Hay una marca de juguetes que se llama Porsche. El Cayman S PDK probablemente sea el que todos los niños pediríamos por Reyes.
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Los Porsche son coches para jugar. Para jugar a todas horas y sin parar. Quien se compra un Porsche, quiero decir, quien se compra uno de los Porsche bajitos, tiene que hacerlo salivando, degustando en la boca los minutos de disfrute. Los Porsche altitos también permiten jugar, porque como bien sabemos en este blog, jugar es una cuestión de voluntad. Las furgonetas, cualquier furgoneta, es un juguete maravilloso. Pero hablo de otro juego. Del que se juega con los Porsche bajitos.
Para ese juego, el Cayman (Información detallada en km77.com, con precios y datos, imágenes de diferentes colores y versiones y dibujos técnicos) no tiene la arrogancia del 911, su historia, su pretensión de cetáceo perfecto, de señor de los coches deportivos. No. Es claramente menos costoso, más ágil en curva, menos señorial y potente y quizá todavía más divertido de conducir para quien disfruta al conducir rápido en circuito y en carreteras de curvas.
Al Cayman uno le puede exigir sin miramientos, casi sin precauciones. Hace años que no conducía en un circuito con la despreocupación que he conducido el Cayman. Si te equivocas (dentro de un orden) no pasa nada. El cambio PDK, con levas en el volante, facilita tener las dos manos siempre a punto para girar ese tipo de dirección, con asistencia eléctrica, que hace unos años era anatema y ahora mismo son perfectas
La única preocupación con este juguete es decidir qué combinación de color de carrocería, tapicería llantas y color de pinzas de freno (Las pinzas amarillas son con frenos cerámicos). Una vez has decidido y pagado versión, color, color de las pinzas de freno, tapicería y equipamiento opcional, todo lo demás es fácil (Hasta que llegue la gasolinera y las revisiones)
Para facilitar elección de color, tapicería y pinzas de freno, en mi escaparate muestro algunas soluciones cerradas.
Llanta: Carrera S, de 20 pulgadas. Carrocería: Rojo Guardia.
Carrocería: Rojo Guardia. Tapicería: Cuero negro.
Llanta: Carrera Classic, de 20 pulgadas. Carrocería: Amarillo Racing.
Carrocería: Amarillo Racing. Tapicería: cuero negro.
Llanta: Carrera Classic, de 20 pulgadas. Carrocería: Plata GT.
Carrocería: Plata GT. Tapicería: cuero negro.
Llanta: Carrera Classic, de 20 pulgadas. Carrocería: Blanco.
Carrocería: Blanco. Tapicería: cuero bitono. Gris Ágata/Oro Lima.
Llanta: Carrera Classic, de 20 pulgadas. Carrocería: Caoba Metalizado.
Carrocería: Caoba Metalizado. Tapicería: cuero Beige Luxor.
Llanta: Carrera Carrera S, de 20 pulgadas. Carrocería: Gris Ágata Metalizado.
Carrocería: Gris Ágata metalizado. Tapicería: cuero bitono. Gris Ágata/Naranja Ambar.
Llanta: Carrera Carrera S, de 20 pulgadas. Carrocería: Azul Aqua Metalizado.
Carrocería: Azul Aqua Metalizado. Tapicería: cuero Beige.
A mí el color me importaba poco. Si hubiera podido elegir hubiera intentado probar una unidad con pinzas de freno amarillas y otra unidad con pinzas rojas, para comparar. Pero no podía ser, porque tenía la cámara instalada en un coche con pinzas rojas. En este primer video, a quien seguíamos era a Álex Riberas, piloto del Junior Team de Porsche. Hablaré más de Álex Riberas en este blog algún día. Hoy me conformo con decir que tengo la excusa perfecta: iba más rápido que yo porque llevaba pinzas amarillas 🙂 (No sé que pinzas llevaba, pero si no eran amarillas debían ser naranjas). Al final de la grabación la cámara empezó a torcerse y enfoca casi más al tío feo que conduce que al coche de delante, pero aun así lo dejo porque espero que el sonido del coche, los comentarios de Álex y la vuelta al circuito valgan la pena.
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=BNEGfdR6fgw?rel=0&w=640&h=360]
Como la cámara se había torcido en la grabación anterior, tenía la excusa perfecta para repetir. En esta ocasión me tocó detrás de Walter Röhrl. También tengo excusa. Las pinzas amarillas. Y mi mala cabeza. Entre una tanda y otra el coche en el que yo tenía la cámara instalada fue utilizado por otros periodistas, que cambiaron la configuración. Cuando me subía yo, más pendiente de grabar bien y de poner bien la cámara que del coche, no me fijé e hice todas las vueltas con el botón «Sport Plus» desconectado. Como aceleraba igualmente a fondo y llevaba el cambio con las levas, creo que no me retrasaba en nada, salvo cuando actuaba el control de estabilidad. Pero tampoco noté diferencia entre cómo entraba el control de estabilidad con relación a la tanda anterior. Así que seguro que no perdí nada por llevar el «Sport Plus» desconectado. Pero me sirve de excusa. Eso y las pinzas amarillas, claro.
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=07kYhlenDNg?rel=0&w=640&h=360]
Después de todas las vueltas que hemos dado todos los periodistas al circuito, estoy convencido de que gastarse el dinero en poner frenos cerámicos es tirarlo. En la última frenada que hice en el circuito, unas 30 vuelta después de la primera, los frenos iban exactamente igual de bien.