BMW Serie 3 (2002) | Impresiones de conducción
Durante la presentación que ha realizado BMW en Munich (Alemania) he podido probar el nuevo control de estabilidad y el cambio secuencial SMG en el 330i (aunque también se venderá en el 325i).
El nuevo control de estabilidad es el mismo que monta el Compact. El control de estabilidad (DSC) evita que el coche derrape cuando el sistema advierte un subviraje o sobreviraje. Este control de estabilidad tiene agrupadas otras funciones: el control de tracción (ASC+T), y freno automático de diferencial (ADB, que bloquea el diferencial).
La novedad es que, mediante una corta pulsación en un botón del salpicadero, se desconecta el control de tracción, pero no el resto de las ayudas a la conducción. Circulando de esta manera, sobre todo en superficie deslizante, el ABD funciona como un autoblocante: evita pérdidas de tracción frenando la rueda que desliza demasiado, pero no reduce la potencia del motor. Solo a velocidad alta el sistema necesita intervenir en la potencia del motor para evitar un sobreviraje.
El efecto de esto es que permite un cierto sobreviraje en aceleración, a baja velocidad. Si, con el ASC+T desconectado, se produce un cierto sobreviraje a baja velocidad, es posible que el control de estabilidad no llegue a funcionar. Sin embargo, circulando más deprisa, si se produce esta pérdida de trayectoria, el DSC, actúa con más prontitud sobre los frenos (y si se va muy deprisa también sobre la inyección), evitando sustos antes de que el conductor se dé cuenta.
Esto último se apreciaba claramente en la pista de entrenamiento de BMW en Munich (Alemania), donde en algún giro de 180º sobre superficie deslizante (a unos 40 km/h) con la modalidad ASC+T desconectado el coche podía llegar a sobrevirar notablemente antes de que el control de estabilidad pusiera las cosas en su sitio. Pulsando durante unos tres segundos la tecla DSC, se desactivan todas las ayudas a la conducción, salvo el ABS.
He conducido la caja de cambios secuencial SMG sólo en el 330i. Esta caja secuencial tiene claras ventajas en comparación con la SMG del antiguo M3, aunque no es como la SMG II del actual M3.
A diferencia de la SMG del antiguo M3, se puede cambiar con palancas detrás del volante, permite hacer reducciones más fuertes (subir más de régimen), aumenta el régimen del motor al reducir (hace «punta tacón») y posiblemente sea algo menos brusco cuando se busca fuerte aceleración.
Detrás del volante hay dos palancas que, cada una de ellas de forma individual, permite reducir o cambiar a una marcha superior. Esto tiene la ventaja de que —por ejemplo— se puede usar sólo la palanca de la mano derecha para cambiar (o la palanca del salpicadero) y dejar la mano izquierda para manipular las luces, ordenador o intermitencias. Como estas palancas son solidarias al volante, es difícil usarlas cuando hay que cambiar y el volante está muy girado; lo mejor es recurrir a la palanca de la consola central.
Lo mejor de esta caja de cambios es cómo reduce, de forma muy rápida y suave. Para probar, en la reducción más fuerte que he hecho, el motor ha subido hasta unas 6.100 rpm (en el 330i la zona roja empieza a 6.000). Es decir, este cambio secuencial no es un obstáculo en determinadas circunstancias de conducción deportiva.
Lo que menos me ha gustado ha sido cómo cambia a una marcha superior. Funciona rápido y suave cuando no buscamos una gran aceleración. Si buscamos mucha aceleración, lo sigue haciendo rápido, pero se perciben tirones (permite cambiar con el pedal del acelerador a fondo). Este aspecto ya se apreciaba en el antiguo M3, aunque en la nueva Serie 3, se ha suavizado algo. Un truco es que cuando se busca mucha aceleración entre cada cambio de marcha, hay que levantar un poco el pie del acelerador, para volver a pisarlo cuando el cambio haya engranado la marcha superior. De esta manera se puede evitar en gran medida este tirón.
La suspensión y la dirección también son nuevas y provienen del nuevo BMW Compact (algo más duras). Resulta una suspensión agradable; no es incómoda porque absorbe bien las irregularidades pero sin embargo sujeta la carrocería convenientemente cuando hay muchas curvas. El nuevo Serie 3 es un coche muy estable en todas las circunstancias y da confianza al conductor.
La dirección es ahora un poco más rápida, esto se agradece sobre todo cuando las curvas son más bien cerradas, pues obliga a girar menos el volante.