Esta mañana he ido a conducir el Mercedes-Benz GLK 220 CDi BlueEFFICIENCY. Todavía eran unidades con matrícula alemana. El GLK comenzará pronto a entregarse en España. Ya ha pasado un año desde que conduje este mismo coche, durante la presentación internacional.
Todo el rato por asfalto, he hecho un recorrido muy bonito, que hacía muchos años que no hacía.
Desde Madrid he subido a Navacerrada por Villalba:
He bajado por la carretera de Cotos hasta Rascafría. Después, he subido por Morcuera y he bajado hasta Miraflores de la Sierra.
Desde Miraflores, he ido por el Puerto de Canencia. De subida he hecho esta foto:
Y de bajada ésta:
Ha sido una deliciosa mañana de trabajo.
Me ha vuelto a gustar mucho cómo va este coche. La sensación general es irreprochable. Es estable y el morro entra con precisión en las curvas. El motor es silencioso y responde bien en toda su gama de revoluciones. El cambio tiene las relaciones elegidas adecuadamente para carretera de montaña y para autovía (7 relaciones) y el paso de una marcha a otra se produce con suavidad. En fin. Que no me quejo de este día de trabajo.
Recorrido:
Las carreteras de los domingueros 😀
Me alegra leer esas sensaciones, yo mientras tanto conducía un Renault Symbol II en un día lluvioso en los alrededores de un gris club de Bogotá, pero ya añoro esos días con carreteras así, son los momentos más memorables, y curiosamente, al menos en mi caso, lo dejan encariñado al coche que lo llevó a uno por esos caminos, así no haya sido el mejor (tiene que ser muy malo para arruinarte el paseo).
Es prácticamente el recorrido que suelo hacer cuando, entre semana, me tomo una mañana libre en el curro para irme a conducir…Canencia y Morcuera
Trabajos asi,se puede encontrarse al ir al INEM???desde luego,a los amantes de coches,nos encantaria su trabajo!!!que por cierto,gracias por las fotos,tendre que hacer 400 km para ir a dar este recorrido tan bonito.
Hace un par de fines de semana hice ese mismo recorrido, pero comenzando por miraflores, llegando allí por la M-607 (Carretera de Colmenar). Hacía un día soleado, el segundo después del mal tiempo. Aún quedaba nieve, aunque sorprendentemente las pistas estaban casi vacías, no así los alrededores, llenos de gente. Hacía mucho que no iba por allí y realmente mereció la pena, aunque lo prefiero en las frías y solitarias mañanas de los días laborables de invierno.
Ah, entre mi recorrido y el suyo había otra diferencia. Para estos menesteres, antes prefería el coche. Ahora, sin duda, la Intruder.
Hola a todos.
Javier, ya veo que has seguido la «recomendación» de Pere Navarro de disfrutar del paisaje. La última foto me recuerda la carretera de acceso al Valle de Ordesa.
Muy bueno tiene que ser el motor y el comportamiento del coche para compensar la estética tan horrenda. Para mí es una involución; hasta el papamóvil clase G es más majo 😛
Saludos desde Zgz.