Seguros, la más económica según nuestro comparador de seguros para este supuesto: empleado de banca de 44 años con carné desde los 18 y tres sin siniestros, que resida en Barcelona, utilice el coche a diario, recorra hasta 15 000 kilómetros anuales y estacione en un garaje colectivo.

Además de ser la póliza más barata, es una de las de mejor relación entre calidad y precio —6,67 sobre 10—. La mejor es Click Seguros (7,11) y tiene un coste de 629 €. Si se desea rebajar el coste de la prima se puede optar por un seguro a todo riesgo con franquicia. El más económico es de Direct Seguros: 303 € —franquicia de 250 €—.

El Orlando comparte elementos mecánicos con en el Chevrolet Cruze. El prototipo Chevrolet Orlando Concept, presentado a finale de 2008, mostró algunas de las líneas que tendría el modelo definitivo.