Hoy ha sido un día largo. A «Las Nenes» les ha tocado trabajar graduando la vista de cientos de niños y adultos. A eso han venido. Antes, de madrugada, hemos trabajado también. En las dunas. Les dije que no se las perdieran al amanecer, que valía la pena el madrugón, y me hicieron caso. Durante la jornada laboral, mientras ellas graduaban ojos, el resto nos fuimos a la inauguración de las placas solares que la Asociación Desierto Niños ha colocado en Ouzina.
Ibrahim Taouchikht, Presidente de la Association Ouzina pour Developement, pronunció el bello discurso que reproduzco abajo. Fue el momento más emotivo. Comienzo el relato de este día con él, pero les daré toda la información, para que puedan vivir cada momento, como en el resto del viaje. «Afouss gofouss».
Al lado de Ibrahim Taouchikht, «el campeón del mundo».
Estimados señores y señoras, Salam alikom
En nombre de la Asociación Ouzina para el Desarrollo y el medio Ambiente y en nombre de todos los habitantes del pueblo de Ouzina, quiero agradecer a todas las personas que han venido hoy para asistir a este evento de la inauguración y agradezco mucho y felicito a todos los miembros de la Asociación Desierto de los Niños por sus sacrificios y por su ayuda humanitaria en favor de los aldeanos de Ouzina y también por todos sus esfuerzos hechos para ayudar a los niños del desierto y a la población que vive en el desierto.
Les digo bravo porque ustedes realizaron un buen proyecto. Es gracias a ustedes que esta escuela está alimentada con corriente de 220 voltios con un sistema fotovoltaico. Los alumnos tienen ahora luz en clase, además pueden alimentar los ordenadores para aprender muchas cosas en relación con el programa escolar, también el profesor puede utilizar una impresora para imprimir documentos de los ejercicios, etc.
Les digo bravo porque ustedes electrificaron la casa del profesor con las placas solares. Así ustedes contribuyen mejorando las condiciones de estancia de un profesor que trabaja lejos de la civilización, en un lugar donde las infraestructuras faltan.
Les digo bravo por electrificar el local de la asociación Ouzina, lo que permite alumbrar todos los cuartos de la construcción del centro social.
Felicito a todos los niños que han participado hoy en la actividad de plantar árboles en el patio de la escuela de Ouzina para crear una zona verde a niños del desierto.
Agradezco y felicito a todas las familias que han regalado a sus niños un viaje para descubrir nuestro país, nuestra cultura, y para compartir diferentes cosas con los niños marroquíes. Espero que hayan apreciado mucho esta experiencia.
Por fin, les digo bravo a todos por su sentido de la solidaridad, su voluntad noble, les deseo buen coraje y buena continuación en sus ayudas humanitarias. Pongamos la mano en la mano, «afouss gofouss» como decimos en Bereber, para una colaboración sostenible y para un desarrollo humano de este pueblo situado en el gran Sureste de Marruecos.