El BMW Serie 1 M Coupé es la versión más cara, potente y rápida del Serie 1. Es un coche de esos que difícilmente puede dejar indiferente a quien lo conduce, tanto por las sensaciones que transmite como por lo exigente que puede llegar a ser.

Tiene un motor de gasolina de seis cilindros en línea, sobrealimentado por dos turbocompresores, que da 340 CV. La caja de cambios es manual, no hay opción de una automática. El Serie 1 M Coupé pesa 1.570 kg, por lo que tiene una relación entre peso y potencia peor que la del BMW M3 (4,6 kg/CV frente a 4,0). A pesar de ello, en nuestras mediciones ha sido igual de rápido (en aceleración) e incluso lo mejora (en las recuperaciones). Las prestaciones oficiales son similares: acelera de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos, 0,1 segundos más lento que el M3 (que tiene 420 CV). Eso no quiere decir que en todas las situaciones el 1 M sea más rápido, algo que en su día comprobé en el circuito del Jarama.

El Serie 1 M solo está disponible con una de las tres carrocerías de la gama, la cupé de cuatro plazas (más información), que junto con la descapotable, aún no ha sido reemplazada por un nuevo modelo. Se puede adquirir desde febrero de 2011 a partir de 56.500 € (precio, equipamiento y ficha técnica). Es ligeramente más costoso que el Audi RS 3 Sportback de 340 CV y mucho más que el Subaru WRX STI de 301 CV (listado ordenado por precio). Un Porsche Cayman es considerablemente más caro.

Otra alternativa la ofrece la propia BMW: el 135 i. Entre el 1 M y el 135i hay casi 7000 Euros y 34 CV de diferencia. Sin duda, el 135i satisfará por mucho menos dinero a quiera un coche con un motor de rendimiento excepcional. Pero le falta algo que el 1 M sí tiene y es el transmitir al conductor ciertas sensaciones —una mezcla de respeto y diversión— que en el 135i también aparecen pero con menos intensidad. Y es que el Serie 1 M Coupé obliga a conducir muy bien si se quiere aprovechar todas sus capacidades como deportivo. Más información sobre sus reacciones, prestaciones y consumo en las Impresiones de conducción.

Un conductor que no sea muy hábil se sentirá, posiblemente, más a gusto conduciendo otros coches también muy rápidos pero más fáciles de conducir, como el Audi TT RS e incluso un Porsche Cayman. La desventaja del Serie 1 M Coupé respecto a la mayoría de sus alternativas es que toda la potencia se transmite exclusivamente a las ruedas traseras. Habrá conductores para quien esto sea una cualidad positiva.

El Serie 1 M tiene casi la misma anchura y altura que el M3 pero es 30 cm más corto. Y es 55 mm más ancho que el 135. A simple vista no solo se distingue de cualquier otro Serie 1 Coupé por la anchura, sino también por los faros —tienen una línea horizontal luminosa (de leds) por encima de los dos aros habituales en BMW—, los pilotos —la luz de posición de los pilotos forma una «L»—, los retrovisores (imagen) —son similares a los del M3—, el escape —de cuatro salidas—, el alerón sobre la tapa del maletero (imagen) y las llantas —de 19 pulgadas”. La carrocería puede ir pintada en tres colores distintos: «Blanco Alpina», «Negro Zafiro metalizado» y «Valencia Naranja metalizado» (el que aparece en nuestra galería de imágenes). El anagrama «M» está presente en los pasos de rueda (imagen) y la tapa del maletero (imagen)

Los paragolpes también son específicos en esta versión y el delantero tiene una peculiaridad: las entradas verticales que están situadas en los extremos lo canalizan por un conducto que desemboca en el paso de rueda, en su parte delantera (imagen). Como la salida tiene una área mucho menor que la entrada, el aire es expulsado a mucha velocidad —generando lo que BMW llama cortina de aire— y reduce las turbulencias que se producen en la zona de la rueda, mejorando la aerodinámica. Las otras dos entradas de aire (imagen) se utilizan para enfriar el aceite (la del lado derecho) y el líquido refrigerante del motor (la de la izquierda).

La suspensión es independiente, de paralelogramo deformable en los dos ejes y proviene de la que se usa en el M3. BMW dice que es «casi completamente, de aluminio». Las estabilizadoras son huecas.

El motor es de seis cilindros en línea y 2979 cm³ está sobrealimentado mediante dos turbocompresores alimentados cada uno por tres cilindros. La inyección es directa (a 200 bar de presión máxima). Da 340 CV (5900 rpm) y 450 Nm (a 4500 rpm). Durante unos instantes la presión máxima del turbo puede aumentar para dar 50 Nm más de par, hasta alcanzar 500 (función «overboost»).

Los discos son de fundición gris autoventilados y perforados. El cubo es de aluminio y está unido al disco mediante pasadores fundidos de acero inoxidable. El diámetro de los discos delanteros es de 360 milímetros, ligeramente más grandes que los traseros, que son de 350. El diferencial trasero es autoblocante —mediante un embrague multidisco—, y sus aletas de refrigeración se pueden ver por debajo del coche (imagen).

El habitáculo es similar al del resto de la gama (Impresiones del interior del Serie 1 Coupé) salvo por el volante (con el botón M, cuyo funcionamiento explicamos en las Impresiones del interior), las inserciones decorativas del salpicadero, los guarnecidos de las puertas, el recubrimiento del cuadro de instrumentos —en tejido Alcantara— y los asientos, tapizados con piel «Boston», con costuras de color naranja y que me han parecido muy calurosos.

El equipamiento de serie incluye los faros de doble xenón y el diferencial autoblocante pero no el navegador (ficha de equipamiento). Puede llevar el sistema «BMW ConnectedDrive» que permite visualizar e-mails en la pantalla del navegador mediante una conexión Bluetooth de un teléfono móvil y utilizar los servicios de Google Maps para localizar diferentes establecimientos.

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El Serie 1 M Coupé se fabrica en el planta que BMW tiene en Leipzig (Alemania).