El otro día casi se quedan sin Javier Moltó. Por culpa de una ducha. Portuguesa, por más señas. Fue en la presentación del Nissan Micra, en Cascais.
Su chorro helado me pilló por sorpresa. No esperaba su ataque. Retrocedí, valientemente, pero el enemigo había puesto obstáculos que impedían la retirada. Aunque no me rendí y tropecé, con esfuerzo sobrehumano evité la caída vergonzante. Antes que todo es mi dama.
«¡No me rindo!» grité en la soledad de la mañana, listo para recuperar mi lanza y mi bacina. Casi en el suelo, un arrebato de furia y despertar consiguió erguir mi cuerpo para ver de dónde obtenía tanta fuerza aquel molino sobrehumano parapetado tras una ducha.
Casi vuelvo a caer. En lugar del chorro vertical que yo esperaba, el chorro horizontal de un lanzaaguas perfectamente camuflado me atacó directamente a la cara. Duró frío el instante del despertar. Ya recuperado y casi en el suelo recobré la razón, con la única magulladura de mi orgullo.
Un chorrito de agua de ducha había puesto en un brete al más valeroso de los caballeros que en tierras ibéricas cabalgan. ¡No pasarán!
Plano detallado e ilustrado del ataque y la defensa.
Pero bueno, pero esto es estrepitoso; el dueño de este chisme nos está participando cosas muy perturbadoras. Yo es que eso de ver una pila de Kleenex desechables, una foto del vaso de la bañera como con caracolillos y pelos del mondongo… ¿qué nos queda por ver?, ¿su defecación describiendo textura y volumen excretado desalojado?
bueno, gracias por no ponernos una foto suya en cueros. Los espejos son muy traicioneros y segun iba bajando iba preparandome para lo peor.
Las duchas en otros paises…todo un mundo…
Que hagan hoteles de diseño, vale; que hagan camas de diseño, puede ser; pero las duchas, los cuartos de baño en general y sus puertas, por favor, tra-di-cio-na-les.
Tengo yo una historia (de un compañero), que forma parte de los momentos magistrales de las presentaciones de coches (también en la ducha). Contada por él, no vaya a haber pensamientos engañosos.
Un gran guerrero, Javier.
Vaya! Por una vez le comprendo y estoy con ud. D. Moltó. Está siendo una moda bastante desagradable el encontrar en los hoteles mandos de ducha cromados sin una sola marca o grabado que ayude a comprender como funciona el asunto.
Por mi parte he tenido desagradables experiencias con esas alcachofas de diametro atroz -como 15 ó 20 cms.- que cuando uno tiene el telefonillo en la mano y está preparado para regular la temperatura, de repente te sueltan un chorro superior gélido en to lo alto y te dejan cual gato escaldado que hasta del agua fría huye.
Así que ahora lo primero que hago antes de entrar a la ducha es cerciorarme previamente y con la debida prudencia del modo de funcionamiento. Se lo recomiendo, se evitará más de una sorpresa desagradable.
Saludos.
Sr Moltó,
La primera causa de mortalidad en los accidentes domésticos son los baños. Nos alegramos de poder seguir leyendo sus divertidas crónicas.
Firmado
“otro esnafrao”