Ayer, en la presentación del Smart remodelado, había unidades con motor eléctrico, a la izquierda de la foto, otras con motores de gasolina y Diesel, a la derecha de la foto, y también Smart Brabus, a la izquierda de la foto, más allá de los eléctricos.
Cuando me tocó probar el Brabus sólo quedaban estos dos. ¿Cuál hubieran elegido?
Conduje los coches en compañía de Pablo Mallo, periodista de la revista Autopista. Fue un placer compartir con él los recorridos de pruebas. Además, me ayudó mucho, porque yo no sabía nada del Smart anterior y me detalló todos los pequeños cambios introducidos ahora. Gracias Pablo. Finalmente no nos dejaron elegir color de Smart Brabus. Nos tocó el lila. Yo no sé cuál de los dos hubiera preferido. El lila no llevaba dirección asistida. No es nada recomendable. La dirección se vuelve muy dura en curvas largas, en las que hay que trabajar para meter el morro. Es más delicado en curvas largas que molesto en maniobras. A la salida de la autopista, en una raqueta, casi tuve que pedirle a Pablo que me echara una mano para acabar de girar el volante los grados que me faltaban para no irnos al sembrado. El volante da 3,5 vueltas entre topes (en todos los Smart que conduje ayer) y para su tamaño gira poco.
Personalmente hubiese elegido el negro todo y que parece una cucaracha mutante fan de «fama», Tela marinera con la combinación de colores. ¿Son de serie? El lila es quillaco total, y no desentonaría ni una pizca en una concentración de tuneros maquineros del cinturón industrial de barcelona. Espero que para probarlo se pusiesen bambas y un chandal adidas de los de rallitas, y algún «cazete» pirata de «escorpia central del sonido».
Si veo a alguien en un coche lila, pienso que ese alguien tiene mal gusto (lo cual me es indiferente), o que es un excéntrico (lo cual me predispone favorablemente).
Si veo a alguien en un coche con dorados, pienso que ese alguien es gilipuertas.
Le pega el lila.
XD.
Sin entrar en considerar lo hortera o no hortera que es una cosa, creo que en un coche tan «gracioso» se agradece el color.
En ciudades como Roma, donde abundan estos modelos, poder jugar con los colores es una forma de distinguirse (para bien o para mal). Creo que ha sido una buena idea la de poder jugar a las multiples combinaciones de colores. En España todos serán iguales, pero igual no somos nosotros su objetivo.
Y esto me hace recordar el origen Swatch del Smart. Ahora que acaba de morir el fundador de la marca, creo que se sentiría orgulloso de ver que la posibilidad de opción sea más grande que nunca.
A mi cuando me vendieron el coche me dijeron que si me cansaba, en pocos minutos podia cambiar los 3 o 4 paneles exteriores por otros. E incluso intercambiarlos con otro afortunado poseedor de un Smart cansado del color de su coche.
Otra cosa es pintar el tridium.
Yo hubiera sido un macarra y de ser posible hubiera optado por el que se parece por los toques dorados al Impreza STI.
Por favor, cuente que impresiones tiene del eléctrico y también del Brabus.
Es un coche eminentemente urbano y le veo cierto sentido a la variante eléctrica. Cuente, cuente.
Negro, dorado, y a pisarle.
El Negro, pero le pongo la franja roja en plan Equipo-A 🙂
El lila, sin duda. Ya puestos a llamar la atención, con todas las consecuencias.
pues yo soy de las que pienso que, dado que el coche ya llama la atención por sí mismo, cuanto más discreto sea por fuera, mejor.
por cierto, Sr. Moltó, por favor haga lo que pueda para que se modifique también el «header» de la página web actual, que sigue apareciendo «Smart BraVus» y hace daño a la vista.
Hola Ainda, gracias por el aviso. Ya está corregido.
No es tan feo el Lila..
El lila me parece espectacular. No se porque pero me recuerda a la amiga mas hermosa que tengo, Filipa Beja Osorio. Por tanto es un color precioso.