Parte para el seguro en el taller especializado en la sustitución de lunas.
Describa la forma en que se produjo el accidente:
«El coche que iba en el carril de al lado en la autovía pisó una piedra, que se levantó y chocó contra la luna de mi coche»
El resultado del choque fue éste:
Pregunté si se podía reparar, por saber qué se puede reparar y qué no. Resulta que cuando está en el campo de visión no hay caso. Nunca se pueden reparar.
El chinazo se produjo cerca de Madrid, en un recorrido de pocos kilómetros, por autovía, en un lugar aparentemente limpio.
Después me di cuenta de que durante mi viaje a Marruecos tuve mucha suerte, porque no sé si hubiera encontrado lunas de repuesto para el Golf VI. Con un chinazo así resulta muy incómodo conducir y además es un estorbo para las fotografías.