Los asientos están un poco más bajos que en muchas berlinas tradicionales, pero no más que en un Volkswagen Arteon o en un KIA Stinger, por ejemplo. Por lo tanto, para entrar hay que flexionar las piernas y doblar un poco más el tronco de lo corriente, pero tampoco llega a ser incómodo para alguien que no tenga limitada su movilidad.

El puesto de conducción es el clásico de los BMW de tracción trasera: se va sentado bajo y con las piernas estiradas. Si el coche está equipado con cambio de marchas automático, es muy fácil encontrar la posición de conducción ideal pues sólo hay que preocuparse de colocarse bien respecto a los pedales. En todo caso, recomiendo probar este puesto de conducción: aunque muchas personas se encuentran muy cómodas en él, habrá a quien le guste ir en una posición más erguida (como se va, por ejemplo, en los BMW de tracción delantera) y con los pedales más cerca. Nuestra unidad de pruebas tenía instalados los asientos deportivos (además de otras opciones que vienen por separado como la regulación lumbar) y nos han gustado mucho por lo bien que sujetan y el confort que ofrecen.

Se nota que BMW ha hecho un esfuerzo para que todos los mandos se manejen con facilidad. Las funciones más importantes están centralizadas en el habitual mando redondo iDrive que se complementa con unos cuantos botones a su alrededor (imagen). Ya hemos hablado en numerosas ocasiones del iDrive y, como conclusión, podemos decir que uno se acostumbra en poco tiempo a manejarlo, incluso sin mirarlo. Es posible que BMW haya resuelto mejor que Audi (con su grupo de mandos equivalente «MMi») y que Mercedes-Benz (con el «Command») el acceso a las distintas funciones.

El acceso y salida de las plazas posteriores del BMW Serie 4 Gran Coupé no es cómodo. El principal motivo es que los dos asientos laterales traseros no están en línea con los delanteros, sino un poco más hacia adentro y, por lo tanto, lejos del exterior. La salida es especialmente dificultosa porque los laterales de la banqueta y del respaldo forman una rampa  que hay que salvar con el cuerpo.

El BMW Serie 4 Gran Coupé es menos espacioso que la mayor parte de sus rivales. Tiene menos anchura entre puertas y menos altura al techo en las plazas traseras que un Audi A5 Sportback, un Volkswagen Arteon y un KIA Stinger (aunque las diferencias no son grandes). El espacio para las piernas de los ocupantes de las plazas posteriores es normal: es ligeramente mayor que en el Audi y ligeramente peor que en el KIA. El Volkswagen Arteon, sin embargo, se desmarca de todos con mucho más espacio en esta cota.

Es posible que el aspecto menos favorable de las plazas posteriores del Serie 4 Gran Coupé sea que el respaldo va aparentemente situado cerca de la vertical y su mullido es duro. Esta característica también se da (no sé si en igual medida) en un Serie 4 Coupe. Sin embargo, el BMW Serie 3 Berlina tiene un respaldo más cómodo (blando y ligeramente más tendido) y hay más espacio para sus ocupantes.

Aunque en las plazas traseras del Serie 4 Gran Coupé no hay mucho sitio, el interior es luminoso porque las ventanillas son amplias (dentro de lo que pueden serlo en una carrocería de altura recortada). Las traseras no bajan por completo (imagen). La ausencia de marco en las ventanillas es un detalle de estilo que no me parece que perjudique el silencio de marcha o el buen ajuste de las puertas, pues no hay ruidos cuando se circula por carreteras en mal estado ni tampoco hay más ruido de la cuenta a alta velocidad. Los asientos posteriores se pueden abatir en dos o tres partes, lo que permite abatir cada plaza por separado (en esta imagen aparece abatido el respaldo de la plaza central). 

El maletero del Serie 4 Gran Coupé es grande y muy aprovechable dado que apenas presenta obstáculos que molesten a la hora de cargarlo. También resulta práctico gracias al portón trasero, que puede tener apertura y cierre automáticos. En sus laterales hay huecos y pequeños ganchos plegables (imagen e imagen). En el fondo hay un espacio separado del resto del maletero (imagen). No hay posibilidad de llevar rueda de repuesto.