Con el Toyota Corolla GR Sport, realizamos la segunda entrega de la pruebas de los sistemas de control de velocidad de crucero adaptativa, reconocimiento de señales y guiado por el centro del carril. La primera fue con un BMW Serie 8. A diferencia del BMW, el Toyota no ofrece la posibilidad de adaptar automáticamente la velocidad a aquella detectada a través de las cámaras del coche, por lo que el conductor está obligado a ajustar la velocidad en función de lo que aparece en el cuadro o, con mayor fiabilidad, de lo que ve directamente en las señales. Esta diferencia tiene ventajas e inconvenientes.

Toyota Corolla GR Sport


La principal ventaja es que el coche no reduce la velocidad de forma intempestiva, cuando no corresponde, si por error ha leído mal una indicación o no lo ha leído de ninguna manera. El principal inconveniente es que obliga al conductor a estar pendiente de los límites de velocidad impuestos, que en muchas ocasiones tienen poco que ver con las circunstancias de la carretera y del tráfico, para evitar multas.

Prueba de sistemas de ayuda a la conducción

Pendiente del volante

La respuesta del Toyota Corolla queda afectada por los coches que le rodean. Sucede en general con los sistemas que he probado, pero probablemente en el Toyota de forma más acusada. Por algún motivo que desconozco, el Corolla tiene tendencia a acercarse a los coches situados en carriles adyacentes, en lugar de alejarse de ellos. Esta querencia obliga a estar muy pendiente del volante cuando hay tráfico alrededor, porque si bien el coche normalmente corrige él solo la trayectoria, la cercanía con los coches de otros carriles puede incomodar tanto a los ocupantes de nuestro coche como a los ocupantes de los coches cercanos.

Una característica singular de este Toyota es que en curva apenas admite separación de las manos del volante, en tanto que durante las rectas uno puede dejar de apoyarse en el volante durante un periodo prolongado. No tengo la certeza (y tampoco he insistido mucho para conseguir la información), pero me da la impresión de que en el Corolla hay dos tipos de indicadores para saber si el conductor está atento: uno que detecta las manos sobre el volante y otro que detecta una fuerza de giro sobre la dirección. Tengo esa impresión porque en algunas ocasiones basta con poner las manos sobre el volante para que reconozca la presencia del conductor, pero en otras no.

Interior del Toyota Corolla GR Sport

Conductor siempre alerta

La forma en que yo conduzco estos coches no es la forma en que deben ser conducidos. Lo hago así con el único propósito de probar estos sistemas. La responsabilidad es siempre del conductor y estos sistemas no están pensados en ningún momento para sustituirle, sino para ayudarle.