Estoy en Alemania, en Sindelfingen. En el principal centro de diseño de Mercedes-Benz. Esta noche o mañana intento contarlo con detalle, como me lo han contado a mí, para llevarlos conmigo por los diferentes lugares que me han llevado.
Pero ahora no tengo tiempo de contárselo. Estoy esperando al avión en el Aeropuerto de Stuttgart.
Sí me da tiempo para apuntar un detalle, una impresión que he tenido mientras los responsables de diseño de Mercedes nos mostraban diferentes secciones de su departamento.
Los jóvenes que llegan a trabajar a Mercedes, los que realizan aquí sus proyectos de carrera o sus «Diploma» (que no sé exactamente en qué consisten), son quienes presentan los proyectos rompedores. Sus ideas no tienen ninguna posibilidad de convertirse en modelos de calle. A cambio, resultan muy sugestivas.
Los jóvenes llegan sin prejuicios, sin ideas preconcebidas, quizá con la necesidad de hacerse un hueco o de buscar reconocimiento entre los «artistas establecidos» dentro de las empresas.
Picasso decía: «A los 12 años sabía dibujar como Rafael pero necesité toda una vida para aprender a pintar como un niño».
Hay un prejuicio generalizado contra los jóvenes en los puestos de trabajo. Se dice que la calidad de su trabajo es inferior a la de trabajadores con experiencia. No lo tengo yo tan claro. La experiencia aporta valor. La inexperiencia también.
Por supuesto que resultan sugestivas: cuando lo único que necesitas es imaginación, salen cosas muy interesantes. El problema es cuando aparecen las limitaciones técnicas, monetarias… No es lo mismo inventarte un coche «porque sí» que tener que inventarte algo utilizando una plataforma y algunas piezas de chapa de otro modelo.
Muchas gracias, Chandler, por haber resumido tan bien la razón por la que España nunca saldrá de ser un país en vías de desarrollo.
Enhorabuena.
PS: Diploma es la traducción germana de ejercicio de diploma o proyecto fin de carrera, Javier.
Me considero joven, si bien soy menos joven que cuando empecé a trabajar. Los recién salidos aportan mucha ilusión por las cosas, mucho buen rollo, mucha onda positiva, conocimientos frescos pero acostumbran a no tener puta idea de la realidad en la que tiene que desenvolverse.
Si dejáramos las empresas a los soñadores, entusiastas y buenrollistas, nos íbamos todos al carajo.
Seguro.
JM
«Me considero joven»
When the dolphins fly and parrots live at sea.
«Si dejáramos las empresas a los soñadores, entusiastas y buenrollistas, nos íbamos todos al carajo.»
Que es donde demuestra el batín de cuadros, las zapatillas y la pipa.
Cuidado, le asoma el moho en la axila.
Oiga, que Peter Pan a mi lado es un carca.
Hay jóvenes sin más, que tienen el valor que tienen y jóvenes con experiencia, que valemos un huevo; pero la juventud sin más, vale de poco.
Tome esa.
JM
Exactamente que la experiencia, sin más, tampoco tiene valor [muchas veces, todo lo contrario].
Peter pan… se refiere a Robin Williams?
Possí, sí que se parecen…
Cito a ambassador: «Muchas gracias, Chandler, por haber resumido tan bien la razón por la que España nunca saldrá de ser un país en vías de desarrollo. Enhorabuena.»
No pillo el comentario, lo siento. Puede ser porque he tenido un día muy malo, o simplemente porque no lo entiendo. ¿Me lo podría explicar?
Y estoy de acuerdo en que nunca llegaremos al nivel de otros países, porque somos así y eso es muy difícil de cambiar de un día para otro. Cuando veo a muchos europeos y sus maneras de comportarse, se me cae la cara de vergüenza.
Hola a todos.
Me van a decir «bienqueda» (no, no sale en el DRAE) pero todos tienen parte de razón.
