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Presentación del nuevo Citroën C4 (2 de 2)

(Viene de aquí) A la mañana siguiente el viento no ha parado de soplar en Malmö. La bandera sigue agitada y, la plaza cercana al hotel, ocupada por los Citroën C4 y los C-Zero.

La colocación de los coches es importante en todas las presentaciones. En batería, ponerlos perfectamente alineados y separados por la misma distancia parece relativamente sencillo, aunque sólo sea por la cantidad de veces que lo he visto y que lo he publicado aquí en fotos. Dibujar un arco con ellos, requiere mayor precisión y esfuerzo.


Especialmente cuando son tantos los coches con los que se debe trabajar.

En el interior de los coches, una lámina detalla sus características. La configuración y el equipamiento no tienen por qué coincidir con los del mercado español.

Con el C-Zero, por las calles de Malmö, me percato de que en Suecia también hay Polis.


Y bicis.


Nuestro recorrido incluye pasar de nuevo, esta vez de día, por las cercanías del edificio más famoso de Malmö.

Antes de regresar al aeropuerto, pasamos por el hotel a recoger nuestros equipajes. Pregunto a las azafatas que nos han atendido en la recepción si les importa que les haga una foto para publicar.

En la plaza, bajo una pequeña carpa, otra azafata nos asigna los coches que nos corresponden y nos da las llaves. Ya no pisaremos más suelo sueco en este viaje.


Para pasar por el peaje del puente que une Suecia con Dinamarca los coches están equipados con un sistema de telepeaje. No necesitamos detenernos, ni utilizar tarjetas o dinero en efectivo.

El puente. Ahora está mejor iluminado. Le hago otra foto.

El aeropuerto se acerca. En el túnel que se ve al fondo aprovecho para hacerle fotosa los distintos colores de los instrumentos. Se me ocurre la posibilidad sobre la marcha cuando veo la iluminación interior. no me da tiempo a probar demasiado por no estar preparado.

Devolvemos los coches en el Hotel Hilton situado al lado del aeropuerto de Copenhague.

Mientras llega la hora de volver a casa algunos periodistas aprovechan para comer algo y otros se aplican con sus ordenadores. Yo, por ejemplo, aprovecho para poner una adivinanza  si me da tiempo. En el avión no me voy a poder conectar, parece mentira. Pero sí le hago una foto antes de entrar.


Otra foto dentro, de refilón, sin mucho sentido. En estos vuelos que no son de línea regular, algunas marcas también cuidan todos los detalles y por ejemplo ponen el logotipo de la marca en los  reposacabezas de los asientos.

Desde el aire, a través de los cristales sucios del avión, me despido de los países del Norte.

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