Aprovechando la renovación de la Serie 5 (más información), BMW ha modificado ligeramente el M5 que lleva en venta desde el año 2011 y cuya prueba está aquí publicada. Este nuevo M5 se pondrá a la venta en julio de 2013.
Tiene pequeños cambios en los faros, los pilotos, la parrilla, los retrovisores y los parachoques. En el interior hay un nuevo volante, cromados y la posibilidad de escribir sobre el mando giratorio del sistema multimedia letras y números para introducir una dirección o un teléfono. También hay nuevos colores para la carrocería y la tapicería.
El motor no ha variado. Es de gasolina, está sobrealimentado, tiene ocho cilindros colocados en «V» y 4,4 litros de cilindrada y da 560 CV. Como novedad, en el M5 de 2013 se da la posibilidad de aumentar en 15 CV la potencia del motor (hasta un total de 575 CV) adquiriendo el paquete opcional «Competition Package». Dicho paquete además rebaja la altura de la carrocería en 10 milímetros, va asociado a unas llantas de 20 pulgadas de diámetro y tiene un sistema de escape diferente.
Las prestaciones del M5 de 2013 no varían con respecto al de 2011. Acelera de 0 a 100 km/h en 4,3 segundos y alcanza una velocidad máxima de 305 km/h (sin limitador electrónico). Con el «Competition Package» la aceleración de 0 a 100 km/h y de 0 a 200 km/h se hace en 0,1 y 0,2 segundos menos respectivamente.
El M5 también puede tener los sistemas de seguridad que ha estrenado la Serie 5 de 2013, como el asistente automático para la conexión de luces largas —«High Beam Assistant»— y el asistente en retenciones de tráfico, capaz de mantener la distancia con el coche que le precede y de mantenerse en el carril actuando sobre la dirección —«Traffic Jam Assistant »—.