Audi A3 3p TDI 130 CV Ambition (2000) | Carrocería: bien de presentación y funcionamiento
Bueno pues, dicho todo eso, la impresión de calidad que me deja un A3 es mayor que la de cualquier otro coche de su tamaño, incluido el Golf. Hay cosas evidentes, como el tipo de superficie de los plásticos (de reflejo mate); otras es más difícil verlas a primera vista (cómo está cosido el cuero del volante). Hay algunas que realmente no tienen importancia, como la manera en que está ralentizado el movimiento de un asidero de techo (parece que lleva más silicona que un León, por ejemplo); otras sí son prácticas, como la forma en que bascula el asiento delantero. En conjunto, el aspecto de «coche bien hecho» que da el A3 es notable. Y eso significa bien que Audi hace mejor los coches mejor, o bien que sabe lo que hay que hacer para que lo parezca.No puedo asegurar que la probabilidad de que se rompa un A3 sea menor que en otros coches. De hecho, es seguro que parte de los que compren un A3 van a tener algún tipo de problema. Por ejemplo, durante la prueba, en carretera y con una fuerte lluvia, se me quedaron parados los limpiaparabrisas (mucho susto); tuve que quitar el contacto y volver a arrancar para ponerlos en marcha. Las incidencias o defectos que he visto en todos los A3 que he llevado son pocas; menos que en coches de otras marcas. Esto no se puede trasladar directamente al coche de un usuario normal, porque los coches de prueba siempre son nuevos y están revisados (en todas las marcas). Es decir, no sé cómo va un A3 viejo con relación a un Xsara viejo, por ejemplo.
El puesto de conducción de esta versión no es del todo satisfactorio. El asiento queda, incluso en su posición mínima, más alto que en un A3 normal. A algunos conductores les puede molestar (a otros no), bien porque pierden de vista la parte superior de la instrumentación, o bien porque quedan altos con relación a los pedales.
La versión Ambition que hemos probado tienen un «asiento deportivo», con la opción de tapicería de cuero («Vachette» 224.000 pesetas). Este asiento sujeta muy bien el cuerpo, tanto la espalda como las caderas. Pero la parte plana de la banqueta mide 29 cm y tiene a cada lado un resalte muy poco mullido. El problema es que, quien no quepa en esos 29 cm, queda apoyado sobre los dos resaltes, que ceden muy poco. En trayectos cortos no se nota, pero quien pase muchas horas al volante puede sentirse muy incómodo, porque el peso de su cuerpo descansa sobre una superficie muy pequeña y, por tanto, la presión se concentra en la piernas en lugar de en las posaderas.
La instrumentación es casi exacta (otro detalle que distigue a Audi), pero no incluye de serie ordenador. Es una de las cosas que se echan de menos en un coche de este precio además de: limpiaparabrisas automático, asientos con ajuste lumbar o retrovisor interior antideslumbramiento.
El espacio en las plazas delanteras es suficiente incluso para personas muy altas, atrás resulta escaso por espacio para las piernas (especialmente con estos asientos) y el maletero está por debajo de la media. Además de con tres versiones de equipamiento, el motor TDI de 130 CV se puede montar con carrocería de tres o cinco puertas; tracción delantera o total; y caja de cambios manual o automática, aunque no existe cualquier combinación de estas variables.