El Audi A3 35 TFSI tiene un motor de gasolina de 1,5 litros de cilindrada, sobrealimentado por un turbocompresor. El cambio de marchas es manual de seis relaciones y la tracción a las ruedas delanteras. 

La unidad que hemos probado tenía la suspensión de serie: en opción se puede elegir una deportiva de dureza fija que reduce la altura de la carrocería en 15 mm y otra con amortiguadores cuya resistencia se puede controlar electrónicamente. Las ruedas de serie son unas 225/50 R16 y la unidad probada tenía las opcionales de medidas 225/40 R18.

Lo que ha conseguido Audi con el A3 es que la conducción resulte agradable sin destacar en nada en particular. La suspensión de serie da buen resultado ya se conduzca despacio o a ritmo ágil. No parece demasiado blanda, aunque quien busque que la carrocería se mueva poco en conducción rápida por curvas lentas, quizá deba elegir alguna de las opcionales. Con la configuración de serie, reacciona con seguridad en condiciones difíciles (así ocurrió en nuestra habitual maniobra de esquiva en circuito).

Aunque el Audi A3 Sportback tiene una puesta a punto de la suspensión satisfactoria, hay rivales que lo superan. Es el caso del Ford Focus, que es delicioso para viajar por la confianza y seguridad que da en vías rápidas. El BMW Serie 1 tiene una calidad de rodadura que también me parece superior a la del Audi. Las suspensiones del Ford y del BMW contrarrestan un poco mejor las irregularidades y estas afectan en menor medida a la trayectoria. El Mercedes-Benz Clase A no llega al nivel de suavidad de marcha del BMW, aunque también reacciona muy bien y la puesta a punto del chasis es muy buena. El silencio de rodadura del Audi es muy parecida a la del SEAT León (es difícil precisar más porque no los he comparado a igualdad de neumáticos).

El Audi A3 35 TFSI tiene un motor que difícilmente defraudará. Tiene un consumo de carburante bajo y permite circular con mucha agilidad. Su entrega de potencia es muy buena ya que sube de régimen con fuerza y rapidez. Además, es de esos motores que responden con inmediatez a cada golpe de gas, por lo que es más agradable de llevar que los que responden con mayor lentitud (que es lo que pasa a veces en los de tres cilindros; este Audi lleva uno de cuatro). No tiene mucha fuerza para salir con agilidad desde parado (especialmente en rampa), pero tampoco tiene tendencia a calarse. Me ha parecido que el ruido que llega al interior procedente del motor es más reducido que en el SEAT León.

La unidad que he probado tiene cambio de marchas manual (también se puede elegir con cambio automático, que va necesariamente unido a un sistema de hibridación ligera). Su manejo es correcto, sin destacar por nada en particular: las marchas entran bien y con rapidez si así lo desea el conductor.

Según nuestras mediciones, el A3 35 TFSI ha necesitado 6,2 segundos para pasar de 80 a 120 km/h y, en nuestro recorrido de consumo por autopista, ha gastado 6,0 l/100 km. Ambos son datos buenos en términos absolutos, aunque están igualados (e incluso ligeramente superados) por algunas alternativas. En la tabla siguiente hay un resumen:

Al margen del consumo que hemos obtenido en nuestro recorrido por autovía, la impresión que tengo del Audi A3 35 TFSI, es que normalmente gasta poco sin que en conductor tenga que conducir despacio o con gran suavidad. El consumo entre repostajes puede estar por encima de 7,0 /100 km, pero no es lo normal salvo que se conduzca mucho por la ciudad o a ritmo rápido por carretera.

A continuación están las impresiones de Alfonso Herrero del Audi A3 30 TDI que condujo durante la presentación internacional a los medios:

He conducido durante algo más de un centenar de kilómetros un A3 30 TDI (116 CV, tracción delantera y cambio manual) con el nivel de equipamiento S Line (suspensión deportiva y llantas de 18”). Lo más destacable es lo poco que gasta: resulta muy sencillo obtener consumos inferiores a 5 l/100 km sin esforzarse para lograrlos, tan solo conduciendo con normalidad; e incluso bajar de cuatro litros si las condiciones no son exigentes (carretera sin desniveles y velocidades máximas que no superen los 100 km/h) y se es cuidadoso con el acelerador y el freno.