Hoy he ido a conducir un Opel Insignia. todavía no lo había probado con un mínimo de condiciones. Era el 2.0 CDTI de 130 CV. Llevaba unas ruedas Michelin Primacy HP en medidas 225/55 17, con código de carga y velocidad 97W.
En km77.com ya hace tiempo que probamos el Insignia, las impresiones de enrique Calle están publicadas aquí y en las páginas sucesivas.
A mí el coche me ha dejado frío. Ni me ha gustado ni me ha disgustado. Un coche del que no tengo mucho que decir. El motor es ruidoso a baja velocidad al acelerar, los plásticos del interior no son resultones y el tacto general del coche no es bueno ni malo. Me parece un coche muy atractivo para quien esté contento con su línea exterior y no sea especialmente exigente con detalles como la sonoridad del motor, la calidad de los materiales del interior o la respuesta en curva.
Yo he ido rapidito (sin exagerar) con el Insignia por una carretera de curvas y me he divertido mucho. Para ir rápido pero sin pasarse y para que el coche responda bien hay que conducirlo como si fuera nuestra pareja de baile de vals, que fluya el movimiento, sin grandes frenazos ni acelerones, colocándolo bien antes de la entrada de la curva y dejándolo deslizar ligeramente para que no balancee demasiado. Yo me lo he pasado muy bien y el coche ha servido para lo que yo quería.
Además me he puesto a jugar con él desde la primera curva. Los Michelin Primacy HP chirrían en cada curva e, inmediatamente, como iba despacito, he empezado a intentar distinguir de qué rueda salía cada chirrido. Cuando sólo chirriaba una, la adivinanza parecía fácil. Cuando sonaban las cuatro a la vez, era más complicado. Cada rueda suena con un tono distinto y a mí me ha dado la impresión muchas veces de saber qué rueda emitía cada sonido.
Cuando volvíamos para la redacción, después de dejar el coche en Opel, le he contado mi juego a Jorge y me ha preguntado:
—¿Y acertabas?
Pues no tengo ni idea. Es imposible de saber en las condiciones en las que he jugado. Ni siquiera cuando chirría una sola rueda se tiene la certeza de cuál de ellas suena. Así que no sé si acertaba o no, pero me lo he pasado bien jugando a las adivinanzas con el Insignia. Ha sido una buena pareja de baile.
El baile ha continuado por una bajada y antes de llegar al final me ha aparecido un letrero en el cuadro de mandos «Frenos sobrecalentados». Me ha sorprendido. Ni iba muy rápido ni el tacto del pedal del freno era malo. Como no iba rápido, no le he exigido mucho en ninguna frenada, por lo que no sé si hubiera tenido algún problema de haber requerido una frenada fuerte. No lo parecía.
Como todo era relativamente normal, tacto del pedal y distancia de frenado, me pregunto en cuántos coches de los que he probado en mi vida hubiera aparecido este cartelito de haber estado programados para ello. Probablemente casi en todos. Opel avisa con un gran margen de seguridad, porque a mi juicio a los frenos todavía les quedaba cuerda un buen rato.