El otro día, iba desde desde el aeropuerto al centro de Madrid en taxi sobre las doce de la noche. Un coche de la Guardia Civíl ralentizaba la circulación.
Poco después, con un indicador luminoso por la ventanilla, nos obliga a detenernos.
Cuando estamos todos parados baja un hombre de un coche que circulaba por el arcén. Se ve a la derecha del coche patrulla de la Guardia Civil.
Corre por la carretera y se agacha en varios sitios. Parece que busque algo o que limpie. Es imposible de saber qué hace.
Cruza hasta el otro extremo de la calzada y regresa a su coche a paso ligero.
La función acaba cuando el hombre se sube de nuevo al coche y todos reanudamos la marcha.
xDDD y el final espectacular con la policia tirandose encima del susodicho que? jajaja lo que no le pase a ud… 😛
Sr. Moltó, pase por recepción, tenemos que explicar un par de cosas sobre la intervención del Servicio Secreto que acaba de presenciar y el concepto Seguridad Nacional.
Auuuuu… 😉
Pensaba que la escena iba a terminar como me ha ocurrido a mi muchas veces circulando por la M-40. Un coche patrulla delante, impidiendo ser rebasado por el resto del tráfico, reduciendo la velocidad hasta detenerse y detenernos a todos. ¿El Motivo? Se incorpora un coche oficial por aquella entrada con no se quién dentro que tiene, por lo visto, patente de corso para cortar el tráfico de una gran arteria de una gran ciudad.
Muchas veces estas intervenciones se hacen cuando ha caído algo de un coche, o cuando alguien ha robado algo, se ha dado a la fuga, y ha dejado el coche en medio. Huelga decir que también en los accidentes.
Esto me recuerda una intervención que tuve que llevar a cabo hace tiempo. Un vehículo circulaba delante nuestro con la ventanilla bajada. Su conductor, en un momento dado, estornudó con uno de esos estornudos en los que, si no controlas, te estampas contra el salpicadero. Resultado: dentadura postiza que sale despedida por la ventana y cae a la calzada en la oscuridad de la noche.
Como no, como servicio público que somos, tuvimos que hacer exacatamente lo mismo que se ve hacer a la G.C. en la fotografía.
Esto lo guardo como oro en paño para contárselo a los nietos cuando me toque.