La castración de ideales siempre es inevitable por varios motivos: envidia («su idea es mejor que la mía»), prejuicios por la edad («éste acaba de terminar el proyecto y se cree que nos va a enseñar»), inexperiencia («este diseño desgraciadamente no es industrialmente viable»), anacronismo (los inventos de Leonardo por ejemplo) o por antimoralidad (Galileo y su teoría heliocéntrica). Estoy seguro que, independientemente de la edad, todos los presentes nos hemos sentido frustrados alguna vez por haber aportado una solución genial a un problema y haber sido ninguneados.
Esto ha sido así a lo largo de toda la historia humana, y continuará siéndolo, pero lo que quizá marca la diferencia es el atesorar recursos ante los problemas y no rendirse a las primeras de cambio (como hizo Miguel Servet, que aunque anónimamente, acabo publicando que por nuestras venas corría sangre).
Saludos desde Zgz.
Bienqueda.
JM
Se lo he puesto a güevo, 🙂
Un saludo.
Yo, en cambio, soy malqueda.
La experiencia sirve y sobre todo limita. La gente con experiencia, en general, dejamos de pensar, de buscar nuevas soluciones, nos acostumbramos al camino de todos los días y encima nos molesta que venga un jovenzuelo a darnos ideas que no se nos habían ocurrido. Nos acomodamos con demasiada facilidad. Lo sufrí cuando era más joven y lo veo ahora.
Y la juventud me parece poco valiente. En seguida quieren estabilidad. No les veo que arriesguen, que digan barbaridades, que las piensen, que las ejecuten. Para arriesgar hay que saber mucho, tener preparación y valentía, una seguridad interna que se la procura uno mismo. A mí, los jóvenes de ahora (como los de antes), lo que me parecen es viejos prematuros.
No sé bien cómo expresarlo. Me parece que somos una sociedad de viejos, de personas apalancadas (en todos los sentidos, también en el de endeudados prematuramente)…
Hay una edad en la que es necesario querer cambiar el mundo. Aunque sea el de uno. Lo que veo, en cambio, es miedo. Miedo a todas las edades. Miedo para enfrentarse a los jefes, miedo para emprender, miedo para romper con un trabajo que nos vuelve azules todos los días.
La libertad, la frescura, el atrevimiento, las ganas de salirse del camino trillado no debieran depender de la edad. Y sin embargo no están en (casi) ninguna edad.
Javier:
Lo que hay es miedo a quedarse sin curro, que además es el primero en el caso de los «sin experiencia».
Si la empresa fuera de papá, verías tu como no había miedo.
Pero no somos un pais de emprendedores (si no, estaríamos con los eléctricos, otra vez vamos a perder el tren) (no me vale el sprint de Seat)
Hay una curva en la que se cruzan una experiencia necesaria y un empuje aún vigoroso, y eso ocurre entre los 30 y 40.
Antes hay un empuje alocado, y después hay un relajo hormonal que valora otros aspectos en la vida.
Ahora, que no lo dude; un jovenzuelo que hinchado de teoría, impericia, atrevimiento y gónadas trate de enseñarle el mundo a un individuo cercano a los 50 es para darle un bofetón y mandarle al desempleo con los dientes en un cucurucho.
Por listo.
De todas formas, Javier, en cierta forma usted es un perro sin amo. Si su situación fuera otra y le viniera a ladrar un perro de diseño que huele a nuevo, usted que ha ladrado mucho y largo, le arrancaba la mandíbula en defensa de su posición, sus ingresos y su status quo sin pestañear.
No me cabe duda.
