En Jaguar quieren no decirlo, quieren que no se les note. Se comportan como niños, cuando nos comportamos todos cuando estamos enamorados y no sabemos si la otra persona nos corresponde o no. No queremos que se nos note, pero no podemos dejar de mirar y de que se nos escuche. Así están en Jaguar. Como un niño con zapatos nuevos. Creen que pueden competir con el Porsche 911. Se mueren de ganas de que sea cierto, de que los demás también veamos lo que ellos ven. Pero tienen un problema.
El Porsche 911 es el coche perfecto. La sensación de calidad en cada detalle, cada uno de los metros que se recorren a los mandos de un 911 no se percibe con el F-Type. El 911 de la última generación es un coche inmaculado (precio y consumo aparte). Cuando lo conduces no existe el mundo por debajo de las ruedas. Es el coche soñado hecho coche.
El Jaguar F-Type no llega a ese nivel de perfección. Sin embargo, me ha sorprendido por bueno. Yo no esperaba tanta calidad en el F-Type. No la esperaba porque en Jaguar llevan muchas décadas haciendo coches normales. Y si bien en los últimos años han recuperado calidad con mucha rapidez, el avance mostrado con el F-Type es mayor de lo que yo pensaba que fuera posible. Lo pensaba porque daba por hecho que en la industria del automóvil es necesario tener conocimiento día a día, evolucionar despacio para conseguir niveles elevados de calidad. Así ha sido en todas las marcas buenas. Jaguar, sin embargo, con el F-Type ha dado un salto galáctico, que yo no podía imaginar que fuera posible.
En km77.com hablo del Jaguar F-Type con detenimiento. Lo pueden ver si pinchan en el enlace anterior. Cuando publico esto todavía tengo que corregir algunos detalles de la información publicada en km77 (la zona noble y seria de este negociado) y añadir más información antes de enlazarlo desde la portada, pero pueden verlo antes que quienes no pasen por aquí, una versión prácticamente completa a la que falta añadir algún detalle.
El sonido de un coche, cuando conduces, es probablemente el único factor que te hace perder el sentido de la realidad, que puede hacerte perder la cabeza, hacer que uno se arriesgue a cualquier castigo, olvidarse de la autoridad, volverse loco. Ése es el sonido del F-Type S V6. Un sonido que se aferra a tu cerebro para siempre en la primera reducción delante de una doble curva en S y ya no puedes olvidarlo. Esa reducción, que suena como un gemido lastimero, con una aceleración instantánea y perfecta del motor para generar el efecto del punta tacón, un lamento animal, un alarido salvaje de quien no se resigna a reducir para luego acelerar más, para salir más rápido en busca de su presa. Así suena el F-Type y es irresistible.
El F-Type no llega al nivel del Porsche 911. Pero su precio tampoco es el mismo. No es tan bueno, pero cuesta menos y suena mejor. O casi mejor.
Para que puedan escucharlo, hemos preparado unos vídeos.
En este primero, en el Circuito de Navarra, suena el F-Type S V6, de 381 caballos de potencia. En circuito los coches no suenan tan bien como en carretera, pero sirve para hacerse una idea.
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Este es el sonido de la versión con motor V8, en carretera. Su sonido no me gusta tanto como el del S V6. Aun así suena muy bien. En las impresiones de conducción cuento otros motivos por los que prefiero el V6 al V8.
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Aceleración pura con el V8, desde unos 70 km/h a más de 240.
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En este video se intuye cómo sube y baja la capota y el movimiento del alerón posterior.
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Los coches preparados para dar vueltas al circuito y a continuación, diferentes diseños de llantas y de pinzas de freno.
