Este fin de semana he tenido dos fiestas de cumpleaños. Dos amigos míos, un amigo y una amiga, cumplen 40 años el mismo fin de semana. Él lo celebra en Atienza, durante todo el fin de semana, en una fiesta sorpresa organizada por su novia. Ella lo celebra en Barcelona, en una fiesta-cena-baile que organiza ella misma.
El viernes por la noche voy a Atienza, ceno y tomo copas. El sábado por la mañana subo al castillo, veo paisajes hermosos y pienso continuamente un dominio para mi blog. Le enseño posibilidades a la organizadora de la fiesta y no le gusta ninguno. Tiene razón.
Durante la comida del sábado, los dejo a todos en mitad de la celebración y me voy hacia Madrid, al AVE, con destino Barcelona. En el trayecto en tren leo varios diarios, un debate espontáneo que se ha generado en este blog sobre la regulación laboral y escribo una crónica de mi estancia en Atienza. No la publico porque me entra sueño y prefiero dormir para la fiesta que me espera por la noche.
En Barcelona, la fiesta es deliciosa. Hablo ratos largos con personas a las que veo poco. No encuentro mayor placer que las conversaciones en las que alguien me cuenta su punto de vista sobre aspectos que me interesan y que yo no he podido experimentar.
Unos bailes maravillosos con la cumpleañera rematan la noche y me voy a dormir feliz y no muy tarde, que tengo que regresar a Atienza, a ver si llego a la comida del domingo, aunque sea tarde.
Ahora estoy en el tren hacia Madrid. Leo La Vanguardia y disfruto su planteamiento. Está bien escrita y, aunque los análisis son superficiales, están bien enfocados. (Salvo el desolador artículo de la defensora del lector)
En el tren me doy cuenta de que no me apetece publicar la crónica de Atienza, de que prefiero escribir de economía, política, empleo, jubilaciones, conciliación laboral, política de sueldos y organización empresarial. Que esto no es un blog de coches hace tiempo que está claro. Lo que no sé es de qué es.
Finalmente escribo esto y hago clic.
Pues está bastante claro: esto es un blog sobre la vida misma… y entre otros aspectos de la vida, de vez en cuando, coches.
¿Y por qué no la crónica de Atienza? (por cierto, por mi nueva tierra). ¿Sólo quiere el blog para hacernos pensar? Porque yo creo que también está bien compartir con los demás los momentos en los que uno se lo pasa bien, ¿no?
(¿Dos fiestas en un mismo fin de semana? ¡Vaya golfo que está usted hecho! 😀 )
Su blog, don Javier, es de todo un poco. Como bien dice visnuh, sobre la vida misma, sobre lo que le llama la atención, le fascina, le indigna… sobre todo lo que le hace darse cuenta que está vivo.
¿Por qué tiene que encasillarse un blog? ¿Por qué es tan importante el nombre? Espero que se haya divertido en esas dos fiestas tan alejadas en el espacio y tan cercanas en el tiempo, y que le hayan servido para relajarse ante las dudas que le plantea como bautizar a «su criatura».
Por cierto, para poder disfrutar de ambas fiestas sí que ha hecho un buen uso del «tele-transporte» 😉
Saludos.
Chandler, La crónica de Atienza también vendrá, claro (no se me ocurre desaprovecharla, que ya la tengo escrita y con las fotos editadas)
No, no: no nos de la paliza con la crónica de Atienza, por favor. Puede usted hablar de lo que quiera en su blog, pero que nos casque su vida social -por cierto aburridísima- nos parece una atrocidad, ni que fuese usted George Cloony, qué peñazo.
Croq.
¿Por qué a los 40 se hacen fiestas de cumpleaños especiales? ¿Para hacer olvidar la crisis ad_hoc? 🙂
A un amigo también se la hizo la mujer hace un año (ahora está a punto de los 41) y la verdad que lo pasamos bien.
Mi opinión personal (que no creo que guste al conjunto de los blogueros) es que preferiría un blog de coches al actual blog de política, economía, etc.
Lo siento señor Moltó, pero es mi opinión… no veo km77.com como el centro de una red de blogs sobre temática variada. Blogs de política-economía hay muchos, pero pocos de calidad.
No obstante, trataré de centrarme en «Engendro mecánico», «Celedonio y Cogolludo», «Desde mi torre de marfil», «100.00 kms en Golf» y «Prueba tu coche».
Un saludo.
😀