JM
El problema es que releo los comentarios más arriba y no dejo de tener la sensación de que trabajar es un problema de gónadas y talentos individuales: o tú o yo. O joven o viejo. No sé si eso será así en el diseño de automóviles o la banca (me extrañaría) pero, desde luego, en los sectores que yo conozco -docencia y audiovisual- el trabajo individual no tiene ningún sentido. Y, sin embargo, en España es la fórmula que se repite una y otra vez. Y tanto en la enseñanza como en el audiovisual se da ese choque generacional entre «genios de lo nuevo» y «jefes de lo viejo». Y se ve que a nadie todavía se le ha ocurrido que en otros países existen equipos mixtos y que, en última instancia, existe una cosa que se llama negociación y que implica que ambas partes estén dispuestas a escuchar el punto de vista del otro. ¿De verdad es tan difícil entender que un equipo formado por varios puntos de vista -no por un grupo de gente que agacha la testuz ante un punto de vista «superior»- es casi con total seguridad la mejor forma de abordar las soluciones a un problema? ¿Es un problema de Ego? ¿De gónadas?
Antes de abandonar mi curro calentito por cuenta ajena en un conocido banco, tenía una posición cuasi directiva.
Yo, con 37 años, era responsable de 3 personas. Un veterano de 45 años que había pasado por la posición que yo heredaba, una jovencita de 40 y un pipiolín de 33. Cuando me incorporé y me dijeron que mi segundo iba a ser el de 45 pensé, el pajarito disparando al cazador.
El de 45 y la de 40, me repondieron a las 1000 maravillas, y el pipiolín veía que como a mí me daban todas las hostias, no era necesario aportar trabajo e ideas, se apoltronó y a verlas venir. Los otros dos, por lo menos aportaban.
En el banco en donde trabajaba, había mucha rotación de recién licenciados/as sobre los 25 años, todos con master, y no duraban ni 2 años. Se iabn a Londres a trabajar pensando que eran Masters del universo, y volvían con el rabo entre las piernas los dos años.
El último años de estancia en ese banco para mi fué un suplicio, fuí relevado y aparcado de mis tareas, con lo que el que se apoltronó fui yo (tenía 40 largos) y algo dentro de mí decía qe me estaba descapitalizando profesionalmente…elegí un mal momento para dejar de trabajar
Todos, si todos, jóvenes y menos jóvenes no arriesgamos, por miedo a perder nuestros curros calentitos, y nos dan por culo, y perdemos nuestra dignidad, pero nosotros no somos uno de los 3 millones de parados….miedo se llama creo
Jota Eme, en lo de la curva vital, totalmente de acuerdo….aunque con el pequeño matiz de como te haya tratado la vida laboral. A mi me trató mal, y empecé a valorar esas «otras cosas», salud, pareja, vida después del trabajo, por que salvo en lo económico, el resto era una mierda
Si las cosas no se hubieran torcido, esa inflexión que dices hubiera durado más, probablemente a los 50
No se porqué pero me parece que estamos, en general, generalizando, y ya se sabe…eso es malo
:*-D
JotaEme, no sé si eso va en broma o en serio. Parece una caricatura.
«Un jovenzuelo que hinchado de teoría, impericia, atrevimiento y gónadas trate de enseñarle el mundo a un individuo cercano a los 50 es para darle un bofetón y mandarle al desempleo con los dientes en un cucurucho.»
Me imagino que lo dice para reírse del desprecio con que tantas personas de 50 tratan a los jóvenes. ¿Por qué motivo no va a poder una persona de 20 años enseñarle el mundo a una de 50? Yo quiero aprender de cualquiera. Su edad me importa un rábano.
Estoy de acuerdo con Jaime. Ni gónadas, ni status, ni posición, ni ingresos ni perro que le ladre. Me suena a que se ríe de algo, de alguien.
Javier
Mire, es que lo que pone es muy bonito, muy idílico, bonito, utópico y new age.
Y muy irreal.
Parte usted de una premisa igualitarista del conocimiento según la cual todo el mundo es valioso, todo el mundo atesora unos conocimientos extensos, y por eso no cabe filtro alguno, pues todos somos genios. No hay cabida para los idiotas en su planteamiento, y créame si abundan tanto como los imprudentes.
