Audi inicia en junio la venta de la versión 1.2 TDI de su modelo A2, que utiliza el mismo motor que llevan el Volkswagen Lupo 3L y el Seat Arosa 3L para conseguir un consumo homologado inferior a 3 litros (2.99 l de consumo combinado). Igual que en el Lupo y Arosa, y además del motor, este A2 incluye modificaciones en carrocería, equipamiento, y caja de cambios, para rebajar el consumo.

Audi ha bajado el coeficiente Cx hasta 0.25, gracias a tapar algunas entradas de aire en el frontal (con un rediseño de la refrigeración del motor), al uso de neumáticos estrechos (145 14"), a un estrechamiento de las aletas acorde a estas nuevas ruedas y a modificaciones en el fondo del coche para reducir las turbulencias.

La carrocería es de aluminio (como la de un A2 normal), incluyendo puertas y aletas, y se ha utilizado la soldadura por láser (pincha aquí para ver más información sobre el bastidor del Audi A2). Con relación al 1.4 TDI, cambian algunas partes de la suspensión (subchasis, brazos de suspensión y soportes de muelles), pinzas de freno, tambores y llantas; todas estas piezas son de aluminio y permiten ahorrar unos 80 kg. En el interior también se usa el aluminio y estructuras tipo «sandwich» en los asientos y soportes. El depósito también es más pequeño para rebajar peso: de los ya escasos 34 litros de las otras versiones, pasa a sólo 21 litros. El equipamiento también se ha rebajado; ahora el aire acondicionado con climatizador es opcional, y otros elementos de lujo ya no son de serie. En total, el peso se ha rebajado desde 990 kg en la versión 1.4 TDI hasta 855 en esta nueva versión 1.2 TDI.

El motor turbodiésel tiene tres cilindros, igual que el 1.4, aunque sus cotas son menores (diámetro x carrera 76,5 x 86,4). Lleva inyección directa por sistema bomba-inyector que trabaja con presiones de hasta 2050 bares, turbo de geometría variable, intercooler y dos válvulas por cilindro. La potencia máxima es de 61 CV a 4000 rpm, y el par máximo es de 140 Nm entre 1800 y 2400 rpm. Para mantener un peso bajo está construido en aleación de aluminio, tanto el bloque como la culata. De momento, sólo cumple la normativa de emisiones Euro 3, como ocurre con cualquier Diesel.

La caja de cambios es de cinco velocidades, con un control electrónico en el que se basa parte de la economía de consumo. Lleva un embrague bidisco como el de un cambio manual, pero de funcionamiento automático (no tiene pedal de embrague). Funciona de tres maneras: uno manual secuencial (de tipo «Tiptronic»), y dos automáticos: normal y «Eco».

Con un botón se puede cambiar al modo «Eco». Al hacerlo, el motor se detiene si el coche está parado y el freno pisados más de cuatro segundos; arranca automáticamente al soltar el freno. En marcha, el motor se desconecta del cambio si el conductor no pisa el acelerador, para evitar la retención; al pisar el freno vuelve a engranar el motor, precisamente para aprovecharla. Es en este modo de funcionamiento cuando se puede conseguir el consumo menor de 3 litros. Todas estas características son iguales a las del Lupo 3L TDI y el Arosa.

Si ya había pocos rivales para el A2 en su versión normal, aún hay menos para esta versión. Por tamaño, existen el Toyota Yaris Verso y el Mazda Demio, pero no tienen versión Diesel.

Algo más grande es el Mitsubishi Space Star Di-D, y algo más pequeño, el Mercedes Clase A 160 CDI, del que ahora hay una versión alargada que casi coincide en medidas con el A2. En todo caso, no hay ninguno con un motor de parecidas cualidades, ni por tamaño, ni por consumo, ni por tipo de carrocería (aluminio). El precio del Audi A2 1.2 será muy semejante al del 1.4, a igualdad de equipamiento.