Presentación del Lexus RX 450h. Budapest. Martes 28 de abril de 2009.
La presentación comenzó ayer. Conduje una unidad con estabilizadoras activas. (Estas estabilizadoras actúan de forma diferente en recta y en curva. Más información.) En estas presentaciones, los coches los compartimos normalmente dos periodistas. Ayer, yo conduje prácticamente todo el rato por autovía y a mi compañero de coche le tocó la parte del recorrido que transcurría por curvas.
Para hoy, he pedido una unidad sin estabilizadoras activas. Quiero comparar. Como hoy hay curvas en las dos mitades del recorrido previsto da igual quién empiece a conducir. Empiezo yo.
Durante la noche, antes de la cena, Víctor Fernández, amigo, socio de km77.com y excelente piloto, me ha dicho que el coche sin estabilizadoras activas balanceaba mucho.
Mi sensación, durante los primeros kilómetros, es que el coche va igual que el del día ayer. Pasan los kilómetros y cada vez estoy más convencido de que el coche va muy bien en las curvas. En una por la que pasamos, hay una ondulación doble en mitad del apoyo y el coche se mueve más que en el resto con un ligero bamboleo quizá excesivo, pero nada anormal con esas ondulaciones del asfalto. ¿Será eso a lo que se refería Víctor? me pregunto y pienso que me hubiera gustado saber qué hubiera pasado en esta curva en el coche con estabilizadoras activas. Le cuento mis dudas a mi compañero del coche y me dice que a él sí le parece que el coche balancea claramente más.
Yo, sin embargo, cada vez estoy más convencido de que el coche va prácticamente igual que el de ayer.
Antes de que lo conduzca de nuevo mi compañero, paramos a tomar un café, me cruzo con Víctor y me pregunta si hoy llevo un coche sin estabilizadoras activas. Le digo que sí.
—¿Te parece que balancea mucho más?
—No lo sé, porque ayer no conduje por curvas. Pero me parece que va muy bien.
—Sí, si ir bien va bien, pero balancea y se mueve mucho más. Con estabilizadoras activas va mucho mejor.
Hablo de eso con Víctor mientras me subo al coche por la puerta del copiloto. Como me fío mucho de Víctor empiezo a estar muy preocupado. Mi sensibilidad para conducir no puede haber empeorado tanto, pienso mientras me ato el cinturón. Sé que conduzco mucho peor que hace 20 años, he estado largos periodos sin conducir y he adquirido vicios. Eso lo tengo claro. Pero yo pensaba que mi sensibilidad para notar si un coche va bien o mal en el paso por curva no había disminuido. Mis dudas sobre mi capacidad crecen minuto a minuto. No soy capaz de explicarme qué sucede.
Mi compañero empieza a conducir mientras yo cavilo. Al pasar por curvas, la sensación desde el asiento derecho es exactamente la misma que la de ayer. Él mantiene que no, que el coche balancea más. Mi compañero conduce muy bien y ha probado muchos más coches que yo en su vida. Además, no hay duda posible, este coche nos lo han dado sin estabilizadoras activas porque lo he pedido así. Las diferencias con el de ayer claras: tampoco tiene «Head up display» ni asientos con ventilación, que sí tenía el de ayer. (En las presentaciones normalmente agrupan los coches por niveles de equipamiento y está claro que el de ayer estaba más equipado. Empiezo a pensar que es mejor que me dedique a otro trabajo.
De pronto, como en una inspiración, miro en la hoja que hay en el interior del coche, en la que se incluyen las especificaciones de esa unidad. Pone: «Specific equipment available on this vehicle: Active Stabiliser System»
—Mira lo que pone aquí— le digo a mi compañero. Y le repito en inglés la frase de la hoja —¿Qué querrá decir, que lo lleva o que lo puede llevar?— Sigo pensando que el coche lleva estabilizadoras activas y que eso significa que ese nivel de acabado puede llevarlas opcionalmente. Pero empiezo a dudar.
—Será que lo puede llevar opcionalmente— me contesta él.
Al llegar al aeropuerto, aunque vamos con el tiempo justo, me tiro debajo el coche y lleva estabilizadoras activas. Menudo alivio. Le hago la foto.
Es una foto mala. No me da tiempo a repetirla. Tenemos que salir rápidamente hacia la terminal. No podemos llegar tarde. Es una foto testimonial. Sin más pretensiones.
Sé que la información nos condiciona. Muchas veces, al probar algún coche, cuando nos cuentan que tal o cual elemento supone una mejora para lo que sea, estamos predispuestos a notar esa mejora. Es difícil abstraerse de la información. En ocasiones, es mucho mejor no saber nada del coche que vas a conducir para que la información que uno da esté menos mediatizada. Pero a la vez, sin conocer el coche que uno conduce, haya aspectos en los que uno no se fija y debiera fijarse. En fin, que lo ideal sería conducir sin conocer, tener la posibilidad de estudiarse bien el coche y luego volver a conducirlo.