Madurar es un viaje forzoso en el que vas recibiendo bofetadas que te enseñan el lugar en el que encajas. Es frecuente que un misacantano con un idioma y medio, un máster y media barba se crea imbuido de un algo especial que le permita sobreponerse a los demás y enseñarles que el mundo lo ha inventado él, y que la obsolescencia llama a las puertas de todos los demás que no son él.
No sea utópico, ande.
Le será valioso observarles para ver la forma en la que viven y refrescarle el cómo fue usted, le rejuvenecerá, estará al tanto de lo último, no se oxidará en lo personal. Son valiosos sí, pero ¿estamos hablando de gestión o de lo importante que es estar en contacto con ellos para lanzar un ancla que le retrase la cabalgada hacia el bastón?.
JM
Jotaeme, no me resultan interesantes ni valiosos tus comentarios, todo lo contrario. Uno de los graves problemas que tiene la industria española es que de industria poco tiene. Somos asimiladores de tecnología, ensamblamos no innovamos. Saltamos de tecnología en tecnología sin aportar nada. He destilado parte de esa cultura de una multinacional francesa y la verdad, he aprendido muy poco. Gestión es una palabra que queda demasiado grande para definir las decisiones que se toman en un entorno empresarial con único factor común, el miedo.
Me gusta mucho el mundo del automóvil pero me hace gracia la poca visión de futuro que muestra este sector industrial. Se deja llevar por la moda cayendo en los ciclos que define el mercado en vez de crearlos. Es aquí donde la sangre fresca juega un papel importante, son necesarias nuevas ideas realizables o no para definir o redefinir un producto o servicio.
Ejemplo: «Mercedes Clase B». Nace para aprovechar la plataforma y motores del «Clase A» para mejorar la rentabilidad e introducirse en nuevos mercados, aprovechar sinergias. Típica respuesta empresarial. Lo interesante hubiera sido utilizar la estructura del Clase A para fabricar un híbrido conjugando sus pequeños motores gasolina y su capacidad de almacenaje de baterías,un «Necar 5» más grande que justificase su precio. El prototipo ya estaba listo pero es mejor no arriesgar. 10 años más tarde presentan la triada «Bluecell». Que tiene de innovador ahora, nada. Simplemente se han dejado arrastrar por el mercado.
Cuando pienso en tecnología suelo hacerlo en los yanquis. Yo los odio y los respeto al mismo tiempo, reconozco que es una envidia poco sana. Como dos críos pueden convertir una idea en una gran empresa, yahoo, google, apple, microsoft,…son respuesta obvias pero parece que hay que repetirlas porque hay gente que menosprecia las capacidades tecnológicas u organizativas de los recién licenciados. Ya lo sé, no todos somos iguales pero escuchar no es muy complicado, nos conduce al entendimiento y suele llevarnos por el buen camino.
No sabe lo mucho que me apena que mis comentarios no le resulten interesantes ni valiosos.
Corro a por Prozac.
Su parrafada se resume en que usted ha aprendido poco, que le habría gustado que Mercedes hubiera hecho algo distinto de lo que hizo y que odia los yanquis.
Usted sí que mola, oiga. Tanto si entiende lo que digo como si no lo hace, le invito a mantenerse en la línea del respeto.
JM
JotaEme,
Su comentario está fuera de lugar. El mensaje de miraquedasvueltas se mantiene dentro de la línea del respeto que yo considero adecuada. Quien marca aquí los límites que deben respetar los comentarios soy yo. Usted no tiene por qué estar de acuerdo con mi criterio, por supuesto.
Un saludo
Javier
Javier,
Lo que usted considere adecuado tampoco tiene por qué parecerme adecuado a mí. De hecho si considera que odiar a 300.000.000 de personas (censo de 2006) es algo respetuoso, me parece algo ido.
Si le parece continuar con la discusión del valor de los jóvenes, perfecto en otro caso, tanta paz tenga como a gusto me quedo.
JM
Me ha costado juntar la energía necesaria para responder. Sinceramente, una parte de mi daría la discusión por terminada. Pero como no entiendo su actitud y hoy un sol radiante alimenta mi estado de humor, voy a continuar repitiéndome. Lo siento.
