Ayer estuve en La Hiruela, un pueblecito cuidado, al norte de Madrid, cerca de la provincia de Guadalajara. Está en La Sierra del Rincón, reserva de la biosfera, que comprende los municipios de Horcajuelo de la Sierra, Montejo de la Sierra, Prádena del Rincón, Puebla de la Sierra y La Hiruela. Uno de los lugares más famosos de la zona es El Hayedo de Montejo, que se puede visitar de forma guiada.
Se puede llegar en coche o a pie y en alguno de los escasos autobuses de transporte público. Ayer era domingo, había poca gente y una temperatura magnífica para caminar. En el mismo pueblo, lejos de la plaza donde juegan los niños, el silencio es adorable.
En los alrededores de la Hiruela hay un riachuelo y prados para tumbarse y contemplar el paisaje o conversar. La siesta, después de la comida, también es una opción. El cielo se ve mejor tumbado.
Comimos en Casa Aldaba, que tienen un menú de a 25 Euros por persona (sin bebidas) con algunos platos bien logrados. El responsable es muy amable y el comedor es tan placentero o más que la propia comida.
Hay otros restaurantes. Hace muchos años estuve en otro que se llama Ad Libitum, que tiene el menú en su página web.
Para regresar improvisamos. Íbamos sin navegador y sin mapa. Decidimos ir hacia el Este, para cruzar hasta Guadalajara y regresar a Madrid por la Nacional II. En nuestro primero intento nos dirigimos hacia Bocigano, (cuyo nombre me recuerda a Juan Benet), pero la carretera estaba tan bacheada que decidimos regresar. Media vuelta y hacia Corralejo, por una carretera en estado lamentable. La suspensión del C3 Picasso ayudó a pasar el trance.
En los alrededores de Corralejo, la carretera mejora durante unos kilómetros. De pronto el paisaje cambia radicalmente. La carretera asfaltada desaparece. El pavimento se transforma en placas de cemento que permiten circular muy despacio sin sobresaltos. Los desprendimientos son el único peligro, si bien en una plácida tarde de primavera el riesgo parece bajo.
Cruzamos el Río Jaramillo (el nombre está borrado en los carteles. No estoy seguro de que sea ese río) por la carretera de cemento (en la zona de la derecha del mapa) hasta Campillo de Ranas, después de pasar el cruce con Roblelacasa. De ahí hasta Guadalajara por Tamajón y posteriormente a Madrid.
Con Google maps no se enlaza el paso entre Corralejo y Campillo de Ranas. La zona cementada no figura como transitable en sus mapas, por lo que para ir desde uno a otro lugar establece un recorrido de 125 km.
Es una zona transitable, de pocos kilómetros, cuyo paso queda reflejado en esta foto. La zona oscura, en la parte inferior, es un puente.
Las carreteras, salvo la incomodidad de las zonas bacheadas, no tienen desperdicio. Un recorrido para disfrutar. Las emisoras de radio se oyen mal. Llevar buena música es imprescindible para quien prefiera escucharla.