Audi A1 Sportback (2012) | Impresiones de conducción
El Audi A1 Sportback es una de las mejores opciones que hay actualmente en el mercado entre los turismos de pequeño tamaño para aquellos que disfruten con la conducción porque tiene unas cualidades dinámicas sobresalientes: es ágil y estable, tiene un tacto de dirección excelente, está bien insonorizado y es cómodo de suspensión, incluso con la deportiva que llevan las versiones «Ambition», que es más firme que la de serie —variantes «Attraction»—.
La suspensión deportiva es más firme que la de la mayoría de modelos de similar tamaño, pero no resulta incómoda en ningún caso. Además, sujeta muy bien la carrocería, algo muy de agradecer cuando se circula por carreteras reviradas. El A1 Sportback tiene una respuesta muy buena y es agradable de conducir tanto en ciudad, porque maniobra en poco espacio y se aparca bien, como en carreteras y autovías, porque tiene una estabilidad lineal sobresaliente y buen tacto de dirección.
Hay otra suspensión opcional aún más dura, la del paquete de equipamiento «S line», que no hemos probado y por lo tanto no podemos opinar sobre su conveniencia.
La visibilidad desde el puesto de conducción es buena en todas direcciones, aunque en ciertas intersecciones los montantes delantero y central del techo pueden dificultar la visión —me sucedió en un par de ocasiones—. Aunque la luneta es pequeña, la visibilidad hacia atrás es buena.
Todas las impresiones que publicamos sobre la respuesta del A1 de tres puertas son extensibles al A1 Sportback (más información).
1.2 TFSI de 86 CV
Esta versión del A1 Sportback es suave y silenciosa. Responde bien al acelerador, permite salir con rapidez desde parado y mueve bien el coche.Tiene fuerza a cualquier régimen, pero especialmente por encima de 2000 rpm. Circulando en marchas largas, por ejemplo a 60 km/h en 4ª o en 5ª a partir de 70 km/h, la respuesta es suficiente como para poder moverse al mismo ritmo del resto del tráfico, o más, sin ningún problema.
La reserva de aceleración es buena en todo momento, lo que permite realizar adelantamientos en poco espacio. Únicamente es posible que se eche en falta algo más de potencia si se viaja con el coche cargado, con cuatro adultos y el maletero lleno, por ejemplo, sobre todo en grandes subidas en autovías y autopistas.
Según nuestras mediciones es un modelo rápido. Da unas capacidad de aceleración máxima similar a las de modelos de mayor potencia, de unos 100 CV, aunque con motores sin turbocompresor (se nota que el motor del A1 tiene turbocompresor por la fuerza que tiene). Comparado con un Fiat 500, en su versión TwinAir de 85 CV, el A1 Sportback es algo más rápido acelerando de 80 a 120 km/h (tabla de prestaciones) y eso que es más grande y pesa más (ficha comparativa). La principal diferencia entre ambos, además del tamaño y el peso, es que el motor del Audi es de cuatro cilindros y el del Fiat es de dos cilindros.
Las recuperaciones desde marchas largas, según nuestras mediciones, también son buenas, aunque no tanto como las del 500. En ese caso sí que se nota la menor longitud y los 135 kg menos de peso del Fiat. Aún así, recupera mejor que modelos de 90 a 100 CV como el SEAT Ibiza, el Suzuki Swift, el Lancia Ypsilon o el Mazda2 (tabla comparativa).
Sobresale más por su capacidad de aceleración que por consumo. Esta versión de 86 CV del A1 Sportback gasta lo normal para su tamaño y potencia, según hemos podido comprobar en nuestro habitual recorrido para medir el gasto de carburante —un trayecto de ida y vuelta por autopista de 143,3 km con pendientes grandes—. Hay algunos modelos similares que consumieron ligeramente menos, igual que hay otros que consumieron más, tal y como se puede ver en la siguiente tabla:
Datos de consumo. Mediciones de km77.com | ||
Modelo | Velocidad media (km/h) | Consumo (l/100 km) |
KIA Picanto 1.2 (85 CV) | 121 | 6,3 |
Audi A1 1.4 TFSI 122 CV | 120 | 6,8 |
Nissan Micra 1.2 80 CV | 120 | 6,8 |
Volkswagen Polo 1.4 85 CV DSG | 117 | 6,8 |
Audi A1 Sportback 1.2 TFSI 86 CV | 120 | 6,9 |
SEAT Ibiza 1.6 105 CV | 120 | 7,1 |
Ford Ka 1.2 69 CV | 118 | 7,2 |
Fiat 500 Twin Air 85 CV | 120 | 7,4 / 7,2 (Modo «Eco») |
Citroën C3 1.4i 73 CV | 120 | 7,6 |
El KIA Picanto, el Ford Ka y el 500 son algo más pequeños que el A1 Sportback. Los demás que figuran en la tabla que hay sobre estas líneas tienen un tamaño parecido al del modelo de Audi.
