7:50 horas. El sol quiere que sigamos durmiendo.
7:55 de la mañana. El río Ebro, que hace de frontera.
Al norte, el País Vasco.
Al sur, La Rioja.
Entre los dos, el Ebro.
Unas horas después… La máquina infernal
Fotos de una mañana de sábado
Sobre el autor
Javier Moltó
Empecé a trabajar como periodista probador de coches en 1985, en la revista AutoHebdo. Después trabajé en Coche Actual y Motor16. Desde 1994 a 1999 informé de asuntos económicos tanto en Madrid como en Londres, donde trabajé en Bloomberg. En 1999 fundé km77.com, empresa con la que sigo empeñado en el objetivo de dar la mejor información de coches de la que somos capaces.
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¿Trabajo o placer?
¿Qué le ocurrió en concreto con la máquina infernal? ¿La condujo sacando su quinta esencia en las reviradas curvas de esa carretera en obras? ¿Se metió en algún campo a proceder con el objetivo de dichos demonios infernales? o lo que será más probable, ¿tuvo que estar tras uno de estos a 20km/h sin poder adelantar debido a las obras y un denso tráfico en sentido contrario?
Tomaría buenos vinos en el lugar de la primera foto 🙂
Esta recorriendo zona de mi territorio, amigo. No olvide que si ha pasado últimamente, las máquinas infernales están por todas partes. Es época de vendimia.
Es una máquina de sembrar cereales.
No sirve para vendimiar.
Es época de sementera.
Buenas!
Recuerdo bien todavía cuando hace unos 20 años, en una recta justo enfrente de las bodegas de Segura Viudas, circulaba una máquina infernal como la suya, pero con un remolque lleno de uva recolectada, en sentido contrario al nuestro. Nosotros íbamos toda la familia en el coche para pasar el fin de semana fuera. Justo cuando nos íbamos a cruzar con el tractor, un Peugeot 205 Rallye que iba a toda pastilla pensando que le daría tiempo a adelantar, clavó los frenos, se quedó en su carril y se estampó detrás de la máquina infernal.
Los vendimiadores de las viñas cercanas acudieron a socorrer, nosotros nos paramos también, el 205 totalmente achatado, y tuvieron que llamar a una ambulancia ya que el chico tenía la cara ensangrentada. Menos mal que no se puso a adelantar.
La máquina infernal prosiguió su camino unos cuantos metros, apenas se inmutó por el golpe, tan sólo paró cuando oyó los gritos de los que le llamaban.
Por otro lado, ¡qué envidia me da Sr. Moltó! Es un hotel de 7 estrellas si no tengo mal entendido. Aunque a mí ni me dejaron entrar en esas bodegas a dar la vuelta en el parking por no tener reserva. Tuve que maniobrar en el arcén, ¡qué simpatía!
Un saludo
Albert
#4, nunca dije que la máquina infernal de la foto fuera de vendimia (está claro que no lleva remolque). Este fin de semana todavía se está vendimiando por La Rioja y Rioja Alavesa. Sobre todo, particulares que tienen su trabajo y lo dejan para el fin de semana.
New Holland?