Una de las lecciones que he aprendido en la universidad es que ella no iba a encontrar todo lo que necesitaría en la vida pero sí una base sobre la que apoyarme para buscar, comprender y asimilar conocimientos. Por decirlo de alguna forma me abrieron los ojos.
Debía escuchar, buscar y aprender.
Es algo básico y natural que hacemos todos pero con la edad a mi me cuesta más, es lo que yo llamo síndrome del conformismo. Sin embargo, en mi pequeña carrera profesional, el éxito ha estado ligado siempre al aprovechamiento de las capacidades y conocimientos del grupo de trabajo y una idea no se menosprecia venga de donde venga si está bien planteada, resulte útil o no. En este punto es donde me gustaría resaltar las capacidades de los jóvenes porque buenas o no tienen muchas más ideas. Y si eres capaz de ponerte a su nivel y aplicar tu experiencia en la discusión de las mismas, aprendes algo. A la vez estás mejorando el flujo de conocimientos dentro del grupo, creciendo con ellos.
En cuanto mi anterior comentario puede que no resultase claro o conciso. Acepto la crítica. Pero lo que no estoy de acuerdo con las formas que ha empleado. Reconozco que el «Jotaeme, no me resultan interesantes ni valiosos tus comentarios, todo lo contrario.» resulta algo irrespetuoso pero usted ha monopolizado el post y menospreciado las opiniones o impresiones de los demás. Sí, yo también he pecado.
Tengo un compañero que casi siempre que va a recoger algo a la impresora que está frente a mí, me suelta un, qué tal jovencita… y entonces el cachondeo está asegurado.
Si llego a la edad de la jubilación y más allá, seguiré siendo una jovencita, no me apetece ser otra cosa. Tampoco me apetece empezar a contarles mis inicios laborales, mis ganas y demás, no aportaría nada nuevo.
Pero me apetece bailar con ustedes, si su libreta no está llena, una lenta, sin tacones, descalza, es una de las letras que tengo pegadas en la pared de la ofi…
http://www.goear.com/listen.php?v=5cef476
«Decir espera es un crimen,
decir mañana es igual que matar,
ayer de nada nos sirve,
las cicatrices no ayudan a andar.
Sólo morir permanece
como la más inmutable razón,
vivir es un accidente,
un ejercicio de gozo y dolor.
Que no, que no, que el pensamiento
no puede tomar asiento,
que el pensamiento es estar
siempre de paso, de paso, de paso…
Quien pone reglas al juego
se engaña si dice que es jugador,
lo que le mueve es el miedo
de que se sepa que nunca jugó.
La ciencia es una estrategia,
es una forma de atar la verdad
que es algo más que materia,
pues el criterio se oculta detrás.
Hay demasiados profetas,
profesionales de la libertad,
que hacen del aire, bandera,
pretexto inútil para respirar.
En una noche infinita
que va meciendo este gran ataúd
donde olvidamos que el día
sólo es un punto, un punto de luz.»
Elijan su opción favorita (pueden elaborar opciones propias):
o- A es joven. Por lo tanto, sus ideas deben de ser geniales y revolucionarias. B es viejo. Por lo tanto, sus ideas deben de ser anticuadas e inútiles.
o- A es joven. Por lo tanto, sus ideas deben de ser impracticables e inservibles. B es viejo. Por lo tanto, sus ideas deben de ser sensatas, probadas, efectivas.
o- A es joven. Puede que algunas de sus ideas sean demasiado radicales. B es viejo. Puede que algunas de sus ideas sean demasiado conservadoras. Si discuten sus ideas, puede que logren sintetizar una idea mucho mejor que por separado.
En una universidad (y supongo que en casi cualquier centro de enseñanza), los alumnos deben aprender a imaginar cosas más allá de lo conocido y sabido. Cuando trabajen, sus ideas se podrán adaptar al mundo real.