El Audi A8 es una berlina de gran tamaño. Tiene una gama de motores desde 209 CV hasta 450 CV, dos Diesel y cinco de gasolina, todos acoplados a una caja de cambios automática.

Hay dos carrocerías que se distinguen por su longitud: la normal (5.062 mm) y una alargada (5.192 mm). Estas dos carrocerías tienen una diferencia de precio de unos 7.000 €, pero las alargadas incluyen un equipamiento mayor (ficha comparativa de las dos carrocerías en el 3.2 FSI). Ambas están disponibles con todos los motores excepto con el menos potente, el 2.8 FSI, que sólo está disponible con carrocería de tamaño normal; éste es el que hemos probado detenidamente.

Es un buen coche para viajar porque resulta cómodo y, en el caso de la versión que hemos probado, las cualidades dinámicas son satisfactorias. Un Lexus LS puede ser un coche más recomendable para viajar porque es más silencioso y más cómodo de suspensión. Lo que menos nos ha gustado del A8 que hemos probado es que las juntas de dilatación de autopista y otro tipo de irregularidades se notan con claridad en el interior; esta afirmación es válida al menos para el A8 2.8. En carreteras lentas, es ágil para su tamaño.

Los precios del A8 están comprendidos entre 67.740 € y 136.620 €. Tomando como referencia la versión 4.2 FSI, el A8 cuesta poco más que el Lexus LS 460 Premium y considerablemente menos que un BMW 750i o un Mercedes-Benz S 500. Pero si igualamos el equipamiento que tienen de serie (ficha comparativa), su precio es mucho mayor que el del Lexus y próximo al del BMW.

El A8 tiene una lista de equipamiento opcional amplia, con elementos de coste elevado. Algunos de ellos son: frenos cerámicos (aproximadamente 10.000 €); nevera con capacidad para dos botellas de 1 litro y dos vasos (unos 2.500 €); dos pantallas traseras, reproductor de DVD con mando a distancia y 2 juegos de auriculares (6.205 € en el 2.8 FSI); sistema de sonido Bang&Olufsen con 14 altavoces (7.330 € en el 2.8 FSI); o un paquete que incluye cuero en todo el salpicadero, en la consola y en las puertas (en función del tipo de piel tiene un precio de hasta 26.035 €).

Hay siete motores disponibles. Las versiones de gasolina son: 2.8 FSI (209 CV), 3.2 FSI (260 CV), 4.2 FSI (350 CV), S8 5.2 FSI V10 (450 CV; informamos de él en este otro artículo) y 6.0 (450 CV). Los Diesel son el 3.0 TDI (233 CV) y 4.2 TDI (326 CV).

El 2.8 FSI tiene tracción delantera, el 3.2 FSI delantera o total (quattro) y los demás siempre tienen tracción total. Los de tracción total tienen un cambio automático de convertidor de par hidraúlico y seis velocidades, denominado «Tiptronic»; los de tracción delantera tienen uno automático de variador continuo llamado «Multitronic».

La caja de cambios «Multitronic», además del funcionamiento con variador (donde no hay relaciones fijas entre la velocidad del coche y el régimen del motor), se puede manejar con siete relaciones fijas, lo que equivale funcionalmente a un cambio de marchas que se pueden seleccionar manualmente.

El A8 de precio más bajo y más económico de consumo es el 2.8 FSI. La diferencia de precio entre esta versión y las dos siguientes (por precio y potencia, el 3.2 FSI o el 3.0 TDI) es de algo más de seis mil euros (ficha comparativa).

Por la buena relación entre prestaciones y consumo, y por esta diferencia de precio, el 2.8 FSI me parece una opción muy interesante porque sus prestaciones son suficientes para un uso normal y porque resulta claramente más suave y silencioso que el Diesel. El 3.0 TDI tiene de serie tracción total; eso sólo es una ventaja cuando la adherencia es muy baja, en condiciones normales no lo es.

El modelo más parecido por tamaño y potencia es el Chrysler 300C 2.7 V6 (193 CV). Los siguientes son el Jaguar XF 3.0 V6 (238 CV) y el Volkswagen Phaeton 3.2 V6 (241 CV). Los tres tienen un consumo muy superior al del Audi y ninguno de ellos es más rápido (ficha comparativa).

La versión 4.2 TDI se distingue por un empuje contundente y por dar una gran sensación de avance sin esfuerzo. En carretera es suave y silencioso, en ciudad o cuando se circula despacio se nota claramente el sonido a Diesel y unas vibraciones que se sienten como hormigueo en el suelo de coche e incluso en el asiento.

En 2007, con la introducción de la gama 2008, Audi añadió a la gama la versión con motor de gasolina 2.8 FSI, hizo algunas correcciones mecánicas y actualizó el equipamiento, principalmente en elementos de seguridad.

Los

cambios exteriores con relación al anterior A8 fueron funcionales y de equipamiento. Los pilotos con diodos combinan la decoración y las ventajas que tiene esta técnica con relación a los pilotos de bombilla. Las versiones con motor de seis cilindros tienen la rejilla del radiador de color negra. Las que tienen motor de ocho cilindros tienen las láminas horizontales de la rejilla cromadas. El doce cilindros tiene cromadas las láminas verticales.

Interiormente no hubo cambios funcionales, pero sí nuevas combinaciones de color para la tapicería y los remates del salpicadero y las puertas.

En el equipamiento de seguridad hay dos elementos que no podía tener el A8 hasta la gama 2008: el asistente para cambio de carril (como el del Q7) y la alerta por cambio involuntario de carril. El asistente para cambio de carril tiene un radar que detecta si otro vehículo se acerca por un carril paralelo (más información). La alerta por cambio involuntario de carril controla mediante una cámara de luz visible si el coche va a abandonar el carril (más información).