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Porsche Macan T. Un hermano T nunca llega tarde.

El Porsche Macan ha supuesto un éxito de ventas para Porsche. Desde que apareció a finales de 2013 se han vendido en el mundo casi 700.000 unidades. De las más de 300.000 unidades de vehículos Porsche vendidas en el mundo en 2021, 88.000 fueron Macan. Es decir, cerca de una tercera parte de todos los Porsche vendidos en 2021, fueron Macan. Un Porsche con carrocería SUV. ¿Quién nos iba a decir hace 20 años que un SUV de Porsche iba a ser un líder de ventas de la marca? Porsche ha tenido mucho éxito con el Macan. Me atrevo a decir que incluso demasiado éxito, porque el Macan más vendido en gran parte de los mercados europeos es el Macan a secas, la versión básica del Macan. (Precios, datos técnicos y equipamiento de toda la gama Macan actual)

En España, y en otros muchos países, el 70% de las ventas del Macan son de la versión básica, que va equipada con un motor de cuatro cilindros y 265 caballos de potencia. El siguiente escalón, el Macan S, lleva un motor de seis cilindros y 381 caballos de potencia, es decir, casi un 50% más de potencia que la versión básica. El escalón entre ambas versiones era demasiado elevado y por este motivo la mayoría de clientes elige la versión básica, porque el salto de potencia, y por tanto de precio (20%), es excesivo.

Primer Porsche T con carrocería de 4 puertas

¿Cuál es la solución elegida por los responsables de Porsche para suavizar este salto o, lo que es lo mismo, para intercalar una versión intermedia que robe un porcentaje de ventas al Macan básico y que les permita facturar más? Incorporar a la gama el Macan T, que no es más potente que la versión básica, pero sí más atractivo dinámicamente porque está equipado con elementos de suspensión y de equipamiento que le confieren una respuesta más eficaz en carretera de curvas. El motor es el mismo, un cuatro cilindros de 265 caballos de potencia. Sin embargo, mediante cambios en la suspensión, que permiten reducir la altura de la carrocería con relación al suelo hasta 35 milímetros, muelles neumáticos opcionales y el sistema Porsche Torque Vectoring Plus, que ayuda notablemente a redondear los giros en conducción deportiva, Porsche ofrece «un coche de carreras», muy ágil en terrenos sinuosos y con una eficacia de paso por curva inimaginable en un coche de esta altura y peso.

Al final del texto incluyo mis impresiones de conducción. Antes muestro las láminas de la presentación con las que nos contaron esta versión a los periodistas, porque me parecen ilustrativas y una forma senclla de recordar las características del coche.

Antes del Macan T, todos los Porsche T de la historia se habían basado en carrocerías de dos puertas. La T, que proviene de Touring, identifica a modelos deportivos. Según Jonas Bierschneider, del departamento de comunicación de producto de Porsche, con el Macan T se apuesta por la deportividad, en tanto que el Macan S está más enfocado a la comodidad.

El motor de cuatro cilindros pesa casi 60 kilogramos menos que el de seis cilindros en V del Macan S, circunstancia que facilita un mejor rendimiento del eje delantero en curvas. En combinación con esta ligereza, una suspensión rebajada y un equipamiento que permite aprovechar mejor las características del coche se traducen en una capacidad de pasar por las curvas a velocidades estratosféricas, habida cuenta de la configuración de la carrocería de este coche.

El Macan T y sus hermanos de gama

Las diferencias con el Macan a secas (sin T) son escasas y, aunque no guardo la referencia en la memoria, no creo que la diferencia dinámica entre las versiones básicas del Macan y del Macan T sean significativas. Sin embargo, con la suspensión neumática y el Porsche Torque Vectoring Plus, ambos opcionales, el conductor que disfrute de la conducción rápida en paso por curva notará diferencias notables.

Entre el Macan y el Macan S había un salto muy grande. El Macan T viene a intentar llenarlo, con el objetivo, entre otros, de disminuir la proporción de ventas de versiones básicas que son las que aportan menor valor añadido a la cuenta de resultados de la compañía.

Es difícil saber si compensa pagar la diferencia de precio entre las dos versiones con el motor de 4 cilindros. Estoy convencido de que para los usuarios que utilizan el coche únicamente para el desplazamiento diario no tiene ningún sentido pagar más por el Macan T. Sin embargo, para quienes de vez en cuando se pierden por carreteras de curvas a disfrutar de la conducción, recomiendo que lo prueben despacio antes de tomar la decisión de compra.

Motor y chasis

El motor no puede ser la causa de duda entre la versión básica y el Macan T. Es idéntico en ambos coches.
La altura de la carrocería es 15 milímetros inferior a la del Macan, las barras estabilizadoras son más rígidas en el eje delantero y el sistema que regula activamente la dureza de los amortiguadores es de serie, incluso con los muelles helicoidales de acero.
Opcionalmente se puede adquirir suspensión neumática (con el sistema activo de gestión de dureza de muelles y amortiguadores), que incluye también una reducción de 10 milímetros de altura de la carrocería al suelo, más otros 10 cuando se selecciona el modo de conducción Sport Plus. En total 35 mm con relación al Macan básico. Barras estabilizadoras más rígidas delante y detrás, Porsche Torque Vectoring Plus, que funciona escandalosamente bien, y el «Power steering Plus» que lo llevaban las dos unidades y por tanto no puedo comparar con y sin para juzgar si me parece recomendable o no.

