Mi cámara bloguera se encontró ayer a muchos ciclistas desnudos en manifestación por el centro de Madrid. ¿Por qué desnudos? Hay dos motivos principales, por lo que he leído:
Cuando me topé con los ciclistas iba en coche por Madrid. Cosa rara. Normalmente voy en metro y en autobús, para poder leer. Salvo en horas punta, porque no hay sitio ni para el periódico ni para un libro. Ayer ir en coche valió la pena. Pude tomar esta foto.
En Madrid, con las humaredas que echan los autobuses urbanos y algunos coches, la bici parece contraindicada por motivos de salud. Además, las cuestas son empinadas y no hay carriles bici. Aun así, todos los días veo a ciclistas entre los coches.
Las bicicletas no pueden solucionar las necesidades de transporte de las ciudades. Los coches tampoco. Los mayores no pueden ir en bici y muchos de ellos tampoco en autobuses o metro. Pero en las ciudades no cabe un coche por persona y contaminan el aire que respiramos.
Mi respeto para los ciclistas, desnudos y vestidos y también para los usuarios de coches particulares. Mayores facilidades para bicicletas y motos mejora la circulación y beneficia a quienes tienen otras necesidades.
Las manifestaciones por el centro de Madrid me merecen menos respeto. Ayer, tras los ciclistas, había un embotellamiento inútil. Los atascos hacen perder mucho dinero al conjunto de las sociedades y nos hacen vivir a todos peor. El derecho a manifestarse no tiene por qué ser equivalente a derecho a molestar.