Audi A3 Sportback 30 g-tron (2019) | Información general
El Audi A3 Sportback 30 g-tron tiene un motor de combustión de 131 CV de potencia máxima preparado para funcionar con dos carburantes: gas natural comprimido (GNC) y gasolina.
Está en venta por 30 920 euros, es decir, por 1500 euros más que un A3 Sportback 30 TFSI de 116 CV y por 600 euros menos que un 35 TFSI de 150 CV, todos con cambio automático S tronic. Sus prestaciones también están en un término medio (ficha comparativa). Las ventajas del 30 g-tron son que el gasto de dinero en carburante por cada kilómetro recorrido es significativamente inferior (lo hemos comprobado con un SEAT León 1.5 TGI, que tiene el mismo motor) y que le corresponde el distintivo ambiental ECO de la DGT, gracias al cual se beneficia de ciertas ventajas fiscales y de circulación en algunas ciudades.
Las mayores desventajas son que la red de abastecimiento de GNC es pequeña (aquí se pueden consultar los puntos de repostaje en España) y que la presencia de los depósitos de gas reducen el volumen del maletero en 100 litros (tiene 280 litros en vez de los 380 de cualquier otro A3 Sportback).
El motor es el mismo de cuatro cilindros y 1,5 litros de cilindrada del A3 Sportback 35 TFSI, aunque adaptado para que pueda funcionar correctamente con GNC. Para ello, Audi ha modificado la cabeza de los cilindros (ahora son más resistentes), el turbocompresor (es más ligero), el sistema de inyección y el catalizador de los gases de escape.
El GNC se almacena en tres depósitos, dos de ellos con 6,65 kilogramos de capacidad situados bajo el piso del maletero y otro con 4 kg de capacidad colocado bajo la banqueta de los asientos traseros (la capacidad de almacenamiento total son 17,3 kg). La autonomía del A3 Sportback 30 g-tron utilizando únicamente gas es, bajo las condiciones del ciclo de homologación WLTP, 411 km (consumo medio de 4,2 kg de GNC por cada 100 km). El depósito de gasolina es de 9 litros, de manera que únicamente sirve como reserva para llegar a un punto de abastecimiento de GNC.
La capa exterior de los dos depósitos de 6,65 kg está hecha de plástico reforzado con fibra de vidrio (esta capa se vuelve blanca si es dañada, por ejemplo, en un accidente), la intermedia de plástico reforzado con fibra de carbono y la interna de poliamida, un compuesto por el que el gas no puede permear. Según Audi, esta combinación de materiales los hacen 66 % más ligeros que si fueran de acero. La presión de trabajo en el interior de estos depósitos es de 200 bares (a 15 ºC; esta presión se reduce a valores de entre 5 y 10 bares antes de llegar al motor). Antes de ser instalados en el vehículo, estos tanques de gas se someten a una presión de 300 bares para comprobar que no haya fallos de construcción. El depósito de 4 kg restante está hecho de acero.
Las alternativas más parecidas al A3 Sportback 30 g-tron son el SEAT León 5p 1.5 TGI y el Škoda Octavia Combi 1.5 TSI (no ha Octavia Berlina a gas natural). Ambos utilizan exactamente el mismo sistema de impulsión y están disponibles por un precio mucho más bajo (ficha comparativa).
El A3 Sportback 30 g-tron reemplaza al A3 Sportback g-tron que estuvo a la venta hasta mediados de 2018. El anterior modelo tenía un motor de 1,4 litros de 110 CV y menor autonomía en modo GNC porque solo disponía de dos depósitos de almacenamiento de gas. En cambio, su depósito de gasolina era mucho más grande, 50 litros. El nuevo modelo es más rápido acelerando (tarda 1,4 segundos menos en pasar de 0 a 100 km/h) y alcanza una velocidad máxima 14 km/h más alta (ficha comparativa)