BMW X5 (2007) | Fuera de carretera
El BMW X5 no es un coche diseñado para circular por zonas excesivamente complicadas fuera de carretera pero sí tiene ciertas cualidades que aseguran afrontar con cierto éxito algunos obstáculos.
La suspensión tiene una capacidad de absorción satisfactoria. Esto, unido a la rigidez de todo el conjunto, transmite confianza a la hora de circular por caminos a un ritmo rápido. Eso sí, no cabe esperar la comodidad que sí hay en un Range Rover o en un Toyota Land Cruiser.
Si el camino se complica el sistema de tracción actúa con eficacia frenando las ruedas que patinan y, de este modo, permitiendo que las ruedas con adherencia puedan impulsar el coche (más información sobre el sistema de tracción X-Drive).
El X5 no puede tener reductora, algo que puede complicar el paso por algunos obstáculos; este inconveniente, que en un coche con cambio manual puede frustrar nuestro avance no lo es tanto gracias al convertidor hidráulico de par del cambio automático. Durante la prueba, detuve el coche en una rampa muy pronunciada e intenté reiniciar la marcha; no lo hizo con la facilidad de un coche con reductora (el motor alcanzó casi 3.000 rpm antes de que el coche se moviese) pero consiguió superar la pendiente.
En las bajadas, la falta de reductora se suple con un sistema de control de descensos. Para activarlo hay que seleccionar la primera velocidad en el cambio y pulsar el botón correspondiente en la consola. La velocidad de descenso de puede modificar con los mandos del programador de velocidad hasta un mínimo de 6 km/h.
Los principales inconvenientes que le he encontrado son causados por su tamaño.
Por un lado, los ángulos característicos obligan a afrontar algunos obstáculos con mucho cuidado para no golpear el coche, especialmente los bajos al superar una cresta. Por otra parte, su peso genera ciertas dificultades, por ejemplo, al bajar una cuesta de forma oblicua a la máxima pendiente, ya que en esa circunstancia la parte trasera tiende a deslizar lateralmente (parte de este problema se debe a unos neumáticos pensados para asfalto).
Todas las versiones traen de serie la misma medida de neumáticos (que son de los que permiten circular unos kilómetros sin aire): 255/55 R18.