BYD Seal (2024) | Impresiones del interior
La posición de conducción del BYD Seal es prácticamente la de un cupé ya que el asiento va situado muy cerca del piso. Por ello, para entrar en el habitáculo hay que dejarse caer ligeramente. Y para salir, hay que impulsar el cuerpo hacia arriba con las piernas. Además, los pedales quedan más bien alejados del volante, por lo que generalmente las piernas irán muy estiradas.
Los asientos delanteros (imagen) son muy buenos. Todas las personas que los han probado han resaltado su comodidad. Tienen un relleno de espuma blando que resulta muy acogedor y se adapta muy bien al cuerpo. A pesar de que el mullido es blando, no me ha parecido que el cuerpo se hunda o se mueva más de la cuenta en el transcurso de un viaje de varias horas. Los reposacabezas están integrados en el respaldo y no tienen ninguna posibilidad de regulación (imagen). Hay a quien le quedan algo cerca de la cabeza, e incluso, en permanente contacto con ella. La tapicería es de imitación a piel, pero casi pasa por una de piel natural por su tacto, grosor y suavidad.
Las regulaciones eléctricas del asiento del conductor son tres: una cambia la posición de la banqueta a lo largo de un carril; otra la inclinación del respaldo y, otra, la posición del apoyo lumbar (imagen). Es decir, son unas regulaciones eléctricas básicas, a diferencia de lo que ocurre en berlinas de precio más elevado (como puede ser un BMW i4) que tienen asientos con más posibilidades (que no siempre son necesarias).
En las plazas delanteras hay un buen número de huecos para guardar objetos, aunque alguno de ellos no queda del todo accesible como es el caso del cajón que hay bajo el reposabrazos central (imagen), pues para llegar a él hay que doblar mucho el tronco y girar el hombro. Tampoco queda muy a mano la bandeja que hay bajo la consola de tipo puente (imagen), donde también están las tomas de corriente (de 12V y dos USB; imagen). Cualquier cosa que se coloque ahí irá deslizando en las curvas y frenadas porque su superficie es de plástico duro.
Alrededor de la palanca selectora de las posiciones de marcha hay una serie de botones y ruletas que dan control directo de algunas funciones del sistema de climatización, al sistema de alerta de tráfico trasero cruzado, a los modos de conducción (incluido el dedicado a superficies nevadas) y, también, hay una ruleta del equipo de sonido. En ese mismo lugar está el freno de estacionamiento eléctrico y el botón que activa los cuatro intermitentes (imagen).
Los materiales que BYD ha empleado para recubrir el interior parecen buenos para el precio que cuesta el Seal, aunque no son los de un coche de lujo. Hay plásticos blandos en buena parte del salpicadero e incluso existe una banda que recuerda a la piel vuelta hacia la mitad del mismo. Me parece que la presencia del interior es mejor que la de un Tesla Model 3, aunque la diferencia más importante es el diseño. Tesla ha recurrido a un interior muy sencillo y esquemático, que puede dar la impresión de estar muy desnudo por la ausencia de adornos, palancas o botones. El interior del BYD es más tradicional dentro de la modernidad (ya que dispone de una pantalla central de grandes dimensiones) y más práctico porque tiene un mayor número de mandos físicos. Lo que no sabemos es cuál de los dos superará en mejor estado el paso del tiempo.
Multimedia
En el interior hay dos pantallas. Una detrás del volante, de 10,25 pulgadas y que hace las veces de instrumentación (imagen). Es configurable y se puede elegir que su fondo sea de color o negro para que moleste lo menos posible durante la noche. La otra es la pantalla del sistema multimedia; tiene 15,6 pulgadas y está apoyada sobre un soporte giratorio que permite colocarla en vertical o en horizontal (imagen e imagen) pulsando un botón en la propia pantalla o en el volante. Si se coloca en horizontal, la parte más a la izquierda de la misma queda oculta desde el punto de vista del conductor por su mano derecha (si es que la lleva sujetando el volante de forma correcta). Si, por el contrario, la pantalla se coloca en vertical, esta solapa parcialmente la visión de las superficies de recarga inalámbricas de la consola. No existe la posibilidad de girar la pantalla cuando se conecta el sistema multimedia al teléfono móvil mediante Android Auto ; no lo he probado con Apple CarPlay (ambos funcionan de forma inalámbrica).
Esta pantalla es de buena calidad y responde con fluidez, aunque no tanto como la de un Tesla Model 3. Su lógica de funcionamiento es muy parecida a un teléfono móvil, por lo que la mayor parte del público no necesitará mucho tiempo acostumbrarse a sus peculiaridades. El sistema operativo del Seal es el BYD DiLink, similar al del Atto3, pero con un mayor número de funcionalidades.
