Ya he utilizado la nueva terminal del Prat Aeropuerto de Barcelona para volar en el Puente Aéreo de Iberia. Es grande y luminosa. Se llama T1 y no tiene los mismos accesos que las terminales antiguas, que supongo que habrán cambiado de nombre.
Al ir hacia la terminal, en taxi, el radar de la carretera de Castelldefels se estaba hartando de hacer fotografías en sentido contrario. No me explico cómo le daba tiempo de saltar tantas veces, con una frecuencia tan alta, sin explotar. Era una luz continua.
El tráfico era denso, pero fluido. Denso como siempre en esa carretera. Más fluido que de costumbre. El taxista me dijo:
—Estamos avisados de que la velocidad es adaptable en esta carretera. No parece que vayan muy rápido.
Efectivamente, al pasar por la señal luminosa me giré y el límite estaba colocado a 60 km/h. ¿Por qué? No había ningún motivo. Yo acababa de pasar por esa carretera para devolver un coche prestado y no había motivo alguno para ir a 60 km/h de velocidad máxima.
Siento rabia infinita cuando las personas que hemos elegido para que gestionen nuestros recursos actúan en contra de los intereses de esos ciudadanos que les han elegido. Y que encima nos digan que lo hacen por nuestra seguridad. Me entran ganas de llamar a las armas para acabar con tanto despotismo. No se merecen el sueldo que ganan y merecen un castigo por utilizar de forma bastarda las herramientas de autoridad que ponemos en sus manos.
Me calmo. Muestro las fotos del aeropuerto que no tuve oportunidad de recorrerlo. Lo que vi me gustó, si bien le faltan indicadores para saber dónde están las cosas. Para llegar al mostrador de Puente Aéreo hay que bajar unas escaleras, pero no dice en ningún lado que sea por ahí.
Desde el ramal de entrada del Puente Aéreo, el edificio principal del aeropuerto se ve así:
Este es el edificio del aparcamiento:
Desde la Sala VIP (Iberia llama así a la sala para los viajeros de Preferente o para los que viajan frecuentemente y acumulan muchos puntos) se ve el túnel de acceso al avión y se puede apurar el embarque hasta el final, para no hacer mucha cola.
Loas columnas que dan ese aspecto fantasmagórico aparecen por reflejo en el cristal desde el que hago la foto.
Lo guapo de ese radar que usted menciona es que en ocasiones (totalmente infundadas como la que comenta en el blog) llega a bajar a 40 km/h.
Eso si, en todas las vias de circunvalacion catalanas no se quitaran puntos hasta 150 km/h ya que al ser autopistas preparadas para tal velocidad, no parece que sea peligroso ir a menos de lo indicado. No se si actualmente ya se ha puesto en marcha o no, pero lo curioso es que el radar puede estar a 40 km/h, tu pasar a 149 y «solo» tendras que pagar 500 euros de multa, que con el descuento seran 250, pero no te quitaran ningun punto. Curiosa manera de poner un impuesto a la velocidad sin que el carnet por puntos, que se impuso para evitar eso mismo, tenga nada que ver.
Para terminar, decir que hasta hace pocos meses sufria esos radares diariamente, y siempre me preguntaba lo mismo. Vale que si la cosa esta mal, hay lluvia o niebla se baje la velocidad… pero si son las 10 de la noche y no hay trafico, que se ponga a 120 por dios… Pero eso no es «rentable» asi que ajo y agua.
Doy 5 minutos para que alguno de sus nuevos admiradores haga mención a que Ud. acumule puntos y utilice la sala VIP. Ya son como de la familia…
No llame a las armas esta semana, que me apunto fijo.
Semana pasada. 14 puntos. Impolutos. limpios. Mi esfuerzo, y el control de velocidad a 130 km/h lo hacía posible.
Esta semana:
– 3 puntos, 3, por circular en la A-1 a 125 km/h donde había un traicionero límite a 80 km/h. (Creo que es en la bajada de Somosierra dirección Burgos)
– Otros 3 puntos, 3, por «manipular» el móvil con la mano. Saliendo de una gasolinera por la vía de servicio, el Sr. Agente pudo ver, a través de una bionda doble, cómo manejaba el teléfono con la mano. Llevo manos libres y el agente reconoció que no iba hablando pero que no se puede llevar el móvil en la mano, que distrae.
Conclusión: ahora voy con más miedo que otra cosa. Si se encuentran a alguien a 60 por la autovía, soy yo. Ante la duda, al mínimo legal establecido.
No defiendo el delito, me indigna el castigo. Grññññ….
Hoy, igual que ud., he hecho una reflexión similar en clave similar.
Me ha hecho gracia el sincronismo.
Colgada esté en mi blog.
Hace poco he ido a Barcelona en cohe. Hacía muchos años que no pasaba por allí y me sorprendió que la mayoría de los conductores fueran tan despacio en comparación a cómo recordaba la otra vez, por lo que yo también me adapté a la circulación. Efectivamente, ratifiqué la gran cantidad de radares que se han intalado en estos últimos años y la absurda velocidad a la que te obligan a ir. Será un remedio latente para suplir el déficit de un gobierno incompetente?
Salu2 a to2
Poco que decir de los radares… me parece increible que una idea tan positiva (un límite variable, que se ajuste a la situación) sea empleada de forma tan deficiente. Qué cosas.
Por cierto, ¿le dejaron hacer fotos tan alegremente en el aeropuerto? ¡Qué suerte! Aun recuerdo que hace años en la estación de tren, despidiéndome de unos amigos, tuve la osadía de sacar una cámara digital e intentar inmortalizar el momento. Doy gracias al altísimo de que el señor agente, veloz cual correcaminos, pudiese detenerme a tiempo con sus cálidas palabras «¡Pero usted no sabe que no se pueden tomar fotografías aquiiiii!». Y menos mal que se quedó en eso, cuando le ví tan apresurado temí que al haberme visto barba de 3 días le había dado por pensar que llevaba C4 en los michelines o «lefa conservada en preservativos» (pregúntenle a Slayer… je).
No creo que sea gusto no poder recoger una persona sin entra en el parkin mucho modernimos pero no an dejado ni un carrir para recojer y irce, por fuerza hay que entrar en el parkin para amortisar el gasto que hiso el arepuerto cada vez peor y sino los mosos de escuardar hay controlando que entren sino 200euros de multa ni por un segundo vamos cada vez peor
solo por amortizar el parkin desde luego no se que pensar del arepuerto ni de los mossos que teneis comisión o que .