Las impresiones del interior que escribimos cuando probamos la carrocería cupé son aplicables exactamente al R8 Spyder (más información). El mayor inconveniente es la falta de espacio disponible por detrás de los asientos, donde no hay hueco ni para dejar el abrigo. El maletero de 100 litros, situado en la parte delantera, es el único lugar de suficiente tamaño como para dejar un maletín si los dos asientos van ocupados (imagen).

Tampoco hay demasiados huecos para dejar bultos medianos. Una botella de agua de medio litro no puede ir situada en los posavasos centrales (al menos con la caja de cambios manual) ni hay lugar apropiado para colocarla en la bolsa de las puertas, que es estrecha y poco profunda. Esos posavasos situados entre los asientos son prácticamente el único lugar en el que pueden depositarse objetos en el interior del coche. Las bolsas de las puertas van ocupadas con los chalecos obligatorios.

Los dos coches que he conducido llevaban asientos deportivos, que sujetan muy bien a personas poco corpulentas como yo. No sé si son adecuados para espaldas anchas en personas de estatura media. A mí sí me resulta cómodo el apoyo para el pie izquierdo (en la prueba del R8 cupé contamos que no queda cómodo para todas las personas) si bien es cierto que con el asiento deportivo la sujeción lateral se clava en la pierna.

Los materiales empleados resultan atractivos a la vista, con un elevado aspecto de calidad en los detalles y en los remates. Los parasoles son muy pequeños como es habitual en este tipo de coches y llevan espejo en los dos lados. Se abaten en sentido contrario al habitual, desde adelante hacia atrás.

La visibilidad con la capota puesta es escasa, similar a la que se tiene con la carrocería cupé. La cámara posterior para las maniobras con marcha atrás es casi imprescindible. Con la capota quitada la visibilidad en incorporaciones en diagonal es mucho mejor, si bien incluso así es difícil tener una noción clara de los límites del coche. Por ejemplo, para aparcar marcha atrás en batería la cámara también es imprescindible.

El navegador lleva los mapas grabados en un DVD y no en un disco duro como sucede en los navegadores más modernos que ofrece Audi en otras versiones. El mando para gestionarlo está situado bajo la pantalla. Resultaría más cómodo entre los asientos.