Alfa Romeo 159 Sportwagon (2006) | Impresiones de conducción
La principal cualidad que tiene el 159 es la estabilidad. Además, la suspensión consigue un excelente compromiso entre firmeza, para evitar movimientos excesivos de la carrocería, y suavidad, lo que da confort a los pasajeros.
En vías rápidas y con el firme en buen estado, la estabilidad está a la altura de los mejores, como BMW Serie 3. Si el firme está mal, con el coche fuertemente apoyado en curva, se aprecia cómo la dirección se vuelve más ligera y el coche tiende a desviarse ligeramente de la trayectoria, aunque no en mayor medida que otros coches, como un Audi A4.
Cuando hay baches suceden dos cosas, por un lado que el coche tiene más dificultad que otros para mantener la trayectoria; por otro, que se siguen notando golpes en la dirección, como en el 156, el 147 o el GT. Ésta no es la única circunstancia en la que se notan estos golpes; cuando se acelera con decisión a la salida de curvas lentas también sucede, aunque el suelo no esté bacheado.
La suspensión es más blanda de lo normal en turismos de este tamaño y potencia. A mi me ha parecido muy agradable porque filtra con suavidad los baches y no resulta seca en ningún momento. Un BMW 320d o un Lexus IS 220d son más duros, un Toyota Avensis es claramente más blando.
A pesar de no tener una suspensión firme, va bien en carreteras lentas. La carrocería no se balancea en exceso y entra bien en las curvas. Cuando ya está apoyado no resulta subvirador y permite cerrar algo más la trayectoria. No es un coche muy sensible a la deceleración en curva. Una característica del 159 es tiene las vías muy anchas en relación a la longitud del coche..
El control de estabilidad está programado de tal forma que no molesta si se realiza una conducción ágil. Tanto el control de tracción como el de estabilidad son desconectables.
Los frenos, de disco en las cuatro ruedas, detienen el coche en pocos metros, según nuestras mediciones. Durante la prueba han aguantado satisfactoriamente un trato más exigente que el normal, aunque con el coche poco cargado. Los neumáticos eran Pirelli PZero Rosso 225/50R17 98Y, que daban una adherencia muy buena.
La iluminación que proporcionan los faros de xenón es muy buena, tanto las cortas como las largas. Los retrovisores exteriores tienen un tamaño generoso y se pueden plegar eléctricamente.
Como otros Alfa Romeo, este 159 tiene el inconveniente de un diámetro de giro amplio, que lo hace poco maniobrable.
El motor Diesel de 200 CV (actualmente hay una versión de este motor con 209 CV) es interesante desde el punto de vista de las prestaciones y el consumo. Con él, el 159 tiene una reserva de aceleración grande incluso a alta velocidad.
Según nuestras mediciones acelera de 80 a 120 km/h en el mismo tiempo que modelos con motor de gasolina, como el Saab 9-3 2.8 V6. El Diesel de potencia y tamaño más semejante que hemos probado es el Opel vectra GTS 3.0 V6 CDTi, que tiene 184 CV y pesa 1650 kg (55 kg menos que el Alfa); no es tan rápido como el 159. En cambio, en las recuperaciones en sexta sale peor parado. Esto se puede deber a la mala relación entre peso y potencia que tiene el coche cuando el motor funciona a un régimen muy bajo. A 80 km/h en sexta el motor gira a 1.470 rpm.
El consumo es bajo para tratarse de un coche de su peso, cilindrada y potencia, pero no gasta poco en términos absolutos. En el recorrido que hago por autovía ha gastado 8,0 l/ 100 km (7,9 según el ordenador) a una velocidad media de 136 km/h. En ciudad, según el tráfico, el consumo puede variar entre poco más de 10 l/100 km hasta casi 16 l/100 km.
En marcha, se puede viajar a velocidades mucho más altas que las legales sin que se escuche el ruido del motor. Éste sólo se aprecia cuando aceleramos a fondo.
No me ha gustado el funcionamiento de la palanca de cambios de la unidad que hemos probado. Si no se marcaba perfectamente el recorrido la palanca parece que se atasca, más en frío que en caliente.
Lleva un freno de estacionamiento de palanca. No puede tener un freno de estacionamiento eléctrico, algo que sí llevan otros coches recientes como el Volkswagen Passat. El grupo Fiat lleva varios años usando este dispositivo en el Lancia Thesis. Sí tiene un dispositivo que frena durante unos instantes el coche cuando se arranca en una rampa con una inclinación mayor 6 por ciento, para evitar que se desplace hacia atrás.
También hemos conducido la versión 1,9 l JTD Multijet de 150 CV y el V6 3,2 l de 260 CV con tracción total Q4. Ambos motores nos han dejado una buena impresión. El 159 Diesel está bien aislado del ruido y de las vibraciones que suelen emitir este tipo de motores: el volante no vibra como en un 156. Su respuesta es más bien progresiva que explosiva y tiene potencia suficiente para mover la carrocería del 159 con soltura.
El motor V6 de 3,2 l nos parece mejor que el anterior V6 de Alfa porque da una aceleración más llena a medio y bajo régimen. También tiene una respuesta al acelerador rápida y directa, algo que es frecuente encontrar en motores de inyección directa. El corte de inyección está 7.000 rpm, hasta donde es capaz de llegar con fuerza y rapidez. Es un motor muy agradable de conducir en marchas largas, con el motor bajo de revoluciones o apurándolo hasta su límite.
El sonido que emite este motor es precioso: es poco frecuente encontrar coches que suenen así de bien. No recuerdo un sonido tan notorio ni grave en otros Alfa con el anterior motor V6. Se escucha claramente desde el exterior y desde el interior, aunque las ventanillas estén subidas. No es molesto porque está lejos de ser un ruido estrepitoso.
Las luces pueden ser de doble xenón o de bombilla halógena. No puede tener faros con sistema de iluminación en curva, ni freno de estacionamiento eléctrico.