He preguntado esta mañana a «nuestros amigos de Volkswagen» (con esta respuesta inmediata ya no debieran ser sólo amigos míos) si me podían confirmar si las unidades que conduje en la presentación eran GTI «normal» y GTI «Performance» y si existía la posibilidad de que un GTI  «normal» llevara diferencial de deslizamiento limitado:

Carlos Galindo, «Brand Product Manager» de Volkswagen en España me ha contestado a los pocos minutos:

«El diferencial autoblocante únicamente se monta de serie en el GTI Performance y no se puede montar opcionalmente en la versión GTI.»

«Exteriormente la única forma de diferenciar ambas versiones es por los discos de freno y las pinzas. En el GTI los discos son de 16 pulgadas con pinzas rojas y en el GTI Performance son discos de 17 pulgadas con pinzas rojas y grafía GTI en blanco (en la versión normal no lleva grafía). Por tanto, si tuvieses fotos del que probasteis en el que se vean las pinzas de freno, podríamos salir rápidamente de dudas.»

«Si no, tendremos que esperar a ver si pueden respondernos desde la organización de la presentación con los datos de matrícula que le has pasado.»

Tachán.

Como soy un cascarrabias y hago fotos de detalles de aquí y de allá, resulta que sí tengo la foto de las llantas. Yo no pensé en los discos y en las pinzas y no me fijé en la diferencia de la grafía. Pero lo que nos explica Carlos Galindo se corresponde con lo que aparece en las fotos y todo cuadra.

La primera unidad que conduje, con cambio manual, era versión GTI «normal», de 220 caballos, con discos de freno ventilados de 320 milímetros, sin grafía en la pinza y por tanto sin diferencial de deslizamiento limitado. Es este Golf blanco, cuya rueda delantera derecha aparece en la foto, y que tenía la matrícula terminada en 77, motivo por el que la recuerdo.

Volkswagen Golf GTI. 2013. Llanta de 18 pulgadas. Discos de freno de 16 pulgadas y pinzas rojas.

La segunda unidad era «GTI Performance», de 230 caballos, con discos de freno de 340 milímetros (apreciablemente mayor en la foto, sin embargo, con el asfalto mojado, tampoco fui capaz de notar la diferencia de calidad de frenada, muy buena en los dos casos), con grafía GTI en la pinza y por tanto con diferencial de deslizamiento limitado. La foto también es de la rueda delantera derecha. De la matrícula no tengo ni idea.

Volkswagen Golf GTI Performance. 2013. Llanta de 18 pulgadas. Discos de freno de 17 pulgadas y pinzas rojas con grafía blanca.

Ahora ya tengo la seguridad de que uno de los coches llevaba el diferencial de deslizamiento limitado y que el otro no. Esa seguridad no cambia mi percepción.

<Modo cascarrabias on>

(Aunque ahora que lo dice, me acabo de dar cuenta de que quizá sí, de que el segundo giraba mejor al acelerar en las curvas. Se podía acelerar una décima de segundo antes y además a mayor velocidad. No entiendo cómo es posible que no me hubiera dado cuenta hasta ahora. No es porque me hayan dicho que lo llevaba. Les aseguro que no. Es que no me acordaba bien de mis sensaciones. Con los frenos mayores y con ese diferencial va mucho mejor. Dónde va a parar. Se notaba inmediatamente en cada curva. Te permitía acelerar con mayor decisión y cuánto más acelerabas mejor redondeaba el final de la curva. A la salida, incluso, cuando empezabas a enderezar, la trasera deslizaba ligeramente para acabar de redondear el giro. una gozada. Se lo prometo que era así. Se lo prometo por la suela de mi zapato. Lo que pasa es que hasta que no me han asegurado que eran diferentes no he conseguido darme cuenta de que me parecieron diferentes. Pero les aseguro que lo son 🙂)

Ay. Qué fácil es escribir cualquier cosa. 

</Modo cascarrabias off>

Necesitamos probar el coche con calma. Ver si hay diferencia y si no la hay. Sería interesante probarlos los dos con la misma llanta y con llanta diferente. Todo el mismo día, con las mismas condiciones. No será fácil. Primero tendremos que saber si influye más la llanta o el diferencial. Y eso si tenemos la suerte de que todos lleven el mismo neumático. ¡Demasiadas variables y son prácticamente el mismo coche! Ya les digo yo que no se fíen de nuestro trabajo, porque es imposible hacerlo bien.