Ayer y hoy he conducido por primera vez el Ford B-MAX. Ha sido en Múnich, Alemania. Mi primera sorpresa al verlo ha sido su tamaño. Hasta ahora, siempre lo había visto en salones de automóviles o bajo techo. En la calle me ha parecido pequeño. Es normal. Es pequeño. Mide sólo 12 centímetros más que el Ford Fiesta. Al verlo, siempre con las puertas abiertas, me había parecido mayor. Al verlo con las puertas cerradas te das cuenta de que es un claramente menor que un Focus. Hasta ahora no había reparado en ello.
Coches de todos los colores en el aeropuerto de Múnich.
Empiezo mi recorrido en el asiento posterior. Esta es la visión que tengo del asiento delantero derecho. El cinturón de seguridad va integrado en el asiento. Al no llevar montante central, la solución por la que han optado en Ford es integrar el cinturón en el asiento.
Es Alemania. Llueve. Los limpiaparabrisas barren desde dentro hacia afuera. Cuando lo conduzco veo que agradecería que el limpia de la izquierda se acercara más al marco del parabrisas para despejar de agua esa zona.
El acristalamiento lateral posterior está dividido. Los dos ventanucos posteriores son fijos. La ventana, en su posición inferior, se queda unos diez centímetros por encima del marco de la puerta.
En la zona delantera, el plástico del salpicadero es acolchado y el de las puertas no lo es. Además de la diferencia al tacto se aprecia una ligera diferencia de aspecto. Muestro dos fotos, del lado izquierdo y del lado derecho del salpicadero. En esta zona, los ajustes y remates no están bien cuidados.
Tiene cámara de visión posterior, que se moja cuando llueve como los demás.
Puerta delantera y tapa de la guantera. La puerta tiene muchas curvas.
Guantera abierta, of course. La tapa se abre sin amortiguación.
Volante con mandos integrados. A la derecha, en la consola central, al lado de la palanca de cambios, la conexión USB.
Los reposacabezas delanteros se pueden desplazar en altura y longitudinalmente. Para el movimiento en altura es necesario presionar el botón situado en la parte superior del respaldo del asiento, al lado de la guía. Para el desplazamiento longitudinal, el botón situado en lateral del reposacabezas. En el techo hay tres agarraderas. En el lado del conductor un portagafas. El techo panorámico es opcional. (Precios con descuento y listado de equipamiento)
El maletero tiene una bandeja inferior para que al plegar los respaldos de los asientos queden enrasadas las superficies. (Foto de los asientos plegados en km77.com). No es un maletero grande (318 litros) si pensamos en carritos de niños y todo el matalotaje que los acompaña, pero sí es un maletero amplio entre los coches de su longitud.
La bandeja se puede levantar para ganar en profundidad y queda fijada por unos resaltes con un muelle.
Pero cuando se aprovecha la altura que ofrece la bandeja levantada, la propia bandeja hace tope con el ‘cubremaletero’ que no baja al cerrar el portón y la visibilidad a través del espejo central es prácticamente nula.
Debajo del maletero está el kit reparapinchazos.
El sistema de puertas correderas del B-MAX tienen una ventaja que lo hace muy recomendable para llevar a niños pequeños que vayan en sillitas. El padre o la madre que carguen con el niño tienen un acceso fácil para atarlos y sujetarlos con seguridad. El truco principal consiste en abatir el respaldo del asiento delantero derecho para poder introducir a los niños en el coche con mayor facilidad (cuando todavía son pequeños y no entran solos) y sobre todo para sentarse sobre el respaldo para atarlos, sin forzar la espalda. La combinación del amplio espacio libre para introducir a los niños y la posibilidad de sentarse sobre el asiento mientras los dejas en la silla y los atas es imbatible en la oferta actual del mercado.
En contrapartida, tiene un inconveniente que estoy seguro de que se subsanará en el futuro, porque no existe en otros muchos modelos con puerta corredera. Cuando la puerta queda totalmente abierta queda enclavada para que no se cierre sola si el coche está aparcado en bajada, por ejemplo, ya que si se cerrara sola podría golpear al padre o peor todavía al niño cuando subiera al coche.
El problema es que para desenclavar la puerta no se utiliza ningún botón, sino que hay que vencer la resistencia del enclavamiento con la fuerza. Para liberar la puerta se podría utilizar el mismo botón que se emplea para abrirla o cualquier otro. Pero no, hay que hacerlo utilizando la fuerza y la puerta está en una posición muy incómoda para que el pasajero pueda hacer fuerza desde dentro. (He grabado un video para mostrarlo mejor, pero no he podido ni siquiera verlo todavía. Si es ilustrativo, se lo muestro la semana que viene). Cuando se lleva a niños este problema no existe, porque a los niños hay que abrirles y cerrarles la puerta y esa operación resulta fácil desde el exterior. Pero conviene estar atentos porque, cuando subimos personas mayores, también conviene que se nos cierre la puerta desde fuera. En la foto inferior ven la posición del tirador de la puerta y pueden imaginar la dificultad que entraña tirar de él desde el interior del coche.
Cuando se vayan a abatir los respaldos de los asientos posteriores conviene colocar el cinturón de seguridad en la hendidura diseñada para ello, porque de esta forma no se enreda con el asiento.
La puerta lateral corredera sin pilar central requiere mucho espacio y hace que los asientos queden situados lejos del extremo de la carrocería. Para bajar directamente desde el asiento al suelo es necesario ser alto o flexible. Si llueve, como es el caso de estas fotografías, lo más fácil es mojarse la pernera del pantalón si uno no se levanta del asiento para acercarse a la puerta. Eso ocurre en muchos monovolúmenes y también en otros coches con puertas correderas.
Visto desde dentro. Por cierto, cuando llueve, por la forma de la puerta, el coche se moja mucho por dentro. Aunque llueva en vertical, sin viento, como sucedía esta mañana en Múnich.
Visto desde la calle es posible que se aprecie mejor la distancia que hay que vencer desde el suelo hasta el asiento.
Este es el espacio de salida y entrada cuando la puerta delantera está. No es anchísimo, pero sí es alto. Resulta suficiente.