BMW X5 (2013) | Impresiones del interior
La altura del habitáculo con respecto al suelo es grande —el umbral de la puerta está a 47,5 cm del suelo—. Puede que para algunas personas, especialmente para aquellas de menor estatura, esto suponga hacer un esfuerzo molesto cada vez que quieran entrar o salir del interior. Además, es fácil manchar la cara posterior del pantalón con el umbral de la puerta si éste está sucio. En un Land Rover Range Rover, gracias a las regulaciones de la suspensión neumática que tiene de serie, se puede hacer que la carrocería descienda 5 centímetros.
El habitáculo del X5 es espacioso y, además, transmite esa sensación. Por ejemplo, la anchura en la primera fila de asientos es suficiente para que el conductor y el acompañante puedan apoyar completamente sus antebrazos en el reposabrazos y que éstos no se toquen. El espacio para la cabeza también es generoso. Una persona de 1,85 metros de estatura puede colocar la banqueta en su posición más alta (con regulación eléctrica de serie) y no tocar con la cabeza en el techo. Además de la regulación en altura, la regulación en inclinación del respaldo también es eléctrica de serie (para el conductor y el pasajero). No lo son la regulación en el sentido longitudinal del asiento, ni la altura y aproximación del reposacabezas. La regulación del apoyo lumbar es una opción que cuesta 450 euros que no tenía la unidad probada, aunque yo no la he echado en falta. El cinturón de seguridad no tiene ajuste en altura.
Si se ignora la altura del puesto de conducción, la impresión a los mandos del X5 es muy parecida a la de cualquier otra berlina de BMW. El volante, con ajustes amplios en profundidad y altura, se puede colocar paralelo al cuerpo y la posición de los pedales con respecto al asiento permite llevar las piernas estiradas, y no flexionadas.
La entrada y salida a la segunda fila de asientos presenta, a mi juicio, dos inconvenientes. El primero es debido a la, ya mencionada, altura del habitáculo con respecto al suelo y, el segundo, está causado por el pequeño ángulo de apertura de las puertas traseras y por el poco espacio libre que dejan éstas. Con ello, es muy fácil que al salir (o entrar) del vehículo, se golpee la puerta con los pies y ésta se ensucie o quede marcada por el zapato.
La fila trasera, igual que la delantera, es espaciosa. La distancia que hay entre puerta y puerta, medida a la altura de los hombros, es 149 centímetros. En nuestra tabla de mediciones interiores sólo hay tres modelos con mayor anchura en esta fila: el Land Rover Discovery, el Land Rover Range Rover (151 centímetros ambos) y el Land Rover Range Rover Sport (150 cm). Esta medida en un Audi Q7 es 143 cm, en un Mercedes-Benz Clase ML 146 cm y un Porsche Cayenne 141 cm. El BMW X5 también destaca en altura disponible hasta el techo. Hay 98 centímetros. Tan sólo el Land Rover Discovery ofrece más espacio (100 cm). Con este espacio libre, una persona de más de 1,90 metros de estatura se puede acomodar con la espalda erguida y pegada al respaldo sin tocar con la cabeza en el techo. La medición menos notable del X5 en la fila rasera es el espacio para las piernas (72 cm). Está en un punto intermedio entre sus alternativas. Por ejemplo, un Audi Q7 tiene más (76 cm), mientras que un Volvo XC90 tiene menos (71 cm). En esta tabla comparativa se pueden ver las mediciones del interior de todas las alternativas al X5 que hemos probado en km77.com.
Las plazas traseras de los laterales están equipadas con anclajes ISOFIX. Los reposacabezas de estas dos plazas son regulables en altura, pero el de la central no. Si el respaldo de la plaza central se abate, puede ser utilizado como apoyabrazos. Además, pulsando en una pieza de plástico, se descubre un hueco con la forma para poner dos botellas (imagen).
El X5 está disponible en versión de cinco o siete plazas. La unidad probada era de cinco plazas y no tenía la opción que permite reclinar los respaldos traseros 10º, ni la posibilidad de desplazar la banqueta 8 centímetros en sentido longitudinal (en dos secciones con proporción 60:40). De serie hay dos salidas de aire para los pasajeros traseros colocadas en la prolongación de la consola. Cuando se elige el sistema de climatización con regulación de temperatura para cuatro zonas, se añaden dos salidas más, una en cada pilar central. Los dos asientos laterales pueden tener calefacción, el del centro no. En el X5 hay cinco tomas de corriente de 12 voltios: una en el maletero y cuatro en el habitáculo (dos para los pasajeros delanteros y otras dos para los traseros).
En las versiones de siete plazas, a la tercera fila de asientos se accede abatiendo y desplazando hacia delante los asientos de la segunda fila. BMW dice que está pensada para transportar con comodidad a personas de estatura igual o inferior a 1,50 metros. El sistema de climatización llega a esta fila a través de dos salidas de aire a la altura de los pies.
