Aunque costoso, el Alfa 147 tiene una calidad de acabado y detalles que lo sitúan por encima de la mayoría de sus competidores. Con relación al 145, el 147 1.6 cuesta unas 500.000 pesetas más. También más caro que casi todos sus rivales, pero su precio está unas 300.000 pesetas por debajo de un Golf de 116 CV y unas 600.000 por debajo del A3 de 125 CV, con un equipamiento similar.

No tiene una buena habitabilidad. Alfa Romeo ha dado rienda suelta al diseño en detrimento de la funcionalidad y el espacio interior sigue siendo prácticamente el mismo que en el Alfa 145. El maletero es todavía más pequeño.

Es muy agradable de conducir, estable y seguro, aunque ha perdido parte de la agilidad y eficacia que tenía el 145. El control de estabilidad (denominado VDC), disponible opcionalmente sólo con el acabado Distinctive, tiene un funcionamiento muy eficaz y —a diferencia de otros modelos— no se puede desconectar. Actualmente, el 147 es uno de los pocos modelos de su categoría que puede llevar este elemento de seguridad activa y es el único que tiene de serie airbag de protección de cabeza.

Transmite unas sensaciones especiales al volante, de esas que gustan a los que les gusta conducir. El accionamiento de la dirección, el cambio o los frenos tiene un tacto «deportivo» sin por ello perder suavidad o agrado de manejo. Los 120 CV de su motor empujan con suficiente energía a elevado régimen, pero se hacen algo escasos dadas las cualidades de su bastidor. Se nota que el 147 es más pesado que el anterior 145 y, frente a éste, ha perdido «nervio».

Se encuentra en un escalón superior en apartados como la calidad de acabado, equipamiento o nivel de seguridad (es el único de su clase con seis airbag de serie). Por otro lado, hay modelos similares que, por el mismo precio del Alfa, tienen motores más potentes (Opel Astra 3p Sport 2.2 16V, Renault Mégane Coupé 2.0 IDE o Rover 25 3p 1.8 Vi).

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