Alfa Romeo 156 Berlina (2003) | Impresiones de conducción del 2.4 JTD y del 2.0 JTS
He conducido dos versiones del nuevo 156, ambos con carrocería berlina: el 2.4 JTD y el 2.0 JTS. No he hecho ninguna medición, así que cualquier comentario sobre las prestaciones está fundado en apreciaciones y, por tanto, tienen una fiabilidad limitada.
El nuevo motor de Alfa Romeo me ha sorprendido gratamente por suavidad, ruido y fuerza. El anterior cinco cilindros JTD iba bien pero no era nada extraordinario con relación a su competencia. Éste, en cambio, me parece que tiene mucha más fuerza que el cinco cilindros de Volvo en versión de 163 CV, más que el V6 de Audi en versión de 180 CV y que está al nivel del cinco cilindros de Mercedes (170 CV), si no es incluso mejor.
La impresión que me ha dado es que tiene mucha fuerza desde menos de 2.000 rpm hasta casi 4.500 (la zona roja empieza a 5.000, pero no llega bien hasta ahí). La respuesta al acelerador es rápida, aunque no es un motor brusco cuando se acelera a fondo.
Me parece que está al nivel de los mejores en suavidad y silencio (de los citados, el mejor en este sentido es el de Volvo). No he notado vibración en el volante ni la palanca. En marcha constante por carretera, el motor normalmente no se oye salvo si se circula muy rápido; en ese caso hay un ruido grave de fondo que tampoco es muy intenso. En aceleración fuerte tiene un sonido peculiar, que no me parece molesto ni es claramente Diesel.
La caja de seis velocidades es un gran acierto, pero creo que los desarrollos son demasiado cortos. Alcanza la velocidad máxima (225 km/h) a más de 4.300 rpm, cuando el régimen de potencia máxima es 4.000 rpm.
Teniendo en cuenta la elasticidad del motor, no entiendo por qué la sexta es sólo de 52 km/h cada 1.000 rpm. Un motor así funcionaría muy bien con una sexta ajustada para alcanzar la velocidad máxima a régimen de potencia máxima (así sería de 56,2 km/h cada 1.000 rpm) e incluso algo más larga, como marcha de desahogo.
El motor JTS (2 litros, inyección directa de gasolina y 166 CV) me ha parecido muy bueno. Tiene una respuesta mucho mejor que el anterior motor de inyección indirecta de Alfa Romeo, y que cualquier motor de inyección directa que esté actualmente a la venta en España (el de Audi, el de Mitsubishi, el de Opel o el de Toyota).
No es un prodigio de elasticidad, pero se puede circular perfectamente por carreteras lentas sin usar la segunda (salvo que se busque la última décima en cada curva). Resulta un motor brillante en régimen alto, con una fuerza que ya se ve poco en motores de gasolina atmosféricos.
La caja de cambios me ha gustado menos que el motor porque tiene unos recorridos de palanca un poco largos, aunque es algo que sólo se aprecia cuando hay urgencia por cambiar.
He conducido los dos con la misma medida de rueda: 205/55 16. El gasolina lo he conducido con unos neumáticos Firestone Firehawk 700 y el Diesel con unos Continental ContiSportContact.
La estabilidad del Alfa Romeo 156 sigue estando al mejor nivel, a pesar de que el coche lleva en el mercado desde 1997. Lo tiene todo para que resulte agradable de conducir y también seguro: una buena respuesta de la dirección, sensibilidad a la deceleración en curva, reacciones rápidas pero no bruscas y un control de estabilidad que deja conducir (no es desconectable).
He vuelto a notar algo común en el 156: el volante es muy sensible a los baches. Si se circula rápido por una carretera bacheada, se oyen golpes provenientes de la suspensión y se notan en el volante más que en otras berlinas de este tipo.
Por lo que he podido ver, el agarre en seco de estos Continental en este coche es mucho mejor que el de los Firestone. Teóricamente, 2,4 JTD está en desventaja porque pesa 100 kg más que el JTS, pero lo cierto es que el que llevaba neumáticos Continental tenía mejor tacto de dirección y —aparentemente— más agarre. En el 156 JTS que he conducido, los neumáticos Firestone hacían mucho ruido en curva pero no daban mucho agarre.
El asiento del 156 está más alto que en otras berlinas; quien conduzca alto no lo notará, los que preferimos ir cerca del suelo nos sentiríamos más comodos en otro asiento. Si quien conduce es alto o va erguido, difícilmente verá parte de la instrumentación porque la tapa el volante. Para mí es muy incómodo porque tapa la zona del cuentavueltas próxima al corte.
La nueva tapicería de microfibra «Alfatex» tiene un tacto entre gamuza y Alcantara. Sólo está en los revestimientos de las puertas y en las partes exteriores de los asientos; la zona central es de un tejido de hilo grueso que tiene aspecto de ser fresco.