Hay muchos huecos para dejar objetos, la mayoría de ellos son grandes y útiles. Por ejemplo, los de las puertas (hay uno en cada una de ellas) tienen una separación para meter por un lado una botella grande (yo he metido de hasta 1,5 litros) y por otro papeles u otros utensilios. Entre los asientos delanteros, justo delante de la palanca de cambios, hay un espacio con tapa corredera donde caben varios teléfonos móviles, carteras y llaves. Debajo del reposabrazos central se pueden meter botellas de un litro y otros objetos que no se quieran poner a la vista. Los pasajeros traseros, además de los mencionados huecos de las puertas, tienen otros más pequeños, pero también útiles, en la prolongación de la consola. Detrás de los respaldos delanteros se pueden colocar revistas o papeles en las bolsas preparadas a tal efecto.
La pantalla de 10,25 pulgadas (no táctil) que hay en la parte superior del salpicadero de la unidad probada es opcional —de serie viene con una de 6,5 pulgadas— y forma parte de un paquete llamado «Navegación Profesional» (3195 euros), que incluye además un disco duro de 20 gigabytes. La pantalla muestra gráficos con una definición muy buena y se ve clara y nítida en cualquier circunstancia, independientemente de la posición del sol.
El manejo de todas las funciones del vehículo (climatización, sistema de audio, configuración, etc.) me parece que se hace con gran sencillez. Algunas de estas funciones se manejan exclusivamente con los botones físicos que hay en la consola (la climatización, por ejemplo; imagen) y otras, como la función «ConnectedDrive», únicamente a través del mando «iDrive Touch Controller» (este mando además permite escribir sobre él las letras y los números para introducir un teléfono o una dirección; imagen) y de la pantalla central. Hay otras funciones, como el sistema de audio, que se puede manejar mediante ambas vías, así como con los botones del volante. El programador y limitador de velocidad se opera únicamente con los botones del volante (imagen).
La función «ConnectedDrive» permite que el coche tenga acceso a internet. Gracias a ello se pueden leer noticias (y que el coche las lea cuando se circula), buscar información sobre lugares cercanos a algún punto del mapa (hoteles, monumentos, talleres, etc.) y llamar al servicio de atención de BMW para realizar consultas diversas (por ejemplo, se puede pedir la dirección de un restaurante y pedir que la envíen al navegador para ir hacia él).
Los materiales empleados en el habitáculo infunden sensación de lujo y de coche costoso. La parte superior del salpicadero está cubierta en cuero y los plásticos que hay en zonas inferiores son agradables a la vista y al tacto. La resistencia que oponen los botones a ser presionados transmite sensación de calidad. También lo hace la precisión con la que se mueven los mandos giratorios.
El volumen del maletero es diferente en las versiones de cinco y siete plazas. En las versiones de cinco es 650 litros cuando todos los asientos están en pie y 1870 l cuando se abaten los asientos traseros —en proporción 40:20:40— y se utiliza toda la altura disponible hasta el techo. Un Mercedes-Benz Clase M y un Porsche Cayenne tienen un maletero más grande (ficha comparativa). A pesar de ello, el del X5 me ha parecido más que suficiente para cargar con el equipaje de viaje de cinco ocupantes. Debajo del piso hay un hueco de 69 cm de longitud, 74 cm de anchura y 22 cm de altura. En este espacio cabe holgadamente una maleta para el equipaje de mano, una mochila y otros objetos (imagen). En las paredes laterales del maletero hay huecos, cintas y ganchos (imagen e imagen). En opción se da la posibilidad de instalar unas guías metálicas con cuatro argollas deslizables (imagen).
El maletero de la versión de siete plazas tiene un volumen de 274 litros con las siete plazas utilizables, 575 litros con cinco plazas y 1795 litros cuando se abaten las dos últimas filas de asientos. En esta ficha comparativa se puede ver cómo queda el maletero X5 en las diferentes posibilidades en relación a un Audi Q7, un Land Rover Discovery y un Toyota Land Cruiser, todos con siete plazas.
Para separar la carga del maletero del habitáculo hay disponible en opción una red de tela (aproximadamente 220 euros). Sólo se puede colocar por detrás de los asientos traseros (imagen) porque no hay enganches en el techo para hacerlo por detrás de los asientos delanteros.
La tapa del maletero es de doble hoja. La superior es la más grande, bate hacia arriba y tiene accionamiento eléctrico (de serie). La hoja inferior, bate hacia abajo, ha de abrirse manualmente utilizando un tirador que queda oculto hasta que se abre la hoja superior. La altura hasta la que se eleva la sección superior se puede variar a través del ordenador del coche y también es posible manejarla (para abrirla y cerrarla) con un botón que hay en la puerta del conductor, justo delante de los mandos para regular los retrovisores (imagen).