En ciudad, en una utilización normal, el consumo del A1 Sportback 1.2 TFSI de 86 CV es de entre 8,0 y 8,5 l/100 km.
La unidad de pruebas que tuvimos tenía un equipo de frenos sobresaliente. Así lo demuestra el hecho de que, según nuestras mediciones, es de los pocos coches de entre 3,80 y 4,20 metros que hemos probado que frenan desde 120 km/h hasta parado en menos de 51 metros, junto al MINI y el A1 de tres puertas (tabla comparativa). Tenía unos neumáticos Continental ContiPremiumContact2, en medidas 215/45 R16 90V, que daban una adherencia muy buena.
Esta versión del A1 Sportback lleva una caja de cambios manual de cinco relaciones, de tacto excelente. Tanto los errores en la medición de distancia y consumo como los del velocímetro son pequeños (más información).
Aquellos a los que el motor 1.2 TFSI de 86 CV se les quede corto y necesiten algo más de reserva de aceleración puede optar por la variante de gasolina de potencia intermedia: 1.4 TFSI de 122 CV —hay otra de 185 CV—. Su mayor inconveniente frente a la versión de 86 CV es el precio, casi 3000 € superior.
Quizá la alternativa más lógica es la variante de motor Diesel 1.6 TDI de 90 CV. Supone tener que desembolsar 1500 € más que por la de gasolina de 86 CV. Como la diferencia de consumo entre una y otra son 1,3 l/100 km, según cifras homologadas (ficha comparativa), y con los actuales precios de los carburantes —a fecha de mayo de 2012—, el Diesel empieza a compensar cuando se han realizado unos 100 000 km.
Mi compañero Enrique Calle pudo conducir brevemente en la presentación esta variante del A1 Sportback, que se distingue por tener el sistema de desconexión de cilindros «Cylinder on demand» —pasa de cuatro a dos cuando las circunstancias lo permiten para que el consumo sea menor—. Aquí están sus impresiones:
«El paso de dos a cuatro cilindros y viceversa se realiza con total suavidad. El conductor no advierte el cambio, salvo por un indicador en la instrumentación. Para que el motor funcione con dos cilindros el régimen debe estar entre 1400 y 4000 rpm y solo ocurre cuando se solicita muy poca aceleración, generalmente en llano y a baja velocidad. Cuando hay un pequeño repecho, y se pisa el acelerador lo necesario para no perder velocidad, lo normal es que el motor cambie al modo de funcionamiento de cuatro cilindros.
En general, hay que ser muy suave con la conducción para aprovechar la ventaja que supone este sistema. Según Audi, el mayor ahorro que aporta se da a velocidad sostenida y baja: asegura que a 50 km/h constantes el ahorro puede ser de hasta 1,0 l/100 km. En autopista, a unos 120 km/h, la disminución del gasto debe ser pequeño, si es que existe, porque normalmente funcionan todos los cilindros. La desconexión no ocurre durante las frenadas y en las pendientes descendentes para que haya más freno motor.
El motor 1.4 TFSI de 140 CV lo he probado en combinación con el cambio automático de doble embrague «S tronic» de siete velocidades. En ciudad, este cambio tiene tendencia a engranar marchas muy largas, que hacen que el motor gire a menos de esas 1400 rpm indispensables para que la desconexión de cilindros pueda entrar en funcionamiento. Si utilizamos el cambio de forma manual —accionando las levas tras el volante o la palanca— para mantener el motor a un régimen mayor, se puede circular durante más tiempo con el motor funcionando con dos cilindros. No sé si en este caso conducir de esa manera supondrá algún ahorro de carburante o es preferible que el motor funcione a un régimen inferior aunque sea con todos los cilindros activados».