Es uno de los tres prototipos —junto con el Audi skysphere (un deportivo) y el Audi grandsphere (una berlina)— que Audi ha diseñado para «mostrar su visión de la movilidad premium del futuro».

El urbansphere está pensado para un uso urbano en ciudades de China donde el tráfico está muy congestionado (su desarrollo se ha llevado a cabo con la colaboración entre la central de Audi en Ingolstad y sus estudios de diseño en Pekín). No por ello tiene unas dimensiones moderadas. Al contrario, es muy grande pues mide 5,51 metros de longitud, 2,01 de anchura y 1,78 de altura. Es un vehículo hecho primeramente con la intención de que sus ocupantes viajen en un espacio amplio y confortable, donde sea posible trabajar o relajarse. De hecho, Audi dice que el interior del urbansphere es más grande que el de cualquier otro modelo de esta marca fabricado hasta la fecha.

Está equipado con tecnología de conducción autónoma de nivel 4 (reportaje de la conducción autónoma y sus cinco niveles), que el Grupo Volkswagen está desarrollando con CARIAD y prevé introducirla en el mercado en la segunda mitad de esta década. Ello permite que el volante se pueda ocultar (imagen) para favorecer la sensación de estar en un salón.

Sus puertas se abren en un ángulo próximo a 90 grados (imagen), con la peculiaridad de que las posteriores lo hacen en el sentido contrario al habitual. Entre ellas no hay un pilar, lo que favorece que los ocupantes entren o salgan del vehículo. Además, son recibidos con un sistema de iluminación que crea una especie de alfombra roja (imagen).

Hay cuatro asientos individuales que se pueden reclinar, girar, y tienen un reposapiernas extensible (imagen). También es posible enfrentar los delanteros a los traseros para crear una especie de salón. Entre las filas de asientos hay una pantalla de grandes dimensiones (ocupa toda la anchura del coche) que desciende para que los ocupantes posteriores puedan ver una película o hacer una videoconferencia. Cuando no está en uso se ve a su través ya que es transparente (imagen).

El salpicadero tiene un aspecto bastante limpio y su superficie es principalmente de madera. Sobre este material aparecen proyectadas todas las informaciones que necesitan el conductor y su acompañante. Debajo de la superficie de proyección hay una zona de sensores que permite cambiar entre un contenido y otro. Otro tipo de control novedoso es el MMI touchless response que está en los paneles de las puertas (imagen). Permite controlar una serie de funciones bien mediante contacto háptico o bien mediante una combinación de seguimiento gestual y ocular (hay un sensor dirigido al ojo).

Algunos materiales del interior están hechos con materiales que Audi dice que son sostenibles como la madera de carpe cultivada localmente y utilizando todo el tronco de árbol, o el tejido hecho a partir de bambú del reposabrazos entre otras piezas. También hay materiales reciclados como el ECONYL de los cojines de los asientos.

Las llantas también son muy grandes, de 24 pulgadas, y tienen un diseño que hace referencia al Audi Avus, un prototipo de 1995. La parrilla está cerrada ya que tiene este coche tiene menos necesidades de refrigeración que uno de combustión. Audi la ha aprovechado para poner un soporte luminoso denominado «Audi Light Canvas». Desde ahí se generan efectos luminosos que sirven como señalización y aviso para otros usuarios de la vía (imagen). A los lados están los faros, cuyo diseño simula la expresión de los ojos (Audi Eyes). No sólo son útiles para iluminar, sino que también se pueden adaptar para mostrar el estado de ánimo de los pasajeros y con ello la «mirada del coche». La luz de intermitencia hace la función estética de la ceja. 

Este prototipo está hecho utilizando la plataforma PPE (Plataforma Eléctrica Premium) que Audi ya ha presentado en algunos de sus prototipos eléctricos, como el A6 Avant e-tron concept (que estará a la venta en 2023) o los skysphere y grandsphere. Está preparada para disponer de suspensión neumática y de dirección a las ruedas traseras.

La batería tiene una capacidad superior a 120 kWh y la potencia conjunta de los motores eléctricos (uno situado junto al eje delantero y otro junto al trasero) es de 400 caballos. La tracción no es total permanente, sino que el motor delantero se puede desactivar para reducir el consumo energético. La arquitectura eléctrica funciona a 800 voltios y la batería a una potencia máxima de 270 kW. Según Audi «se puede pasar del 5 al 80 % en menos de 25 minutos». La autonomía estimada en ciclo WLTP es de 750 kilómetros.