No pude conducir el Pagani Zonda R. Pude darme una vuelta al circuito de Ascari, situado en Ronda, a la derecha de Andrea Montermini, ex-piloto de Fórmula 1 en la década de los 90, siempre en equipos secundarios.
Yo esperaba dar tres vueltas al circuito, las que nos habían dicho. En la primera me dediqué a hacer fotos y cuando me disponía a preparar el video para la segunda vuelta, entramos en boxes.
Para poder grabar el sonido, le dejé la cámara a un invitado que se subió al coche después que yo y al que no conocía de nada. Moisés es su nombre. (Gracias Moisés). He visto cámaras mejores que Moisés :-), pero no me puedo quejar. Sin él, todavía sería peor.
Si hubiera grabado yo (lo siento) hubiera tratado de mostrarles las manos de Andrea Montermini, que utilizaba únicamente las levas en el volante para pasar de una marcha a otra (casi como dirían de Cleopatra: unas levas grandísimas). También les hubiera mostrado cómo frenaba únicamente con el pie izquierdo (el Pagani Zonda R no tiene pedal de embrague) y al menos cuando me di yo la vuelta, como pasaba con mucho cuidado por las curvas, acelerando suavemente. El motivo de que pasáramos tan despacio (bueno, no fue tanto, pero me gusta quejarme) es que íbamos sin neumáticos. Poco después de que me bajara yo del coche le cambiaron las ruedas. Esas P Zero Slick «Andrea, atento que te ponemos el compuesto duro» con las que marcaron el récord en el Circuito de Nürburgring.
Gomas nuevas para los demás. No me dejan conducir y me dan la vuelta con gomas viejas. Snif.
Subido todavía en los elevadores y con la rueda nueva puedo fotografiarlo desde una perspectiva casi imposible cuando el coche está apoyado sobre sus ruedas.
Antes de esa operación de cambio de ruedas era yo el que iba dentro. Hice una foto antes de subir al coche.
Y otra, justo antes de salir a la pista.
Otra más antes de la primera frenada.
Andrea Montermini conduce con cuidado. El Zonda R acelera mucho y también frena mucho. En una frenada en ligero apoyo un contravolante rápido le ayuda a mantener el coche recto. Tiene cuidado con el acelerador al salir de las curvas. Vamos muy seguros.
Al bajar del coche Montermini me da la mano. Le pregunto puntos fuertes y débiles del coche. «No tiene puntos débiles» me dice. tiene razón. La pregunta estaba mal planteada. «¿No hay nada que mejorar?» le repregunto. «Sí, claro que sí, pero la base es excelente». Yo no soy capaz de juzgarlo. No lo sería aunque lo condujera. Pero es cierto que tiene muy buena pinta, incluso con las gomas hechas papilla.