Me paso el día en hoteles. Ningún otro de todos los hoteles a los que he ido en mi vida tiene un anfiteatro romano a sus pies. Ninguno las ruinas romanas que se ven desde las habitaciones orientadas al mar del hotel Imperial Tarraco de Tarragona.
No hay muchos hoteles en el mundo con estas vistas desde el balcón. Las ruinas romanas y el Mediterráneo atrapan la mirada para pasar horas y horas. Sin embargo, la tristeza de sus habitaciones te desarma. ¿Hay alguna posibilidad de diseñar y decorar las habitaciones con menos gusto y encanto?
La habitación que les muestro es una Junior Suite (u otro nombre de esos rimbombante). Ni siquiera es una habitación básica. Para llorar.
Posiblemente no haya forma de amortizar una inversión que haga de este hotel un lugar acogedor. Quizá nadie esté dispuesto a pagar un poco más para pasar unos días en Tarragona y disfrutar de la ciudad. No lo sé. Pero es una pena desaprovechar este entorno con un hotel tan triste.
Vistas desde la habitación