Exterior e interior

Llantas exclusivas, salidas de escape y decoraciones en color Gris Agata metálico permiten distinguirlo exteriormente, además, por supuesto, del anagrama.
Detalles del exterior
Los asientos son maravillosos. Recogen bien y junto con la amplitud de movimientos del volante, permiten encontrar fácil acomodo para diferentes modos de conducción.
Pespuntes en hilo de color plateado

Impresiones de conducción

Pruebo dos Macan T. El primero con muelles helicoidales metálicos y sin el sistema «Porsche Torque Vectoring Plus» (PTV+). El segundo con suspensión neumática y «PTV+».

En los primeros metros, con el Macan T básico, reconozco inmediatamente el tacto de Porsche. Ese tacto que da consistencia a todos los coches de la marca. Probablemente, de todas las marccas que conozco y recuerdo bien, que no son todas, Porsche sea la que mejor unifica las sensaciones que produce conducir cualquiera de sus coches. También es cierto que su gama es menos amplia de lo que ocurre con otras marcas. Si Porsche tuviera un coche del tamaño del Volkswagen Golf y del precio del Golf, probablemente le resultaría imposible conseguir este tacto homogéneo. Un tacto que, además de su homogeneidad, me resulta satisfactorio por el placer que proporciona. Es posible que haya conductores a los que les deje indiferente ese tacto a la vez pesado y ligero de la dirección, que se percibe con sólo acariciar el volante para sacar el coche del aparcamiento. Mi sorpresa en el Macan T ha sido el largo recorrido del pedal de freno, en las dos unidades. El tacto del pedal me ha parecido más esponjoso que en otros Porsche que he probado, si bien la eficacia y la resistencia al uso continuado y exigente ha sido sobresaliente, como es habitual en esta marca.

Todas las versiones del Macan T llevan una caja de cambios automática de 7 velocidades, que pasa de una marcha a otra con rapidez y suavidad en todas las circunstancias.

Rueda delantera

Suspensión metálica

En la primera unidad, con muelles metálicos y por tanto no regulable en altura, realizo todo el recorrido en modo normal. Se pueden elegir modo «Sport» y modo «Sport Plus», pero decido cambiar de marchas manualmente para elevar el régimen del motor y como el sistema «PASM» regula de forma activa la dureza de los amortiguadores en función de la velocidad, esta configuración me resulta satisfactoria. Con este coche, el paso por curva corta es ágil y los cambios de apoyo se producen con rapidez. Sin embargo, cuando la curva se alarga (con neumáticos de invierno y temperaturas cercanas a los 20 grados centígrados), si vas a la velocidad que te pide el coche, con esta potencia y tacto, las ruedas delanteras pueden llegar a arrastrar porque no consiguen que el coche gire tanto como parece posible a la entrada de la curva. Habría que probarlo con otros neumáticos, pero con neumáticos de invierno, en los apoyos largos, el eje delantero pide auxilio.

Suspensión neumática

Este panorama cambia en la versión de suspensión neumática y «Porsche Torque Vectoring Plus». Con esta configuración, el Macan T se convierte en un «eficaz coche de carreras», con una agilidad inimaginable para un coche de su altura y peso.

Sólo por llevar suspensión neumática, la altura de la carrocería se reduce en 10 milímetros con relación al resto de Macán de suspensión con muelles metálicos. Lo pruebo en modo de conducción «Normal» para compararlo en igualdad de condiciones con la versión anterior. No noto una gran diferencia en curvas cortas, pero sí la noto cuando las curvas se alargan. Y la diferencia no se debe al tipo de muelle ni a la menor altura de la suspensión, sino al «Porsche Torque Vectoring Plus», que ayuda a girar, especialmente en las curvas que se alargan y que generaban problemas de agarre al neumático delantero. La diferencia es clara y hace que la condcción resulta más agradable, porque sin pérdida de agarre en el eje delantero resulta mucho más fácil terminar el giro.

Claro que no aguanto mucho con esta configuración. Como mucho aguanto un par de kilómetros de bajada por el Col del Turini, hasta que cambio a modo «Sport Plus» con la ruedecita situada en el volante. El cambio de sensaciones es inmediato. Antes de llegar a la curva ya se nota como el coche va saltando sobre el asfalto por la mayor dureza de la suspensión y, a pesar de los neumáticos de invierno, la inmediatez de respuesta a las indicaciones del volante. De pronto, nuestro Macan T se ha convertido en un coche de carreras que te hace olvidar de la altura a la que vas. Saltando sobre el asfalto, los cambios de dirección son instantáneos, la velocidad de paso por curva estratosférica y las frenadas precisas y cortas. En las curvas, el «Porsche Torque Vectoring Plus» parece conocer perfectamente el diámetro y trazada de cada curva y la caja de cambios se sitúa automáticamente en el régimen de giro ideal. El conductor sólo tiene que llevar el volante, los dos pedales, uno para cada pie, y disfrutar.

Tampoco aguanto mucho en modo «Sport Plus». Ha sido sólo un pequeño trecho para probarlo. No hace falta más para dejar clara la capacidad que tienen los responsables de Porsche de crear coches de prestaciones vertiginosas a partir de cualquier modelo de su gama.

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