BYD ha dispuesto en la base de la pantalla una serie de iconos permanentes que dan acceso directo al sistema de climatización, al menú de inicio, al que deja ver las funciones que hay en un segundo plano, al que permite rotar la pantalla y al que la apaga (imagen). No obstante, lo mejor es ajustar todo según nuestras necesidades antes de empezar a conducir porque hay tantos menús y posibilidades que es muy fácil distraerse si se hace en marcha.
Una de las mejores cosas de que la pantalla sea tan grande es que se ve muy bien la imagen de las cámaras de aparcamiento (ejemplo y ejemplo), que además ofrecen varios puntos de vista y perspectivas a elegir por el conductor.
Al igual que en otros coches de BYD que hemos probado hasta la fecha, el sistema de multimedia muestra bastantes menús con errores de traducción. Esto no me parece un gran problema porque en unos días uno se acostumbra a esta incoherencia. Pero no deja de ser llamativo que BYD no ponga solución. No es la característica más molesta del sistema multimedia. A mi, por ejemplo, me ha parecido peor que no funcione bien la señal RDS de la radio. Por ejemplo, durante un viaje, muchas veces no es capaz de elegir la frecuencia que tiene mejor recepción y, además, no siempre da información sobre el nombre comercial de las distintas emisoras que se reciben en ese momento, sino únicamente su frecuencia.
Otro punto flojo del sistema multimedia es que la información respecto al consumo de energía es escasa. Ofrece dos datos de consumo que en realidad son poco útiles: uno desde que el coche salió de fábrica y, otro, de los últimos 50 kilómetros (que se puede poner a 0 cuando el conductor desee). Por lo tanto, no hay forma de saber el consumo al finalizar un viaje concreto, salvo que sea de menos de 50 kms.
El navegador realiza cálculos muy rápidos cuando se introduce una ruta. Además, los mapas (de Here) presentan la información de forma muy clara, fácil de interpretar y con muchos detalles. Se echa en falta una función que informe al conductor de si es posible completar un viaje con la energía disponible en la batería y, en caso negativo, que ofrezca una planificación de ruta que incluya el número de paradas en puntos de recarga y la duración de cada una (esto sí lo tienen otros eléctricos, y por ejemplo, Tesla lo hace de una forma muy fiable).
El sistema multimedia tiene alguna funcionalidad que no encontramos en el BYD Atto3, como la regulación de la dirección del aire que sale por las salidas de ventilación a través de la pantalla (imagen). Me parece peor solución que la convencional porque obliga a buscar el menú correspondiente y a retirar la vista de la carretera, algo que también ocurre en el Model 3.
El climatizador, que funciona con bomba de calor, no funciona a la perfección. Cuando se arranca el coche después de pasar unas cuantas horas a la intemperie con tiempo frío, no comienza a expulsar aire medianamente caliente hasta pasados no menos de 5 minutos. También me ha ocurrido que después de que el climatizador estuviera funcionando el modo automático a 22 grados durante una hora, los ventiladores aún estaban actuando con mucha intensidad y, por lo tanto, eran la principal fuente de ruido en el habitáculo.
Plazas traseras
En las plazas posteriores (imagen) el espacio para las piernas es grande. En este punto, tanto un BMW i4 como un Polestar 2 son mucho menos apropiados para transportar pasajeros; y no sólo porque tienen claramente menos espacio a lo largo, sino también porque el acceso a la segunda fila se realiza a través de unas puertas que liberan un hueco menor.
El BYD tiene una pequeña ventaja de espacio longitudinal en las plazas posteriores frente al Tesla Model 3. Pero la diferencia más importante es que en el Tesla Model 3 hay más sitio para meter la puntera de los pies bajo los asientos delanteros. Para conseguir lo mismo en el BYD es necesario elevar un poco los asientos anteriores. Otra diferencia es que el Tesla tiene un interior más luminoso porque hay más cristal en los laterales de la carrocería.
Las plazas posteriores del BYD son muy apropiadas para dos ocupantes y no aconsejables para tres, ya que la anchura entre puertas es más bien reducida (para el tamaño de la carrocería). La banqueta queda situada algo baja respecto al piso para personas de aproximadamente 1,75 metros en adelante. Quien esté por encima de esta estatura puede notar que sus muslos no reposan bien, sino que van despegados y sus rodillas algo elevadas respecto al torso. La altura libre al techo panorámico (es lo que queda justo por encima de la cabeza; imagen) es correcta.
He probado el BYD en días de invierno, por lo que no puedo decir si el cristal del techo filtra bien el exceso de luz solar y calor durante el verano. No dispone de una cortinilla retráctil que lo oculte, aunque BYD ofrece un parasol desmontable y plegable que se puede guardar en el maletero cuando no es necesario..
En la prolongación de la consola central que viene desde las plazas delanteras hay un pequeño receptáculo para guardar objetos (imagen) y dos tomas de corriente USB (imagen). No hay ningún mando para regular el sistema de climatización. Detrás de los respaldos de los asientos delanteros hay bolsillos para objetos como teléfonos o revistas (imagen).