Audi A4 (2020) | Impresiones de conducción
La sensación que deja el A4 2020 es muy parecida a la del anterior modelo y se podría resumir en: el coche va bien. No hay nada especialmente reseñable si se da por hecho que es un coche cómodo, con buena estabilidad y un paso por curva eficaz. Estas apreciaciones las tengo tras conducir una versión A4 Avant 40 TDI quattro S tronic, que tiene 204 CV, tracción total y cambio automático.
Este A4 obedece sin dificultad a lo que se indica y puede pasar por las curvas a una velocidad alta antes de empezar a no poder mantener la trayectoria. La dirección —tiene buen tacto y es directa— colabora en que se tenga una sensación de control y seguridad elevada en todo momento, sensación que el A4 proporciona en vías con curvas cerradas y en las que son amplias y se pueden tomar a velocidades elevadas. Esto es así al menos con los neumáticos Continental ContiSportContact6 de proporciones exageradas (245/40 R19) que llevaba la unidad que hemos probado. Estos neumáticos Continental nos han dejado una buena impresión.
La versión 40 TDI tiene un motor Diesel de dos litros, cuatro cilindros y 204 CV. Según nuestras mediciones no ha sido un coche rápido para esa potencia, pero es más que suficiente para adelantar en poco tiempo o mantener ritmos de viaje elevados, independientemente de la orografía. El motor se oye poco y no molesta, al igual que ocurre con las vibraciones, que son pequeñas y prácticamente pasan desapercibidas.
En el paso de 80 a 120 km/h ha sido casi igual de veloz que un BMW Serie 3 320d xDrive (190 CV y carrocería berlina) y 1,1 s más lento que un Mercedes-Benz C 220 d (berlina, 200 CV y tracción trasera). La carrocería familiar del Audi no es una desventaja por lo que pesa, que es lo mismo que el BMW y menos que el Mercedes. La única diferencia que puede justificar la mayor aceleración podría estar en la aerodinámica, con un Cx claramente mejor en el caso del Clase C (aunque casi igual que el del BMW). Ficha comparativa de los tres. Como también se puede ver en esa ficha, el dato oficial de aceleración es mucho peor en el Audi que en los otros dos.
El cambio automático es de doble embrague y siete relaciones. La séptima no se puede engranar por debajo de 80 km/h, por eso no aparece ese dato en el apartado de mediciones propias. El cambio cumple de sobras por rapidez y casi siempre por suavidad. Desconozco si es una característica de la unidad que hemos probado o algo debido a los kilómetros que tenía el coche (casi 15 000, más de lo habitual en los coches de pruebas), pero en ocasiones, pocas, desembraga con algo de brusquedad.
El consumo es moderado siempre. En el trayecto comparativo por autovía ha gastado 5,5 l/100 km, que es lo mismo que gastó el Serie 3 y medio litro más que el Clase C.
Durante la presentación mi compañero Enrique Calle condujo brevemente la versión 45 TFSI, que tiene motor de gasolina de 245 CV. De ella dijo que, aunque tiene buena reserva de aceleración, no tiene un funcionamiento particularmente suave.