Audi A3 3p TDI 130 CV Ambition (2000) | Esta versión es más estable que cómoda
Una suspensión no es dura o blanda en términos absolutos, sino con relación a distintos factores. El más importante de todos ellos es el peso del coche. El A3 TDI, como casi todo Diesel, necesita unos muelles menos flexibles porque el motor pesa más, y unos amortiguadores cuya resistencia al movimiento sea adecuada a la flexibilidad del muelle. Eso no quiere decir que la suspensión sea funcionalmente más «dura» que la de un gasolina.
No obstante, la versión que hemos tenido de prueba era «Ambition», cuya suspensión es menos flexible que las de las versiones «Ambiente» o «Attraction» (es una opción en estas dos últimas, por 43 o 45 mil pesetas). Además, tenía las ruedas opcionales con llantas de 16 pulgadas y neumáticos 205/55 (113 mm de perfil).
Con esa suspensión y esas ruedas, el A3 tenía una buena respuesta al volante, y poco movimiento de carrocería en frenada (cabeceo) o curva (balanceo). Ahora bien, como ocurre con otros Audi, la suspensión normal es tirando a blanda y la llamada «deportiva» resulta seca. Cuando el coche pisa irregularidades del suelo pequeñas (movimiento rápidos de la rueda), transmite demasiado ese movimiento a la carrocería. La rueda que lleva de serie esta versión (205/60 15, 123 mm de perfil) puede compensarlo en parte, pero no del todo. Las otras dos versiones tienen de serie ruedas de 195/65 15 (127 mm de perfil).
En este caso no me atrevo a recomendar una u otra suspensión; la del Attraction y Ambiente puede disgustar por blanda, y la del Ambition por seca. En todo caso, me parece que para la mayoría es preferible las rueda de 15".
Por lo demás, el coche tiene una buena seguridad activa. No reacciona bruscamente y mantiene bien la trayectoria en carreteras rápidas (a pesar de su batalla corta), la frenada es estable incluso en curva (aunque no a cualquier velocidad ni en cualquier curva) y tiene control de estabilidad como equipo de serie. Por subvirador, es poco ágil en carreteras lentas.