BMW Serie 5 530xi (2006) | Un interior sin grandes cambios con elementos de equipamiento interesantes
El interior de la gama 2006 ha recibido pequeños cambios, como son el botón de puesta en marcha y parada del motor (es necesario introducir el mando en un receptáculo) o que el control del «i-Drive» está tapizado con piel negra. Por lo tanto, las impresiones del interior de la prueba del BMW 530dsiguen siendo válidas.
Lo que viene a continuación son comentarios de algunos elementos de equipamiento que no habíamos probado anteriormente en el serie 5 y algunas consideraciones que creo oportunas.
Nuestra unidad llevaba los asientos «Comfort» que cuestan 2.682 €. El relleno en la parte central es más firme que en los laterales, lo que los hace acogedores y cómodos en viajes largos. Sujetan muy bien el cuerpo porque tienen muchas regulaciones, incluidas las de longitud de la banqueta, ajuste de los soportes laterales e inclinación de la mitad superior del respaldo o altura del reposacabezas, que además tienen unas orejeras ajustables. Todos las regulaciones son eléctricas, excepto las de las orejeras.
Estos asientos pueden tener calefacción, ventilación o las dos cosas, ambas ajustables en tres intensidades. Los ventiladores se escuchan menos que los de un Saab 9-5, aunque me ha dado la sensación de que los del BMW mueven menos caudal de aire. Los asientos traseros sólo pueden tener calefacción ajustable en dos niveles.
También hemos podido comprobar la utilidad del sistema que proyecta la información sobre en parabrisas «HUD» (Head-up Display, 1.610 €). Me ha parecido un dispositivo muy interesante porque apenas requiere desviar la vista de la carretera, aunque habría preferido mayor libertad a la hora de elegir la información que puede mostrar. No conduje durante mucho tiempo de noche, y cuando lo hice fue casi siempre por zonas iluminadas; en esas circustancias, no me ha parecido que la información reflejada moleste cuando se conduce.
Esta versión del «HUD» es más sencilla que la que tiene el M6, ya que sólo muestra la velocidad actual, la información referente al control de velocidad (velocidad y distancia programada, esto último sólo si lleva el control de velocidad activo), mensajes de advertencia (como la desconexión del control de tracción o estabilidad) y las indicaciones del navegador. Desde el menú del «i-Drive» puede configurarse la intensidad de la proyección o cuales de estas informaciones que queremos que aparezcan y cuales no. La altura a la que se proyecta es fija; yo, que mido 1,93 m, no he tenido problemas para verla.
El «i-Drive» me ha gustado menos que otros sistemas de manejo centralizados como el «MMI» de Audi, la pantalla táctil de Lexus o el «Commad» de Mercedes-Benz. A pesar de que con un único mando y un botón se manejan todas las funciones, creo que este dispositivo distrae más al conductor. El motivo es que para poder ver todas las opciones de un menú hay que ir pasando con la ruleta de una en una, mientras que en Audi, por ejemplo, se ven todas de un único vistazo. En un Mercedes-Benz también hay que ir pasando de una en una, pero no hay que soltar la mano del volante porque los mandos van en él.
Los faros de xenón dobles (966 €) con iluminación adaptativa (427 €) dan un resultado satisfactorio. Tienen alumbrado en curva pero no lateral, algo que se agradecería para maniobrar a poca velocidad en lugares poco iluminados.