BMW Serie 5 525d (2000) | Información general

20/07/2002 |Juan Manuel Pichardo

«No hace falta más» es un titular tentador para cierto tipo de coches; el BMW 525d es uno de ellos. No es la culminación entre las berlinas Diesel; todas las marcas de berlinas Diesel de lujo tienen motores de hasta ocho cilindros. Incluso entre los de seis cilindros los hay más potentes, como el Audi A6 TDi 180 CV, el BMW 530d y —sobre todo— el excelente Mercedes E 320 CDi. Ahora bien, todos ellos están a una distancia del 525d menor que éste de las berlinas Diesel «normales» con motor de cuatro o cinco cilindros, hasta 140 CV.

Hay una diferencia sustancial con los que están por debajo en precio y potencia, que se plasma de forma evidente no tanto en prestaciones, cuanto en confort y seguridad activa. Un viaje largo cansa menos con un 525d que con cualquier otra berlina Diesel de una clase inferior.

En cambio, los que están por encima —empezando en el mismo BMW 530d— no quedan muy lejos, dentro de las condiciones reales de circulación en España. Ciertamente, en una autopista alemana la ventaja de potencia que tiene el 530d permite sostener un ritmo de viaje superior a 200 km/h con más facilidad. El 530d también acelera más pero, a la velocidad en que se circula por carreteras donde hay que adelantar, la diferencia de aceleración no es grande. Esa diferencia de aceleración se nota claramente a partir de 180 km/h, por ejemplo. Tampoco cabe esperar de un 530d más suavidad o menos ruido que de un 525d.


Entre sus competidores más o menos próximos tampoco hay un modelo claramente mejor en cualidades dinámicas. El Audi A6 2.5 TDi de 150 CV es más lento de lo que sugiere una diferencia de potencia de sólo 13 CV. El mismo modelo en versión de 180 CV y tracción total no lo hemos probado aún pero, atendiendo a las cifras de aceleración y recuperación homologadas, no debe ser mucho más rápido (si es que lo es algo) y es más caro (aunque tiene mejor equipamiento). El Mercedes E 270 CDi tiene un motor notable y la seguridad activa característica de Mercedes, a la que no llegan ni Audi ni BMW de momento, pero es también más costoso (6.625.000 pesetas).

Además de una muy favorable relación entre precio y cualidades dinámicas, el 525d tiene un grado de calidad alto, es espacioso en el habitáculo (no tanto en el maletero) y puede tener un equipamiento extremadamente rico. Su principal inconveniente es que no tiene de serie control de estabilidad (DSC).

Si consideramos berlinas Diesel entre 4 y 7 millones, con un tamaño de 4,5 a 4,8 metros, un 525 d se distingue porque —tanto en términos relativos como absolutos— es mejor que muchos, y porque no hay ninguno que sea mucho mejor.