Una cita es una cita y una adivinanza una adivinanza, aunque ya se tengan todas las pistas. Todas son todas, incluida la de despegue de un portaaviones, que yo nunca había visto en el retrovisor de un coche. ¿De qué coche por cierto?
Como la respuesta es difícil, les voy a dar más pistas.
Ayer me levanté antes de las cuatro de la mañana en el portaaviones «Cavour», como si tuviera que hacer una guardia o una imaginaria que era como se llamaban la guardias nocturnas cuando hice la mili. Estuve trabajando en asuntos de contabilidad y finanzas de la empresa durante un buen rato. Luego seleccioné las fotos y publiqué el artículo de ayer. Se lo cuento porque en el rato en el que estuve en el hangar del avión no vi trasiego de coches. Todo estaba en calma.
Acabé de trabajar y subí pronto a cubierta para tomar un café con leche caliente (tenía frío) y ver la salida de sol desde la cubierta del Cavour.
En la cubierta había coches parados. Los mismos coches que en la foto del retrovisor. En la funda pone «Bravo».
¿Será un Fiat Punto Evo lo que hay debajo?