Me pide Teresa que contemos los preparativos. Tiene razón. Un viaje así no se hace sin preparativos.
¿Qué necesitamos? Un coche, sin ninguna duda. Para esto del coche, en el departamento de marketing de BMW se han portado como… ¿como qué? como nada. No tengo palabras. Han apoyado la idea desde el primer segundo, me han dado todo lo que pedía y más, han puesto dos coches a nuestra disposición, se han encargado de enterarse qué neumáticos necesitábamos y… no me piden nada a cambio. Ni siquiera creo que les guste que lo diga, pero quiero decirlo. Gracias. Muchas gracias. Un apoyo así, ante un viaje tan difícil, no hay forma de agradecerlo suficientemente.
Los coches no necesitan preparación, salvo por los neumáticos de invierno. Sí es necesario montar todo el equipo de grabación de imágenes y sonido dentro del coche, pero es habitual en cada grabación que hago. En esta ocasión requiere un poco más de dedicación y esfuerzo, pero poco más.
Los neumáticos también requieren una preparación específica, pero ya hablaré de ella. La dificultad con los neumáticos llegará cuando pasemos a Escandinavia.
Mi mayor problema, al preparar este viaje consiste en la planificación de las etapas. Yo estoy acostumbrado a conducir muchas horas seguidas, pero no sé si Víctor será capaz de aguantar cuatro, cinco u ocho horas al día en el coche. sé que cada hora o cada noventa minutos tendremos que parar para moverlo en el asiento. Las llagas son un problema grave que hay que evitar. Lo bueno de víctor es que tiene sensibilidad, aunque no pueda mover ni brazos ni piernas, y con sensibilidad te puede avisar de que algo le duele o le molesta. Por ejemplo, por la noche, me avisará cada vez que lo necesite para que le mueva en la cama. No es posible pasar toda la noche en la misma postura sin que se te duerman los brazos y las piernas. ¿Cómo me preparo ante eso? De ninguna manera. Espero volverme a dormir pronto porque al día siguiente habrá que hacer muchos kilómetros. Si veo que no duermo, me turnaré con Julián o con Leticia (equipo de grabación de imágenes, que vienen en otro coche) para dormir con Víctor.
No es posible reservar hoteles. Sólo tenemos dos hoteles reservados. Los dos en Malmö, lugar en el que nos detendremos para cambiar los neumáticos, tanto a la ida como a la vuelta. Tenemos hora el día 17 de diciembre, a las 7:30 de la mañana, para poner neumáticos de invierno ártico. A la vuelta, el lunes 29 de diciembre, a la misma hora, tenemos cita para volver a montar los neumáticos de invierno habituales de Europa central y meridional. No podemos reservar hoteles porque no sabemos la duración de las etapas. A medida que nos conozcamos mejor, conoceremos nuestro aguante, tanto el de Víctor como el de Leticia y Julián, y podremos calcular las etapas. Cuando encontremos nieve, por ejemplo, ¿Cuántos kilómetros seremos capaces de hacer al día?
Tengo que aprender a cuidar a Víctor, su higiene y sus necesidades, pero eso me preocupa poco. Víctor pide sin miedo y eso ayuda. Además, antes de salir, las personas que lo cuidan me detallarán qué y cómo debo hacerlo.
La ropa de abrgo no me preocupa en exceso. Nuestro coche será nuestra silla de ruedas. No creo que pasemos mucho rato fuera del coche en zonas de mucho frío. Mover una silla de ruedas sobre la nieve no creo que tenga mucho futuro. Los asientos son calefactados. Nos ayudarán a entrar rápidamente en calor.
En realidad, es un viaje sin preparativos. No podemos planificar las paradas y sin planificar paradas el viaje está permanentemente en el aire. Es el tipo de viajes que me gusta a mí. sin planificación. Ya saldrá el sol. O no.