Por mis manos han pasado centenares de coches. Miles de coches. No tengo ni idea de cuántos.
Lo que pienso ahora no es que pasen miles de cuerpos por mis manos, sino que mis manos pertenezcan a miles de cuerpos diferentes.
Sergio Canavero, un neurocirujano italiano, asegura que tiene todo listo y dispuesto para transplantar cabezas. Que el transplante de cabezas es posible y que la tecnología y sus conocimientos ya lo permiten. No tengo la más mínima intención de creerme lo que dice este hombre. Quizá sea verdad todo lo que afirma. No soy capaz de tener opinión fundada.
La idea permite imaginar. ¿Cómo se vive con un cuerpo de mujer? ¿Podríamos experimentarlo? ¿Podríamos experimentar sus sensaciones? ¿Las sensaciones dependerán del cuerpo o del cerebro? ¿Qué sentiría un «cerebro de mujer» con mi cuerpo? ¿Conseguiríamos sentir cómo siente otra persona las caricias? No tenemos ni idea de lo que siente la otra persona cuando la acariciamos.
Es una pena que no nos puedan cambiar los ojos, ni el paladar. ¿Cómo ven los otros, cómo les sabe la comida?
Yo querría probar muchos cuerpos. Cuerpos de hombre y cuerpos de mujer. Cuerpos de grandes atletas. ¿Cómo los gestionaría mi cerebro? Por mucho que me pudiera transplantar en el cuerpo de Fernando Alonso, no podría conducir un Fórmula 1. Mi cerebro no daría de sí. ¿Podría conducirlo Fernando con mi cuerpo después de entrenarlo? ¿Volvería algo de esas sensaciones a mí cuando recuperara «mi» cuerpo?
En el fondo, lo que yo querría es sentir en mi cerebro las sensaciones que tienen los demás. Sentir lo que notan los demás en su cerebro, pero en mi cerebro. Una copia de seguridad de las sensaciones de los demás. No sé si con un transplante de cuerpo podría conseguir eso. Algunas cosas sí notaría. Por ejemplo del cuerpo de un hombre mucho más alto o del cuerpo de uno mucho más bajito, o del cuerpo de un atleta y de una mujer seguro que recibía sensaciones nuevas para mí.
¿Querría un cuerpo joven? ¿Podría manejarlo con mi cabeza actual? ¿Sabría gestionar nuestro cerebro un cuerpo nuevo? ¿Necesitaría mucha aclimatación? ¿Qué me gustaría sentir? Yo querría el cuerpo de Pavarotti y su oído y su cerebro pero que fuera mío, y sentirlo yo, y cantar como él con el teatro abarrotado. ¿Quién podría desear mi cuerpo y las sensaciones de mi cerebro y para qué? Me imagino que habría que compartir. Te dejo mi cuerpo pero me tienes que dejar el tuyo. También me pido el cuerpo de un piloto de rallyes, del Carlos Sainz de hace 30 años, y correr el 1000 Lagos con un Lancia 037.
Probar cuerpos podría ser una profesión muy gratificante.
Una pregunta, doctor. ¿En cuántos cuerpos podríamos encajar mi cabeza? Es época de Reyes Magos. Por pedir que no quede.
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Salvo catástrofe de última hora, este es mi último artículo del año 2017. el año que viene km77.com cumple 18 años y por tanto se hace mayor de edad.
Les deseo a todos un felicísimo 2018. Espero que nos sigamos viendo por aquí. Intentaré escribir más que este año para que nos veamos más. 2017 ha sido un año duro con todos los cambios que hemos hecho y que seguimos haciendo a km77.com. Mucho sufrimiento y pocas alegrías. Espero que 2018 sea lo contrario. ¡¡Muchas gracias por estar ahí!!