Audi Q2 (2021) | Impresiones de conducción
El Q2 es destacable entre los coches similares por ofrecer un confort de marcha elevado gracias a un muy buen aislamiento de las fuentes externas de ruido y a una suspensión que filtra bien la rugosidad del asfalto. Es, por tanto, uno de los SUV pequeños más recomendables para quien quiera viajar en un ambiente refinado.
La versión que hemos probado es la 35 TFSI S tronic, es decir, la versión con motor de gasolina de 150 caballos y cambio automático de doble embrague. Este conjunto hace del Q2 un coche rápido y de conducción placentera en la gran mayoría de situaciones. Ha tardado 6,0 segundos en acelerar entre 80 y 120 km/h, que es un dato muy bueno. Un Ford Puma de 155 CV fue ligeramente más lento (6,3 segundos) y un Renault Captur E-TECH de 160 CV necesitó casi el mismo tiempo para la maniobra (5,9 segundos). En nuestra tabla comparativa de mediciones se puede comparar el Q2 con varios coches parecidos que también hemos probado.
No he conducido la versión de gasolina de 190 CV, pero con esta se puede circular a ritmo muy elevado y con una buena reserva de potencia sin que se eche en falta más. Creo que le será más que suficiente a la mayoría de usuarios; pocas veces durante los días de prueba me hubiera gustado tener la aceleración extra que pueda dar el motor más potente. El tacto del motor es bueno porque responde con rapidez y vibra poco. Por regla general es silencioso, aunque se deja oir con mucha intensidad cuando se acelera con fuerza.
El cambio automático hace que las transiciones entre marchas sean veloces, pero no consigue que el coche se mueva con suavidad a baja velocidad. En situaciones de ese tipo, como al maniobrar en un garaje, al aparcar o al moverse entre tráfico denso, lo normal es que el coche avance a tirones y sin fluidez. Creo que parte de la responsabilidad de que esto sea así también es del acelerador, que está calibrado de forma que responde de forma escasa en la primera mitad del recorrido y muy contundente en la segunda. Esto hace que a veces se acelere más de lo deseado cuando se quiere avanzar con suavidad o, al contrario, que al buscar que el coche se mueva con presteza hacia un hueco entre el tráfico, este se pierda porque ha tardado demasiado en responder. El tacto es un poco mejor con el modo de conducción Sport y aún peor en el Efficiency (el sistema Drive Select modifica, entre otras cosas, la respuesta del acelerador), pero en cualquier caso el problema persiste. Dicho esto, con práctica se va aprendiendo a mover el coche de la forma deseada (más o menos).
En nuestro recorrido de consumo por autovía, a 120 km/h de media y con desniveles grandes, gastó 7,3 l/100 km, que es un dato normal, idéntico al del Renault Captur de 160 CV mencionado antes, muy inferior al de un Kia XCeed de 140 CV (8,3 l/100 km) y superior al de un Nissan Qashqai de 160 CV (7,0 l/100 km). De nuevo, en la tabla de prestaciones se puede consultar el consumo de muchos coches parecidos.
Si se conduce con suavidad y de forma eficiente, es posible gastar en torno a 7,0 l/100 km o incluso un poco menos en un uso mixto. Ahora bien, si la conducción es poco eficiente o más rápida de lo normal, no es difícil alcanzar los 10,0 l/100 km. Entre repostajes, tras hacer 300 km a ritmo ágil por todo tipo de vías, yo obtuve un consumo medio de 10,5 l/100 km.
La suspensión trasera de las versiones con tracción delantera es más simple (ruedas tiradas por un eje de torsión) que en las de tracción total (paralelogramo deformable). En ambos casos la amortiguación puede ser de dureza variable. Nuestra unidad de pruebas tenía tracción delantera y amortiguadores de dureza fija. Con esta configuración, Audi ha conseguido un buen compromiso entre confort y precisión de reacciones. La conducción del Q2 se asemeja mucho a la del Audi A3 en casi todas las circunstancias. En una carretera de montaña se nota que el centro de gravedad está más alto, pero la carrocería se balancea poco y el coche responde con inmediatez a las indicaciones con el volante.
No he podido conducir mucho durante la noche, pero los faros LED parecen dar una iluminación muy buena gracias a un haz de luz intenso y regular. El sistema que realiza las transiciones entre cortas y largas consigue no deslumbrar a los usuarios de la vía que vienen en sentido contrario.
Las reacciones en la maniobra de esquiva son buenas. Las ayudas electrónicas reducen mucho la velocidad durante el ejercicio, pero el coche responde de manera progresiva y predecible. Hemos conseguido realizar la prueba a 77 km/h, que es una velocidad de entrada más bien alta.